virtud
Propuesta de dar nombres a las calles en el período revolucionario: «Alguien [...] quiso ponerles a las calles y a los callejones parisinos denominaciones de virtudes y de sentimientos generosos, sin caer en la cuenta de que aquella nomenclatura moralista era demasiado limitada para las muchas calles existentes [...]. Por lo demás se advierte en el proyecto la existencia de cierta ordenación para la atribución de dichos nombres; la calle de la Justicia por ejemplo, o la calle de la Humanidad, debían conducir hacia la calle de la Felicidad directamente [...], mientras la calle de la Probidad [...] debía atravesar París entero hasta alcanzar a los mejores barrios»
Paris a la fin du dix-huitième siècle
La justicia es virtud que se diría plebeya y humilde que se arrastra bastante por debajo de los tronos reales, o quizá, mejor dicho, hay dos justicias: una justicia buena para el pueblo, que sobrevive puesto de rodillas y que, estando cargado de cadenas, no puede saltar el muro que lo encierra, y otra, la justicia de los príncipes, que es más noble que la de los plebeyos y más libre en sus movimientos, una para la cual viene a ser lícito simplemente todo cuanto quieran
Utopía
Por favor especial y en virtud de su propia iniciativa, el rey perdona a Wolsey los crímenes, traiciones y atentados, cualesquiera que haya cometido o en adelante pueda cometer
�??Carta de garantía de Enrique VIII al cardenal Wolsey, su ministro�?�, en T. Macaulay, History of England
La fortuna no es un buen garante […]. Basta con que abramos los anales del senado británico para poder juzgar del patriotismo de sus muchos miembros opulentos. Esos que dejaron en las manos de Enrique VII, de Enrique VIII y de María los sagrados derechos de sus conciudadanos, ¿no eran todos ricos propietarios? Y aquellos que se prostituyeron a la voluntad y a los caprichos de Jaime I, de Carlos I, de Carlos II y de Jaime II, ¿no eran, todos, ricos propietarios? Los que tan vilmente se vendieron a Guillermo III y a Jorge III, ¿no eran todos ricos propietarios? Escoger nuestros diputados entre hombres de mérito y fortuna se podría ver como prudente, pero realmente cuando el lujo, el desorden, la venalidad, la lujuria y la disipación son las únicas marcas características de la clase rica, ¿por qué no elegir sólo a los hombres que parecen ser más virtuosos, más prudentes, más sabios, los que brillan en otras clases de la sociedad?
Les Chaînes de l’esclavage
Perseguían los reyes la virtud protegiéndose entre las tinieblas, mas nosotros juzgamos a los reyes a la vista de todo el Universo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
En la Tierra hay tres clases de infamia con que la virtud republicana no puede pactar ni transigir: la primera de todas, que haya reyes. La segunda, el obedecerles. Deponer las armas, la tercera, donde aún queden un amo y un esclavo
Discurso a la Convención sobre el ejército, 12-2-1793
Pretendían honores y la República sólo les ofrecía virtudes
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
La monarquía no es tan sólo el rey; la monarquía constituye un crimen. La República no es sólo un senado; la República es la virtud misma
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
Las revoluciones marchan siempre desde el crimen hacia la virtud, de la debilidad hacia la audacia. […] Quien hace a medias la revolución no hace más que cavar su propia tumba […]. ¡Sólo con la espada se podrá crear por fin la libertad del pueblo! […] ¡Que la nación se levante en armas! […] ¡Atreveos! Toda la política de la que brota la revolución vive al interior de esa palabra
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
Si les quitáis las tierras que poseen a los canallas y los desalmados y se las dais a los desgraciados sí que habréis hecho una Revolución. Pero si sucediera lo contrario, si otros grandes hubieran ocupado el lugar de los anteriores […], la Revolución no habrá existido; no se podrá esperar ya la virtud ni la felicidad en esta tierra
Informe sobre las facciones en el extranjero, 13-3-1794
¿Por qué una casa para congregar las virtudes morales de los hombres? […] Para avanzar en la virtud y mantener el orden necesario, la Unión nos resulta imprescindible. […] Incrustadas en bronce en esos muros, leemos las ideas más comunes: “De la unión es producto todo bien”. […] “Aunque quieran pagarla con dinero, sin unión ¿podrá haber felicidad?” […] A este gran edificio se le añaden varios nuevos estímulos: la agricultura y el comercio, como las artes y la literatura, tienen ahí sus salas de reunión, galerías, bibliotecas y diversos espacios comunes. Y aun amplios paseos recubiertos y jardines de plantas de utilidad medicinal, y el agua que mana desde el monte regando los productos del trabajo. Con todo lo cual, un nuevo pacto social viene ejerciendo su influencia. Ved ahora el detalle de sus planos: sus alzados presentan ese haz de columnas que mantiene, como tal, el favor de la armonía. Galerías comunes dan cobijo a todos al amparo de sus pórticos para fomentar la discusión, mientras los gabinetes destinados a la instrucción y los estudios guardan la memoria de los hombres
L???Architecture considerée sous le rapport de l???art, des moeurs et de la législation, (respecto a la �??Casa de la Unión�?�)
Múltiples pórticos hasta el horizonte. […] Tras haber subido varias rampas, que se han suavizado con objeto de no ocultar el cuerpo principal, me detengo en la puerta de un monumento aún desconocido. Las primeras figuras que hay ante mi vista son las Gracias. Sí, aquí, en una Escuela de Moral. […] ¡Ved la proporción de las figuras que, sin ocultar los lisos muros, aparecen ahí representadas! La Sabiduría, la Razón y la Justicia, Templanza, Moderación y Continencia, Generosidad, Magnanimidad, Prudencia, Piedad y Firmeza de Espíritu, […] mientras los espacios intermedios aparecen cargados de inscripciones […] La multitud se agrupa entre sus pórticos: la infancia jugando ahí, a cubierto; la juventud y la adolescencia, discurriendo por esos espacios; unos dibujan y otros analizan las figuras y las inscripciones; y los hombres maduros, que meditan; la ancianidad, entregada a la memoria...
