triunfo
Poco importa sin duda si la revolución de un pueblo animoso que hemos visto darse en nuestros días triunfa o fracasa, tal como importa poco si acumula atrocidad y miserias –hasta el punto de que un hombre sensato, que la corregiría en la esperanza de llevarla en la buena dirección, nunca en cambio estaría decidido a intentar la experiencia a dicho precio–; esa revolución, tal como digo, ciertamente encuentra en todo caso en los espíritus de los espectadores (que no hayan entrado en ese juego) una simpatía hacia el intento que casi raya con el entusiasmo, y cuya simple manifestación ya comporta un peligro; dicha simpatía, en consecuencia, no posee otra causa que una disposición moral que es propia del género humano. Causa moral que es […], en primer término, el derecho de un pueblo a no verse impedido por otros poderes a darse una constitución política a su gusto
El conflicto de las facultades
¡Tú eres aquel que, en alianza mutua,
unidos por un plan, por ideales,
por idéntico azar y una esperanza,
a la gloriosa empresa te sumaste
junto a mí aquella vez! Ahora nos une
en hado similar el infortunio:
ya ves desde qué altura y en qué sima
tan profunda nos hemos sumergido.
[...]
Pero no ha de importar; pese a los males
que me pueda infligir quien me ha vencido,
yo nunca he de cambiar ni arrepentirme,
[...]
sensible a las ofensas y a la injuria
que a plantar cara a Dios me condujeron,
llevando tras de mí al atroz combate
un batallón de Espíritus enorme
que el reino celestial menospreciaron,
prefiriéndome a él y combatiendo
con adverso poder el poder sumo
en indecisa lid por las llanuras
del Cielo, hasta mover su regio trono.
¿Qué importa fracasar en la batalla?
No todo se perdió si mantenemos
esta sed de venganza y este empuje,
este odio sin fin y esta entereza
que no se ha de rendir ni someterse.
¿Quién puede proclamar que me ha vencido?
[...]
La experiencia adquirida, igual armados,
con mayor precisión y fundamento
podemos combatir, en guerra eterna,
a ese gran enemigo, que ahora triunfa
[...]
como eterno tirano de los Cielos
Paradise Lost, I, vv. 84-124
Que inunde las calles la crecida,
que la crecida inunde los caminos,
la multitud, vibrando de alegría,
[...]
y cubrió los caminos
e inundó las calles la crecida
Triunfo de Inanna, texto sumerio, vv. 29-54
El 14 de julio es un ejército que sin alistamiento, sin jefe y sin paga, se conforma en el seno de un combate y se organiza mediante un triunfo
Discurso del aniversario del 14 de julio, revolución francesa, año VII
La gran Revolución francesa comenzó con la triunfal proclamación de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano; pero ese derecho, –proclamado para toda la humanidad– no era realmente sino sólo un derecho de clase para aquello que era el ciudadano como código de la burguesía (a saber, el Código Civil). Ese Código de Napoleón, formulación en abreviatura de la naturaleza, real e histórica, de la gran Revolución francesa, revolución burguesa como tal. Proclamado derecho natural como el del ciudadano –el propietario–, como derecho innato estrictamente”. “La burguesía se representa la revolución burguesa, más o menos, como ‘un señor de traje oscuro’ que, bajo el nombre de ‘revolución’, realiza un ‘milagro’ al poner en práctica los principios del derecho natural y al derribar, al mismo tiempo, a los odiados señores feudales, instaurando así la libertad y la garantía de la libertad de la propiedad privada. Si además se producen algunas tensiones, es decir, los calificados como “males de la revolución”, “el terror” y las ejecuciones –unas que ni siquiera se detienen ante la sagrada persona del rey–, constituyen casos desgraciados que habrá que olvidar a toda prisa o, incluso, negarlos, borrarlos del todo de los libros de historia–
