débil
Alzando a los débiles del suelo,
levantando a los pobres del estiércol,
[…]
destronará a los reyes en su ira […]
y hará caer muchas cabezas.
[…]
Depuso al poderoso de su trono,
mientras elevaba a los humildes.
A los hambrientos los colmó de bienes,
y a los ricos los dejó sin nada.
[…]
Él beberá del curso del torrente.
[…]
Y soplará y fluirán las aguas.
Salmos 112, 109 y 147 y Evangelio de Lucas 1
Y, al haberse hecho fuertes y terribles, abrigaban grandes pensamientos [...], y quisieron abrirse paso al Cielo y subir a atacar allí a los dioses. Entonces Zeus y los otros dioses deliberaban qué debían hacer, pero no encontraban solución, no pudiendo sin más matar a todos exterminando todo su linaje –como a los Gigantes, con el rayo–, porque perderían los honores y sacrificios que hacían los humanos, ni podían tampoco permitir sin más sus insolencias. Tras haberlo pensado, dijo Zeus: [...] “Cortaré a cada uno en dos mitades; así los hombres van a ser más débiles y, al doblarse de ese modo en número, nos serán de más utilidad
Banquete, 190 b-d
El agua que avanza con más fuerza, entra en la que es más débil, la penetra y la atraviesa cual si fuera aire
El libro del agua
La revuelta planeaba sobre el aire. El individuo se disolvía entre la masa, y la masa a su vez se confundía en el seno de un común impulso. Como una ola que arrastra la tormenta, como una fuerza gigantesca […], en mitad de aquel caos despertó la necesidad de un orden nuevo cuyos elementos ya cristalizaban. […] Como la agitación de las fuerzas elementales precedía a la labor de la conciencia […], la necesidad de actuar dejaba atrás todo el trabajo organizativo. Tal la debilidad de la revolución, pero es ahí donde se da su fuerza
Si los hombres, en estado natural, nacen todos iguales en derecho, de hecho en cambio no nacen iguales, dado que la fuerza y el instinto, que también vienen por naturaleza, establecen entre ellos una gran desigualdad de suerte, pese a la igualdad en los derechos; mas su reunión y sus instituciones no pueden tener otro objetivo que mantener de hecho esa igualdad en el derecho, protegiendo al débil de la opresión del fuerte, y sometiendo así la industria de unos a la común utilidad de todos. El error más funesto y más cruel en que ha caído la Constituyente, al igual que la Legislativa y, por fin, que la Convención, al seguir en esto servilmente a los legisladores diferentes que las han precedido, es no haber señalado límites al derecho de propiedad y abandonar al pueblo a las especulaciones ávidas del rico
Manifeste des plébeiens
Las revoluciones marchan siempre desde el crimen hacia la virtud, de la debilidad hacia la audacia. […] Quien hace a medias la revolución no hace más que cavar su propia tumba […]. ¡Sólo con la espada se podrá crear por fin la libertad del pueblo! […] ¡Que la nación se levante en armas! […] ¡Atreveos! Toda la política de la que brota la revolución vive al interior de esa palabra
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
La República Soviética no dejó piedra sobre piedra de las leyes que colocaban a la mujer en situación de sometimiento. Me refiero en particular a las leyes que aprovechaban sobre todo la débil situación de la mujer, para así privarla de derechos y colocarla en condiciones humillantes; es decir, a las leyes de divorcio, la cuestión de los hijos ilegítimos y el derecho de la mujer a demandar jurídicamente al padre del niño para que asegure su sustento
Las tareas del movimiento obrero femenino en la República Soviética
Los intelectuales son tan débiles, y tan sordos sus órganos para escuchar la voz de la razón, que la costumbre esclaviza su juicio más aún que ellos a nosotras. Se encuentran tan acostumbrados a ver las cosas tal como ahora son que no pueden siquiera imaginar que podrían ser de otra manera.
Woman Not Inferior to Man
Del comportamiento actual de la mujer, de su debilidad por un placer que sustituye en ella la ambición y las pasiones que abren y engrandecen noblemente el espíritu, puede deducirse con justicia que la educación que hasta ahora ha recibido, en concordancia con la constitución de lo que es la sociedad civil, solamente ha buscado convertirla en insignificante objeto de deseo y procreadora de bufones
Alzando a los débiles del suelo,
levantando a los pobres del estiércol,
[…]
destronará a los reyes en su ira […]
y hará caer muchas cabezas.
[…]
Depuso al poderoso de su trono,
mientras elevaba a los humildes.