L???Architecture considerée sous le rapport de l???art, des moeurs et de la législation, (descripción del Panaretheon, o �??Casa de todas las Virtudes�?�)
La idea de reforma de la vida ocupaba a tal punto a los artistas y a los proyectistas de aquel tiempo como se puede ver analizando el extraño proyecto de la “Oikema”. Dicha construcción, ya sorprendente en su aspecto exterior, muy alargada, dotada de un propíleo antiquizante y un poderoso muro sin ventanas, debía ser el lugar que preparase el avanzar hacia una nueva ética en los terrenos de lo sexual. Para alcanzar el objetivo de una moral sexual perfeccionada, el contemplar las desviaciones y delirios humanos en la “Oikema” –es decir, en la casa sin frenos ni tabúes al deseo–, orientaría a los observadores sin duda en dirección a la virtud y hacia el “altar del himeneo”. Pero después concluye el arquitecto que sería quizá mucho mejor [...] “que la Natura opere a su capricho” [...]. Así, en esa “Oikema” que Ledoux emplazaba en el más bello paisaje, debería encontrar realización una forma más libre y renovada de la institución matrimonial
Von Ledoux bis Le Corbusier. Ursprung und Entwicklung der autonomen Architektur
Propuesta de dar nombres a las calles en el período revolucionario: «Alguien [...] quiso ponerles a las calles y a los callejones parisinos denominaciones de virtudes y de sentimientos generosos, sin caer en la cuenta de que aquella nomenclatura moralista era demasiado limitada para las muchas calles existentes [...]. Por lo demás se advierte en el proyecto la existencia de cierta ordenación para la atribución de dichos nombres; la calle de la Justicia por ejemplo, o la calle de la Humanidad, debían conducir hacia la calle de la Felicidad directamente [...], mientras la calle de la Probidad [...] debía atravesar París entero hasta alcanzar a los mejores barrios»
Paris a la fin du dix-huitième siècle
La justicia es virtud que se diría plebeya y humilde que se arrastra bastante por debajo de los tronos reales, o quizá, mejor dicho, hay dos justicias: una justicia buena para el pueblo, que sobrevive puesto de rodillas y que, estando cargado de cadenas, no puede saltar el muro que lo encierra, y otra, la justicia de los príncipes, que es más noble que la de los plebeyos y más libre en sus movimientos, una para la cual viene a ser lícito simplemente todo cuanto quieran
Utopía
Por favor especial y en virtud de su propia iniciativa, el rey perdona a Wolsey los crímenes, traiciones y atentados, cualesquiera que haya cometido o en adelante pueda cometer
�??Carta de garantía de Enrique VIII al cardenal Wolsey, su ministro�?�, en T. Macaulay, History of England
La fortuna no es un buen garante […]. Basta con que abramos los anales del senado británico para poder juzgar del patriotismo de sus muchos miembros opulentos. Esos que dejaron en las manos de Enrique VII, de Enrique VIII y de María los sagrados derechos de sus conciudadanos, ¿no eran todos ricos propietarios? Y aquellos que se prostituyeron a la voluntad y a los caprichos de Jaime I, de Carlos I, de Carlos II y de Jaime II, ¿no eran, todos, ricos propietarios? Los que tan vilmente se vendieron a Guillermo III y a Jorge III, ¿no eran todos ricos propietarios? Escoger nuestros diputados entre hombres de mérito y fortuna se podría ver como prudente, pero realmente cuando el lujo, el desorden, la venalidad, la lujuria y la disipación son las únicas marcas características de la clase rica, ¿por qué no elegir sólo a los hombres que parecen ser más virtuosos, más prudentes, más sabios, los que brillan en otras clases de la sociedad?
