Geografía humana
Uno de los objetivos de Los Archivos del Planeta era servir como fuente de documentación en el estudio del ser humano. Éste debía aparecer en relación directa con el lugar que lo acoge, mostrando la correspondencia que existe entre cada individuo y su entorno. La idea aparece ya reflejada en La geografía humana, libro escrito por el director científico de Los Archivos del Planeta, Jean Brunhes, en 1910: “El conjunto de los hechos en que participa la actividad humana, forma un grupo verdaderamente especial entre los fenómenos superficiales de nuestro planeta; al estudio de esta categoría de fenómenos geográficos damos el nombre de geografía humana”. Pero en contra de la tradición de la disciplina geográfica académica, que era siempre de carácter monográfico y sustentada en un estudio muy intenso de campos reducidos, el objeto de estudio, en este caso, se concebía como el despliegue de una amplísima panoplia geográfica a partir de un tema dado. Esto permitía una aproximación de carácter comparatista que incidía en la forma en que un elemento determinado (por ejemplo, de carácter geológico) producía variantes. Así era posible, además, observar las consecuencias de dichas variaciones sobre el fenómeno estudiado (que podía ser de orden arquitectónico, etnográfico, paisajístico o cultural). Desde esta perspectiva, las fotografías y los filmes constituían el material que permitía clasificar y comparar los fenómenos con precisión, revelar las relaciones reales entre el medio específico y las producciones de los hombres que en él vivían.