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Guillotina I. Pie de imagen
- Armazón del cadalso 1a) tablas 1b) postes 1c) ranura 1d) guarniciones de cobre 1d) travesaño
- La cuchilla
- La hoja
- Los rieles
- La montura
- Banco
- Yugo móvil
- Rodamientos
- Pilón
- Cesto
- Chapa de zinc
- Serrín
- Arrastre
- Cable de tracción
- Muelle
- Freno
- Gatillo
�??Guillotin�?�, en Mausoleum
Celebrando el triunfo, los generales irán tras sus ejércitos
Proyecto para la Constitución
El crimen marchaba en triunfo entre vosotros y lo arrastraba todo con palabras
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
No traicionaremos nunca al pueblo […], vuestra causa es común, y sin él no es posible ser felices. No podríais jamás sobrevivir a la pérdida de la libertad. Vosotros y la causa popular habéis de tener el mismo carro triunfal o la misma tumba
Informe sobre las facciones en el extranjero, 13-3-1794
París en armas era la revolución en armas. Dado que el triunfo de París sobre las fuerzas del agresor prusiano hubiera sido el triunfo del obrero sobre el capitalista –ambos franceses–, […] en el conflicto abierto entre sus deberes nacionales y sus intereses como clase el gobierno de la defensa nacional no dudó un instante en convertirse en gobierno de la traición nacional
La guerra civil en Francia
Cuando triunfa la revolución puede ahorcarse a sus enemigos, pero no se debe pronunciar contra ellos sentencia judicial. En efecto, se puede destruir a los enemigos vencidos, pero no es necesario condenarlos como criminales. Tras una revolución, o tras una contrarrevolución, no hay que aplicar las leyes destruidas contra los defensores de esas leyes. Eso es la vil hipocresía de lo que llaman la legalidad
El capital
Poco importa sin duda si la revolución de un pueblo animoso que hemos visto darse en nuestros días triunfa o fracasa, tal como importa poco si acumula atrocidad y miserias –hasta el punto de que un hombre sensato, que la corregiría en la esperanza de llevarla en la buena dirección, nunca en cambio estaría decidido a intentar la experiencia a dicho precio–; esa revolución, tal como digo, ciertamente encuentra en todo caso en los espíritus de los espectadores (que no hayan entrado en ese juego) una simpatía hacia el intento que casi raya con el entusiasmo, y cuya simple manifestación ya comporta un peligro; dicha simpatía, en consecuencia, no posee otra causa que una disposición moral que es propia del género humano. Causa moral que es […], en primer término, el derecho de un pueblo a no verse impedido por otros poderes a darse una constitución política a su gusto
El conflicto de las facultades
¡Tú eres aquel que, en alianza mutua,
unidos por un plan, por ideales,
por idéntico azar y una esperanza,
a la gloriosa empresa te sumaste
junto a mí aquella vez! Ahora nos une
en hado similar el infortunio:
ya ves desde qué altura y en qué sima
tan profunda nos hemos sumergido.
[...]
Pero no ha de importar; pese a los males
que me pueda infligir quien me ha vencido,
yo nunca he de cambiar ni arrepentirme,
[...]
sensible a las ofensas y a la injuria
que a plantar cara a Dios me condujeron,
llevando tras de mí al atroz combate
un batallón de Espíritus enorme
que el reino celestial menospreciaron,
prefiriéndome a él y combatiendo
con adverso poder el poder sumo
en indecisa lid por las llanuras
del Cielo, hasta mover su regio trono.
¿Qué importa fracasar en la batalla?
No todo se perdió si mantenemos
esta sed de venganza y este empuje,
este odio sin fin y esta entereza
que no se ha de rendir ni someterse.
¿Quién puede proclamar que me ha vencido?
[...]