Les Chaînes de l’esclavage
Perseguían los reyes la virtud protegiéndose entre las tinieblas, mas nosotros juzgamos a los reyes a la vista de todo el Universo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
En la Tierra hay tres clases de infamia con que la virtud republicana no puede pactar ni transigir: la primera de todas, que haya reyes. La segunda, el obedecerles. Deponer las armas, la tercera, donde aún queden un amo y un esclavo
Discurso a la Convención sobre el ejército, 12-2-1793
Pretendían honores y la República sólo les ofrecía virtudes
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
La monarquía no es tan sólo el rey; la monarquía constituye un crimen. La República no es sólo un senado; la República es la virtud misma
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
Las revoluciones marchan siempre desde el crimen hacia la virtud, de la debilidad hacia la audacia. […] Quien hace a medias la revolución no hace más que cavar su propia tumba […]. ¡Sólo con la espada se podrá crear por fin la libertad del pueblo! […] ¡Que la nación se levante en armas! […] ¡Atreveos! Toda la política de la que brota la revolución vive al interior de esa palabra
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
Si les quitáis las tierras que poseen a los canallas y los desalmados y se las dais a los desgraciados sí que habréis hecho una Revolución. Pero si sucediera lo contrario, si otros grandes hubieran ocupado el lugar de los anteriores […], la Revolución no habrá existido; no se podrá esperar ya la virtud ni la felicidad en esta tierra
Informe sobre las facciones en el extranjero, 13-3-1794
¿Por qué una casa para congregar las virtudes morales de los hombres? […] Para avanzar en la virtud y mantener el orden necesario, la Unión nos resulta imprescindible. […] Incrustadas en bronce en esos muros, leemos las ideas más comunes: “De la unión es producto todo bien”. […] “Aunque quieran pagarla con dinero, sin unión ¿podrá haber felicidad?” […] A este gran edificio se le añaden varios nuevos estímulos: la agricultura y el comercio, como las artes y la literatura, tienen ahí sus salas de reunión, galerías, bibliotecas y diversos espacios comunes. Y aun amplios paseos recubiertos y jardines de plantas de utilidad medicinal, y el agua que mana desde el monte regando los productos del trabajo. Con todo lo cual, un nuevo pacto social viene ejerciendo su influencia. Ved ahora el detalle de sus planos: sus alzados presentan ese haz de columnas que mantiene, como tal, el favor de la armonía. Galerías comunes dan cobijo a todos al amparo de sus pórticos para fomentar la discusión, mientras los gabinetes destinados a la instrucción y los estudios guardan la memoria de los hombres
L???Architecture considerée sous le rapport de l???art, des moeurs et de la législation, (respecto a la �??Casa de la Unión�?�)
Múltiples pórticos hasta el horizonte. […] Tras haber subido varias rampas, que se han suavizado con objeto de no ocultar el cuerpo principal, me detengo en la puerta de un monumento aún desconocido. Las primeras figuras que hay ante mi vista son las Gracias. Sí, aquí, en una Escuela de Moral. […] ¡Ved la proporción de las figuras que, sin ocultar los lisos muros, aparecen ahí representadas! La Sabiduría, la Razón y la Justicia, Templanza, Moderación y Continencia, Generosidad, Magnanimidad, Prudencia, Piedad y Firmeza de Espíritu, […] mientras los espacios intermedios aparecen cargados de inscripciones […] La multitud se agrupa entre sus pórticos: la infancia jugando ahí, a cubierto; la juventud y la adolescencia, discurriendo por esos espacios; unos dibujan y otros analizan las figuras y las inscripciones; y los hombres maduros, que meditan; la ancianidad, entregada a la memoria...
L???Architecture considerée sous le rapport de l???art, des moeurs et de la législation, (descripción del Panaretheon, o �??Casa de todas las Virtudes�?�)
La idea de reforma de la vida ocupaba a tal punto a los artistas y a los proyectistas de aquel tiempo como se puede ver analizando el extraño proyecto de la “Oikema”. Dicha construcción, ya sorprendente en su aspecto exterior, muy alargada, dotada de un propíleo antiquizante y un poderoso muro sin ventanas, debía ser el lugar que preparase el avanzar hacia una nueva ética en los terrenos de lo sexual. Para alcanzar el objetivo de una moral sexual perfeccionada, el contemplar las desviaciones y delirios humanos en la “Oikema” –es decir, en la casa sin frenos ni tabúes al deseo–, orientaría a los observadores sin duda en dirección a la virtud y hacia el “altar del himeneo”. Pero después concluye el arquitecto que sería quizá mucho mejor [...] “que la Natura opere a su capricho” [...]. Así, en esa “Oikema” que Ledoux emplazaba en el más bello paisaje, debería encontrar realización una forma más libre y renovada de la institución matrimonial
Von Ledoux bis Le Corbusier. Ursprung und Entwicklung der autonomen Architektur
Propuesta de dar nombres a las calles en el período revolucionario: «Alguien [...] quiso ponerles a las calles y a los callejones parisinos denominaciones de virtudes y de sentimientos generosos, sin caer en la cuenta de que aquella nomenclatura moralista era demasiado limitada para las muchas calles existentes [...]. Por lo demás se advierte en el proyecto la existencia de cierta ordenación para la atribución de dichos nombres; la calle de la Justicia por ejemplo, o la calle de la Humanidad, debían conducir hacia la calle de la Felicidad directamente [...], mientras la calle de la Probidad [...] debía atravesar París entero hasta alcanzar a los mejores barrios»
Paris a la fin du dix-huitième siècle