Bastilla
Los hombres hicieron el 14 de julio, las mujeres el 6 de octubre. Los hombres tomaron la Bastilla, las mujeres al rey. Y lo pusieron en manos de París, de la Revolución exactamente.
Les Femmes de la Révolution
Fiesta […] : repetir un ‘irrecomenzable’. No agregar una segunda y una tercera vez a la primera, sino elevarla a la ‘enésima’ potencia […]. La repetición se invierte al interiorizarse […]. No es la fiesta de la Federación la que conmemora o representa la toma de la Bastilla: es la toma de la Bastilla la que festeja y repite por anticipado todas las Federaciones
Diferencia y repetición
La toma de la Bastilla, en cuanto tal, fue la primera de sus celebraciones, fue su primera conmemoración y, por así decir, fue ya el primer aniversario de la toma de la Bastilla
Clio
No monumentos. […] Mazmorras. Un interior de piedra que carece de afuera. Muros impenetrables, mas ni rejas ni fosos. Y el mundo, una jaula, una Bastilla. Y aunque hay luz en esos calabozos –y es difícil decir de dónde viene–, parece que surgiera de la tierra, quizá de unas almenas muy lejanas. Hay guardianes, pequeños como insectos, para vigilar a los cautivos. […] Pero quiénes son éstos y por qué los han encarcelado, eso no lo sabemos […]. El siglo piensa la liberación mientras fantasea las prisiones
�??Gian Battista Piranesi�?�, en Mausoleum
Este siglo, en que se va a exaltar la idea de la libertad, debía comenzar por tomar conciencia del horror de los calabozos de una forma que raya en la obsesión; ya se trate de los torreones del marqués de Sade –donde impera el capricho sanguinario de una secta secreta–, de relatos auténticos o ficticios o de las propias obras de teatro en que se denuncia lo arbitrario de la inquisición y el absolutismo, el tema carcelario reaparece como escenografía o desgracia vivida. Si el primer acto de la Revolución francesa –la toma de la Bastilla– es la destrucción de una prisión, el hecho corresponde claramente a una imagen grabada como a fuego sobre la conciencia colectiva
La invención de la libertad
En su lucha con los teatros populares, la Comédie Française obtuvo del gobierno que se impusiera en los restantes escenarios la absurda obligación de separar con un velo de tul a los actores de los espectadores. El 14 de julio de 1789, la noticia de la toma de la Bastilla le llegó a Plancher-Valcour, director de un teatrito parisino, en plena función, quien, en un patético arrebato, desgarrando el velo con sus manos, gritó: “¡Viva la libertad!” El 13 de enero de 1791 el gobierno revolucionario decretó la libertad de los teatros
La Comédie Italienne en France et le Théâtre de la Foire et du Boulevard, 1570-1791, París, 1902
Ha combatido al pueblo y ha sido vencido. Es un extranjero prisionero de guerra. Habéis visto su ejército, habéis visto sus pérfidos propósitos. El traidor no era el rey de los franceses; era el rey de algunos conjurados. Reclutaba tropas en secreto, poseía sus propios magistrados. Veía a los ciudadanos como esclavos. Es el asesino de la Bastilla, de Nancy, del Campo de Marte, de Tournay, de las Tullerías…
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Los hombres hicieron el 14 de julio, las mujeres el 6 de octubre. Los hombres tomaron la Bastilla, las mujeres al rey. Y lo pusieron en manos de París, de la Revolución exactamente.
Les Femmes de la Révolution
Fiesta […] : repetir un ‘irrecomenzable’. No agregar una segunda y una tercera vez a la primera, sino elevarla a la ‘enésima’ potencia […]. La repetición se invierte al interiorizarse […]. No es la fiesta de la Federación la que conmemora o representa la toma de la Bastilla: es la toma de la Bastilla la que festeja y repite por anticipado todas las Federaciones
Diferencia y repetición
La toma de la Bastilla, en cuanto tal, fue la primera de sus celebraciones, fue su primera conmemoración y, por así decir, fue ya el primer aniversario de la toma de la Bastilla
Clio
No monumentos. […] Mazmorras. Un interior de piedra que carece de afuera. Muros impenetrables, mas ni rejas ni fosos. Y el mundo, una jaula, una Bastilla. Y aunque hay luz en esos calabozos –y es difícil decir de dónde viene–, parece que surgiera de la tierra, quizá de unas almenas muy lejanas. Hay guardianes, pequeños como insectos, para vigilar a los cautivos. […] Pero quiénes son éstos y por qué los han encarcelado, eso no lo sabemos […]. El siglo piensa la liberación mientras fantasea las prisiones
�??Gian Battista Piranesi�?�, en Mausoleum
Este siglo, en que se va a exaltar la idea de la libertad, debía comenzar por tomar conciencia del horror de los calabozos de una forma que raya en la obsesión; ya se trate de los torreones del marqués de Sade –donde impera el capricho sanguinario de una secta secreta–, de relatos auténticos o ficticios o de las propias obras de teatro en que se denuncia lo arbitrario de la inquisición y el absolutismo, el tema carcelario reaparece como escenografía o desgracia vivida. Si el primer acto de la Revolución francesa –la toma de la Bastilla– es la destrucción de una prisión, el hecho corresponde claramente a una imagen grabada como a fuego sobre la conciencia colectiva
La invención de la libertad
En su lucha con los teatros populares, la Comédie Française obtuvo del gobierno que se impusiera en los restantes escenarios la absurda obligación de separar con un velo de tul a los actores de los espectadores. El 14 de julio de 1789, la noticia de la toma de la Bastilla le llegó a Plancher-Valcour, director de un teatrito parisino, en plena función, quien, en un patético arrebato, desgarrando el velo con sus manos, gritó: “¡Viva la libertad!” El 13 de enero de 1791 el gobierno revolucionario decretó la libertad de los teatros
La Comédie Italienne en France et le Théâtre de la Foire et du Boulevard, 1570-1791, París, 1902
Ha combatido al pueblo y ha sido vencido. Es un extranjero prisionero de guerra. Habéis visto su ejército, habéis visto sus pérfidos propósitos. El traidor no era el rey de los franceses; era el rey de algunos conjurados. Reclutaba tropas en secreto, poseía sus propios magistrados. Veía a los ciudadanos como esclavos. Es el asesino de la Bastilla, de Nancy, del Campo de Marte, de Tournay, de las Tullerías…
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Los hombres hicieron el 14 de julio, las mujeres el 6 de octubre. Los hombres tomaron la Bastilla, las mujeres al rey. Y lo pusieron en manos de París, de la Revolución exactamente.
Les Femmes de la Révolution