La experiencia adquirida, igual armados,
con mayor precisión y fundamento
podemos combatir, en guerra eterna,
a ese gran enemigo, que ahora triunfa
[...]
como eterno tirano de los Cielos
Paradise Lost, I, vv. 84-124
Que inunde las calles la crecida,
que la crecida inunde los caminos,
la multitud, vibrando de alegría,
[...]
y cubrió los caminos
e inundó las calles la crecida
Triunfo de Inanna, texto sumerio, vv. 29-54
El 14 de julio es un ejército que sin alistamiento, sin jefe y sin paga, se conforma en el seno de un combate y se organiza mediante un triunfo
Discurso del aniversario del 14 de julio, revolución francesa, año VII
La gran Revolución francesa comenzó con la triunfal proclamación de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano; pero ese derecho, –proclamado para toda la humanidad– no era realmente sino sólo un derecho de clase para aquello que era el ciudadano como código de la burguesía (a saber, el Código Civil). Ese Código de Napoleón, formulación en abreviatura de la naturaleza, real e histórica, de la gran Revolución francesa, revolución burguesa como tal. Proclamado derecho natural como el del ciudadano –el propietario–, como derecho innato estrictamente”. “La burguesía se representa la revolución burguesa, más o menos, como ‘un señor de traje oscuro’ que, bajo el nombre de ‘revolución’, realiza un ‘milagro’ al poner en práctica los principios del derecho natural y al derribar, al mismo tiempo, a los odiados señores feudales, instaurando así la libertad y la garantía de la libertad de la propiedad privada. Si además se producen algunas tensiones, es decir, los calificados como “males de la revolución”, “el terror” y las ejecuciones –unas que ni siquiera se detienen ante la sagrada persona del rey–, constituyen casos desgraciados que habrá que olvidar a toda prisa o, incluso, negarlos, borrarlos del todo de los libros de historia–
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Guillotina I. Pie de imagen
- Armazón del cadalso 1a) tablas 1b) postes 1c) ranura 1d) guarniciones de cobre 1d) travesaño
- La cuchilla
- La hoja
- Los rieles
- La montura
- Banco
- Yugo móvil
- Rodamientos
- Pilón
- Cesto
- Chapa de zinc
- Serrín
- Arrastre
- Cable de tracción
- Muelle
- Freno
- Gatillo
�??Guillotin�?�, en Mausoleum
Celebrando el triunfo, los generales irán tras sus ejércitos
Proyecto para la Constitución
El crimen marchaba en triunfo entre vosotros y lo arrastraba todo con palabras
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
No traicionaremos nunca al pueblo […], vuestra causa es común, y sin él no es posible ser felices. No podríais jamás sobrevivir a la pérdida de la libertad. Vosotros y la causa popular habéis de tener el mismo carro triunfal o la misma tumba
Informe sobre las facciones en el extranjero, 13-3-1794
París en armas era la revolución en armas. Dado que el triunfo de París sobre las fuerzas del agresor prusiano hubiera sido el triunfo del obrero sobre el capitalista –ambos franceses–, […] en el conflicto abierto entre sus deberes nacionales y sus intereses como clase el gobierno de la defensa nacional no dudó un instante en convertirse en gobierno de la traición nacional
La guerra civil en Francia
Cuando triunfa la revolución puede ahorcarse a sus enemigos, pero no se debe pronunciar contra ellos sentencia judicial. En efecto, se puede destruir a los enemigos vencidos, pero no es necesario condenarlos como criminales. Tras una revolución, o tras una contrarrevolución, no hay que aplicar las leyes destruidas contra los defensores de esas leyes. Eso es la vil hipocresía de lo que llaman la legalidad
El capital
Poco importa sin duda si la revolución de un pueblo animoso que hemos visto darse en nuestros días triunfa o fracasa, tal como importa poco si acumula atrocidad y miserias –hasta el punto de que un hombre sensato, que la corregiría en la esperanza de llevarla en la buena dirección, nunca en cambio estaría decidido a intentar la experiencia a dicho precio–; esa revolución, tal como digo, ciertamente encuentra en todo caso en los espíritus de los espectadores (que no hayan entrado en ese juego) una simpatía hacia el intento que casi raya con el entusiasmo, y cuya simple manifestación ya comporta un peligro; dicha simpatía, en consecuencia, no posee otra causa que una disposición moral que es propia del género humano. Causa moral que es […], en primer término, el derecho de un pueblo a no verse impedido por otros poderes a darse una constitución política a su gusto
El conflicto de las facultades