Los retratos, tanto individuales como colectivos, suponen una buena parte de las imágenes que conforman Los Archivos del Planeta. Con respecto a este género, se invitaba a los operadores a salirse del registro neutro de los tipos físicos para tratar de captar una realidad social y, al tiempo, psicológica. Se escogían con delicadeza las expresiones de la persona o grupo, las actitudes, los movimientos imperceptibles de los cuerpos, las miradas. Así sucede en multitud de retratos tomados a bailarines, actores, comerciantes, soldados… Individuos anónimos, en su mayoría, que posaban para los operadores en lugares que van desde Argelia a Sevilla, de Montenegro a Luxor, Pekín, París… Por el hecho mismo de adoptar esta perspectiva, aquí también resulta inevitable el afloramiento del componente melancólico en la misión de Kahn. Esos rostros, esos cuerpos en soledad o en grupo, con su carácter único e insustituible, han aparecido por un instante ante el objetivo fotográfico para luego volver a desaparecer en el remolino de la historia.

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