El cuarto de Vanda (No quarto da Vanda)
«En el cuarto de Vanda Costa relató los infortunios y los grandes hechos de los pequeños de este mundo. Lo hizo en la noble lengua de la tradición realista de narrativa cinematográfica inaugurada por Griffith a inicios del siglo pasado. (…) Al descubrir a Vanda y el barrio de Fontainhas, Costa encontró su necesidad íntima, su inquietud y su método. (…) Y así el cine conoció uno de sus últimos renacimientos en un suburbio de Lisboa, entre las paredes de una habitación verde. Costa fue el primero que colocó una pequeña cámara de vídeo digital a la altura de Ozu y de Straub para extraer de ella las luces de Tourneur y reanimar en la pantalla la energía primitiva del cine.» (Cyril Neyrat)