Arranca con el mes de febrero un nuevo ciclo en el Cine Estudio, dedicado a uno de los maestros indiscutibles del cine norteamericano, John Ford. Decimotercer hijo de una familia de emigrantes irlandeses (origen que el realizador siempre llevó con orgullo), Ford arrancó su carrera como actor en el cine mudo y terminaría firmando una filmografía de más de centenar y medio de títulos como realizador.
El ciclo se centra en la etapa madura del cine de Ford, arrancando con El delator (The Informer, 1935), película número ¡85! de su filmografía y cinta clave para la carrera del cineasta por ser aquella con la que se asienta definitivamente en la primera línea del cine americano, reconocimiento materializado al recoger gracias a ella el primero de sus cuatro Oscar de la Academia como mejor director. Para el espectador del Cine Estudio, la película presenta un interés añadido, pues tanto su planteamiento como su aspecto visual son deudores directos del cine de Murnau, realizador muy admirado por Ford y recientemente revisado en la pantalla de nuestra sala.
Escena final de Centauros del desierto
A partir de aquí se sucederán los títulos clave del cine de Ford. Podremos ver en el Cine Estudio su gran adaptación a la pantalla de la gran novela de John Steinbeck Las uvas de la ira (Grapes of Wrath, 1940) -cinta de tintes abiertamente sociales que vuelve a poner en entredicho el falso estereotipo de Ford como director reaccionario-; la primera cinta con la que Ford ganó el Oscar a la Mejor Película, ¡Qué verde era mi valle! (How Green Was My Valley, 1940) -pese a competir aquel año con nominados como Ciudadano Kane, El halcón maltés o El sargento York-; dos de los westerns que cambiarían radicalmente el recorrido del género, Pasión de los fuertes (My Darling Clementine, 1946) y El hombre que mató a Liberty Valance (The Man Who Shot Liberty Valance, 1962); una de las principales colaboraciones de Ford con su actor-fetiche, John Wayne, en Escrito bajo el Sol (The Wing of Eagle, 1957); la ácida mirada sobre el panorama político americano que supone El último hurra (The Last Hurrah, 1958); dos de las películas de Ford más conocidas y aclamadas popularmente, El hombre tranquilo (The Quiet Man, 1952) y La taberna del irlandés (Donovan’s Reef, 1963); o el western definitivo de Ford, considerado por el American Film Institute como la mejor película de la Historia, Centauros del desierto (The Searchers, 1956). Todas ellas en pantalla grande y en versión original subtitulada hasta el día 20 de febrero.
Consultar el calendario de proyecciones.
¡Viva el decimotercer hijo!, ¡viva el cine estudio!
Creo que la película que mas me gusta de Ford es sin lugar a dudas, “el hombre que mato a Liberty Valance”, pero “Centauros del desierto” no se queda corta. En definitiva Jonh Ford es un grande del cine!
Uno de los genios del western, al que ha seguido señores como Eastwood, Sergio Leone y Ennio Morricone; aunque sea en diferentes ámbitos.
¡Buen ciclo que se va a montar!
Magnífico post sobre Ford. Me pasaré a alguna proyección, y si puedo a más de una.
¡El baquero que se convirtió en actor!
“Centauros en el desierto” me parece una gran pelicula
mi película favorita de jonh ford, también es “el hombre que mató…” un grande sí señor
buen blog 🙂
Esto pasa hasta en las mejores familias numerosas irlandesas.
una pasada sin duda!!!!
Ayer estuve viendo El hombre tranquilo, una de mis películas favoritas, que veo y reveo en dvd y nunca había visto en cine. Cuál fue mi decepción al encontrarme con que la copia estaba destrozada: NO TENÍA COLOR, todo en sepia, los espléndidos campos verdes irlandeses era de un parduzco desértico, y además con continuos cortes. Por favor, ese tipo de cosas hay que cuidarlas!
Como he disfrutado con este ciclo. Jhon Ford sigue siendo mi heroe, un rompedor para su epoca. Un lujo volver a ver sus peliculas en 35 mm, no hay nada como la celulosa.Gracias por recuperar estas peliculas, me perdí el estreno en su epoca.
Queremos otro ciclo de John Ford!!!!!!!!!