A los hambrientos los colmó de bienes,
y a los ricos los dejó sin nada.
[…]
Él beberá del curso del torrente.
[…]
Y soplará y fluirán las aguas.
Salmos 112, 109 y 147 y Evangelio de Lucas 1
Y, al haberse hecho fuertes y terribles, abrigaban grandes pensamientos [...], y quisieron abrirse paso al Cielo y subir a atacar allí a los dioses. Entonces Zeus y los otros dioses deliberaban qué debían hacer, pero no encontraban solución, no pudiendo sin más matar a todos exterminando todo su linaje –como a los Gigantes, con el rayo–, porque perderían los honores y sacrificios que hacían los humanos, ni podían tampoco permitir sin más sus insolencias. Tras haberlo pensado, dijo Zeus: [...] “Cortaré a cada uno en dos mitades; así los hombres van a ser más débiles y, al doblarse de ese modo en número, nos serán de más utilidad
Banquete, 190 b-d
El agua que avanza con más fuerza, entra en la que es más débil, la penetra y la atraviesa cual si fuera aire
El libro del agua
La revuelta planeaba sobre el aire. El individuo se disolvía entre la masa, y la masa a su vez se confundía en el seno de un común impulso. Como una ola que arrastra la tormenta, como una fuerza gigantesca […], en mitad de aquel caos despertó la necesidad de un orden nuevo cuyos elementos ya cristalizaban. […] Como la agitación de las fuerzas elementales precedía a la labor de la conciencia […], la necesidad de actuar dejaba atrás todo el trabajo organizativo. Tal la debilidad de la revolución, pero es ahí donde se da su fuerza
Si los hombres, en estado natural, nacen todos iguales en derecho, de hecho en cambio no nacen iguales, dado que la fuerza y el instinto, que también vienen por naturaleza, establecen entre ellos una gran desigualdad de suerte, pese a la igualdad en los derechos; mas su reunión y sus instituciones no pueden tener otro objetivo que mantener de hecho esa igualdad en el derecho, protegiendo al débil de la opresión del fuerte, y sometiendo así la industria de unos a la común utilidad de todos. El error más funesto y más cruel en que ha caído la Constituyente, al igual que la Legislativa y, por fin, que la Convención, al seguir en esto servilmente a los legisladores diferentes que las han precedido, es no haber señalado límites al derecho de propiedad y abandonar al pueblo a las especulaciones ávidas del rico
Manifeste des plébeiens
Las revoluciones marchan siempre desde el crimen hacia la virtud, de la debilidad hacia la audacia. […] Quien hace a medias la revolución no hace más que cavar su propia tumba […]. ¡Sólo con la espada se podrá crear por fin la libertad del pueblo! […] ¡Que la nación se levante en armas! […] ¡Atreveos! Toda la política de la que brota la revolución vive al interior de esa palabra
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
La República Soviética no dejó piedra sobre piedra de las leyes que colocaban a la mujer en situación de sometimiento. Me refiero en particular a las leyes que aprovechaban sobre todo la débil situación de la mujer, para así privarla de derechos y colocarla en condiciones humillantes; es decir, a las leyes de divorcio, la cuestión de los hijos ilegítimos y el derecho de la mujer a demandar jurídicamente al padre del niño para que asegure su sustento
Las tareas del movimiento obrero femenino en la República Soviética
Los intelectuales son tan débiles, y tan sordos sus órganos para escuchar la voz de la razón, que la costumbre esclaviza su juicio más aún que ellos a nosotras. Se encuentran tan acostumbrados a ver las cosas tal como ahora son que no pueden siquiera imaginar que podrían ser de otra manera.
Woman Not Inferior to Man
Del comportamiento actual de la mujer, de su debilidad por un placer que sustituye en ella la ambición y las pasiones que abren y engrandecen noblemente el espíritu, puede deducirse con justicia que la educación que hasta ahora ha recibido, en concordancia con la constitución de lo que es la sociedad civil, solamente ha buscado convertirla en insignificante objeto de deseo y procreadora de bufones
Alzando a los débiles del suelo,
levantando a los pobres del estiércol,
[…]
destronará a los reyes en su ira […]
y hará caer muchas cabezas.
[…]
Depuso al poderoso de su trono,
mientras elevaba a los humildes.
A los hambrientos los colmó de bienes,
y a los ricos los dejó sin nada.
[…]
Él beberá del curso del torrente.
[…]
Y soplará y fluirán las aguas.
Salmos 112, 109 y 147 y Evangelio de Lucas 1