¿Colonialismo? ¿Quién dijo colonialismo?

España ante sus pasados incómodos

Mientras en Europa muchos países llevan años repensando sobre su propia historia, su literatura, sus museos, su economía… como elementos sobre los que se ha sustentado el aparato colonial, en España hemos evadido este asunto mirando al pasado con una complacencia exenta de toda crítica y engalanada con mucha mística y mitología. Recientemente el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha vuelto a abrir el melón, a través de su anuncio de descolonizar algunos museos. ¿Ha llegado el momento de abrir las grietas ocultas tras el silencio? Esa necesidad de debatir y de reflexionar sobre esas narrativas históricas fundamentadas en las desigualdades son las que nos llevan a formar esta mesa en la que participan: Sandra Gamarra (artista y representante de España en la Bienal de Venecia 2024), Laura Casielles (escritora y periodista), Emiliano Abad García (UAM y Asociación Española de Historia Pública AEHP) y Théophile Ambadiang (UAM). Jesús Izquierdo Martín (UAM y AEHP) hará el papel de moderador.

Si la historia son narraciones dispares sobre el pasado, sin duda España no es ajena al debate sobre lo acontecido. Las lógicas desatadas tras el anuncio del actual ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ya avanzadas por su antecesor, Miquel Iceta, para reconsiderar el carácter colonial de ciertos museos españoles han movido un avispero donde parecía reinar el consenso, ya no en torno al pasado español vinculado a la guerra y al franquismo, sino a nuestra relación -colonial o no- con territorios extra peninsulares o extraeuropeos. Durante décadas habíamos caminado, casi de puntillas, sobre nuestros vínculos con los otros como si estos vínculos estuvieran apegados a la verdad, sin plantearnos ninguna posibilidad de remover y escudriñar sus costuras. La identidad española parecía ajena a cualquier contestación, anclada en un 12 de Octubre que hacía esencial su misma ahistoricidad. No hay ni hubo ni habrá fricciones entre españoles. Cierto: podía haber algunos otros en la Península -inmigrantes, gitanos, negros, moros, chinos-, pero eran sujetos procedentes del exterior y no formaban parte del “afuera constitutivo”, de eso que hemos construido como nuestro espejo identitario, América.

Ahora bien, la onda expansiva de la movilización desatada en Estados Unidos tras el asesinato del afrodescendiente George Floyd no ha dejado incólume a los europeos. Desde mayo de 2020, el movimiento Black Lives Matter desplegó su indignación en torno al esclavismo y al colonialismo, obligando a algunos gobiernos a repensar su relación colonial -en especial con África-, en forma de solicitudes de perdón, devolución de piezas culturales tomadas a sus legítimos propietarios o reconfiguración de museos coloniales de acuerdo con una propuesta de revisión de los arquetipos generadores de subalternidad. Es más, es muy probable que los compromisos con la descolonización del nuevo plan del ICOM (Consejo Internacional de Museos) de 2022-2028 se hayan visto afectados por esta oleada de reconsideración de lo colonial.

España, desde luego, no ha quedado al margen, ni de la oleada social ni del impulso institucional. Como hemos señalado, no es ajena al debate sobre el pasado; pero sí lo es en relación con ciertos pasados. Ha costado años, por ejemplo, abrir un verdadero debate social en torno al franquismo y su represión genocida; pero hay otros pretéritos que se niegan a ser centrales en la discusión pública. El del colonialismo es uno de ellos, básicamente porque una gran parte del pensamiento conservado -no solo- y sus medios afines rechazan interpretar ese pretérito como colonial. España tuvo virreinatos en un entorno institucional de monarquía católica para el cual nunca hubo subordinación extractiva de recursos procedentes de aquellos territorios ultramarinos. Nunca hubo colonias. Y de lo que no existe, mejor no hablar. Debate concluido. Si alguien lo coloca en la esfera pública, aún cabe un recurso de carácter moral que asume una virtuosa aceptación epistémica: la historia no está hecha para juzgar el pasado, simplemente para explicarlo. De manera que, ¿para qué juzgar con los ojos de hoy lo acontecido hace quinientos años? No hay colonialismo y, si lo hubiera, para qué juzgarlo. Dejemos las cosas como están y seamos felices con un recuerdo levantado sobre nuestras glorias.

Este debate pretende establecer un diálogo sobre ese pasado incómodo porque tensa las costuras del texto hegemónico actualizado cada 12 de octubre. Hagamos del punto final un punto seguido a partir del cual continuar pensando en nuestra particular identidad.

Este evento ha finalizado
Fecha:
22.05.2024
Horario:
19h
Sala:
Sala Valle-Inclán
Precio:
Entrada libre hasta completar aforo
Organiza:

Casa de Velázquez
Asociación Española de Historia Pública
UAM
Círculo de Bellas Artes