dique
En los decenios de antes del diluvio
hubo algunas crecidas.
Pero, aun siendo pequeñas,
a distancias algo irregulares
y en distinta medida
las aguas desbordaron de las costas. Y así, en ciertas comarcas,
se acostumbró la gente hasta tal punto
a las inundaciones que empezaron
a habitar grandes barcas,
incluso en los tiempos de sequía.
La construcción naval tuvo un impulso muy intenso. Antes, nunca
se construyeron diques tan potentes
como en el tiempo de antes del diluvio.
Y así llegó un año
en que el peligro de la inundación finalmente se dio por superado.
En el año siguiente
vino al fin el diluvio, sumergiendo
todos los diques, con sus constructores
Respuesta del dialéctico
Cuando los dioses hacían de hombres
hacían su tarea, trabajaban:
considerable era su labor,
su trabajo pesado, interminable.
[...]
Tras ponerse de acuerdo unos con otros
los grandes dioses sortearon sus destinos:
Subió Anu al cielo,
Enlil tomó la tierra por dominio,
y el cerrojo que pone dique al mar
le fue entregado a Enki.
[...]
Y los dioses celestes, Anunnaku,
impusieron a los Igigu su tarea.
Y los dioses Igigu excavaban
para abrir los canales que dan vida a la tierra.
Así abrieron los cursos de los ríos.
[...]
Trabajaron así más de cien años,
trabajaron así más de quinientos,
novecientos años trabajaron,
más de mil debieron trabajar.
Tras haber levantado las montañas
calcularon los años de trabajo.
Calcularon los años de trabajo
tras disponer las ciénagas del sur.
Calcularon los años de trabajo
que superaban los dos mil quinientos,
siempre así trabajando, noche y día,
hasta que, agotados del trabajo,
comenzaron unidos a gritar:
“Vamos a por el jefe –se dijeron–,
liberémonos de tan pesada carga.
Al que es soberano de los dioses,
de su casa lo vamos a expulsar.
Arriba, vamos, declarad la guerra,
vamos a la batalla, a combatir”.
Atendieron los dioses la llamada
y quemaron toda la herramienta,
arrojaron al fuego las azadas
lanzaron a la hoguera los capachos,
[...]
y luego por sorpresa, a media noche,
rodearon el palacio del gran dios
Poema de Atrahasis, texto paleobabilónico, vv. 1-72
Cuando el agua se mueve dando en una masa de agua inmóvil, viene a dañar también sus propios diques
El libro del agua
Tal como un río mina poco a poco los diques que le oponen para luego romperlos de repente, así mismo el poder ejecutivo va procediendo oculta y sordamente hasta que al fin derriba sus barreras
Les Chaînes de l???esclavage
En los decenios de antes del diluvio
hubo algunas crecidas.
Pero, aun siendo pequeñas,
a distancias algo irregulares
y en distinta medida
las aguas desbordaron de las costas. Y así, en ciertas comarcas,
se acostumbró la gente hasta tal punto
a las inundaciones que empezaron
a habitar grandes barcas,
incluso en los tiempos de sequía.
La construcción naval tuvo un impulso muy intenso. Antes, nunca
se construyeron diques tan potentes
como en el tiempo de antes del diluvio.
Y así llegó un año
en que el peligro de la inundación finalmente se dio por superado.
En el año siguiente
vino al fin el diluvio, sumergiendo
todos los diques, con sus constructores
Respuesta del dialéctico
Cuando los dioses hacían de hombres
hacían su tarea, trabajaban:
considerable era su labor,
su trabajo pesado, interminable.
[...]
Tras ponerse de acuerdo unos con otros
los grandes dioses sortearon sus destinos:
Subió Anu al cielo,
Enlil tomó la tierra por dominio,
y el cerrojo que pone dique al mar
le fue entregado a Enki.
[...]
Y los dioses celestes, Anunnaku,
impusieron a los Igigu su tarea.
Y los dioses Igigu excavaban
para abrir los canales que dan vida a la tierra.
Así abrieron los cursos de los ríos.
[...]
Trabajaron así más de cien años,
trabajaron así más de quinientos,
novecientos años trabajaron,
más de mil debieron trabajar.
Tras haber levantado las montañas
calcularon los años de trabajo.
Calcularon los años de trabajo
tras disponer las ciénagas del sur.
Calcularon los años de trabajo
que superaban los dos mil quinientos,
siempre así trabajando, noche y día,
hasta que, agotados del trabajo,
comenzaron unidos a gritar:
“Vamos a por el jefe –se dijeron–,
liberémonos de tan pesada carga.
Al que es soberano de los dioses,
de su casa lo vamos a expulsar.
Arriba, vamos, declarad la guerra,
vamos a la batalla, a combatir”.
Atendieron los dioses la llamada
y quemaron toda la herramienta,
arrojaron al fuego las azadas
lanzaron a la hoguera los capachos,
[...]
y luego por sorpresa, a media noche,
rodearon el palacio del gran dios
Poema de Atrahasis, texto paleobabilónico, vv. 1-72
Cuando el agua se mueve dando en una masa de agua inmóvil, viene a dañar también sus propios diques
El libro del agua
Tal como un río mina poco a poco los diques que le oponen para luego romperlos de repente, así mismo el poder ejecutivo va procediendo oculta y sordamente hasta que al fin derriba sus barreras
Les Chaînes de l???esclavage
En los decenios de antes del diluvio
hubo algunas crecidas.
Pero, aun siendo pequeñas,
a distancias algo irregulares
y en distinta medida
las aguas desbordaron de las costas. Y así, en ciertas comarcas,
se acostumbró la gente hasta tal punto
a las inundaciones que empezaron
a habitar grandes barcas,
incluso en los tiempos de sequía.
La construcción naval tuvo un impulso muy intenso. Antes, nunca
se construyeron diques tan potentes
como en el tiempo de antes del diluvio.
Y así llegó un año
en que el peligro de la inundación finalmente se dio por superado.
En el año siguiente
vino al fin el diluvio, sumergiendo
todos los diques, con sus constructores
Respuesta del dialéctico