Rafael Llano y el compromiso de Tarkovski

Rafael Llano, profesor de la Facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid y autor de Andréi Tarkovski. Vida y obra, pronunció la conferencia de los #lunesalCírculo Ni la política ni los grandes inquisidores, solo la cultura buscada personalmente nos podrá salvar en torno a la exposición Andréi Tarkovski y El espejo. Estudio de un sueño, que puedes ver en el Círculo hasta el 27 de enero de 2019, y que se complementó con un ciclo de cine con todas sus películas hasta finales de 2018.

Imagen del rodaje de El Espejo, cedida por el Instituto Internacional Andréi Tarkovski.

Llano analizó la filmografía de Tarkovski relacionándolas con las claves de su cine, que básicamente están alineadas con una forma de pensar y una forma de vivir próxima a la inteliguentsia rusa, una élite intelectual que tenía como fin en la vida la propagación de la cultura y las artes. «Un intelectual en Rusia era una persona que consideraba la cultura y la expresión artística, como lo más elevado. Eran personas que comprendían el presente y el pasado para leer así el futuro y lo sacrificaban todo por ello, aunque eso les marginara socialmente». El cine de Tarkovski podríamos decir entonces, está comprometido con el espectador, y se anticipó al futuro, lo que hizo que hoy en día no haya perdido vigencia.

Tarkovski estaba obsesionado con la respuesta del público a sus películas y guardaba las cartas en las que recibía comentarios, algunas de las cuáles se pueden ver en la exposición traducidas. Para él, la libertad creativa del cine era un compromiso con la sociedad en que vivía. En esa tarea comprometida explicaba: «Lo trágico es que no sabemos ser realmente libres […] Que no se me entienda mal: estoy hablando de la libertad en el más alto sentido ético del término. No estoy queriendo polemizar contra los indiscutibles valores que caracterizan a las democracias occidentales. […] Pero también bajo las condiciones de esas democracias surge el problema de la falta de espiritualidad y de la soledad de los hombres. A mí me da la impresión de que en la lucha por las, sin duda, importantes libertades políticas, el hombre moderno ha olvidado aquella libertad de que disponían los hombres de todos los tiempos: la libertad de ofrecerse en sacrificio, de darse a sí mismo a su época y a su sociedad.» (1). Quizás ahí podemos encontrar muchas respuestas que surgen en películas como Sacrificio o Solaris.

Lo cierto es que ese alejarse de “lo popular”, del producto cinematográfico de éxito, no le hizo llegar a tener un público masivo, pero sí muchos seguidores fieles y reconocimiento internacional, que quizás hoy, visto como un director de culto, sea más amplio de lo que pudiera imaginar (3). Un tema que nos aproxima al debate del producto cultural y su consumo y a la lucha de muchos centros culturales por mantener la identidad y esas convicciones culturales frente a los gustos más extendidos. Hoy, lejos de lo que se pudiera pensar, la tecnología sí que ayuda, en ocasiones, a aproximar productos culturales a priori minoritarios a grandes públicos potenciales que, de otra manera, jamás habrían conocido. Algo de lo que hablaba hace unos meses nuestro director, Juan Barja, en la presentación de la temporada del CBA.

 

Otra característica que destacó Llano en su conferencia es el antibelicismo del cineasta. «Tarkovski fue antibelicista. Su infancia se interrumpió por la guerra y su padre tuvo que marchar al frente. El ideal infantil destruido por la guerra lo marcó toda la vida y solo con imágenes lo refleja en La infancia de Iván» Rafael Llano. Esa sensibilidad también se puede palpar en las escenas de los españoles en El espejo, que fue incluída en la película después de que Tarkovski escuchara la historia de los niños de la Guerra Civil por boca de su amigo Ángel Gutiérrez. La traumática despedida de los niños en el puerto de la película guardan un paralelismo con las lágrimas que Ángel y su hermana mayor derramaron después de que a su hermana pequeña no la dejaran subir al barco chino que los llevaba a Leningrado escapando de los horrores de la guerra. «Pero Tarkovski  —apuntaba Llano— sabe que ante la violencia y el horror hay un mundo de belleza que oponer. Uno viene de los sueños y otro de la naturaleza misma. Quizás por ese acoplamiento del cine a los ritmos naturales rodaba la ficción como un documental».

Tarkovski salió de la URSS sabiendo que eso le costaría, muy probablemente, no volver a ver a su hijo —de hecho solo lo volvió a ver por intercesión de Miterrand justo antes de morir—. El proyecto soviético para él, estaba acabado, como confirmó Llano en esta conferencia. Sin embargo, tampoco se encontraba del todo a gusto en Italia. «Hoy he pecado, me he comprado unos zapatos, escribió una vez —contó Llano—. No entendía el consumismo ni el amor a la ciencia de Occidente. Miedo, dinero, entretenimiento e incultura era lo que veía y le preocupaban. Lo cuenta en Sacrificio».

No debió ser fácil para Tarkovski encontrarse extraño entre dos aguas: una Unión Soviética que agonizaba y que era una sombra de lo que fue culturalmente; y un mundo occidental sumido en el consumismo y el fast food, aplicado no solo a lo alimenticio. Su desazón y su lucha también están reflejadas en este párrafo suyo que rescatamos de su Martirologio y que también se recoge en Narraciones para cine (2):

[…] todo lo que la humanidad destaca como una nueva manera de conocer el mundo, a mí me parece un intento de explicarlo con métodos inadecuados. No puede ser cierta la fórmula E = mc2, puesto que no puede existir el conocimiento positivo. Nuestro saber es sudor, excrementos, es decir, las funciones que acompañan la existencia y que no tienen ninguna relación con la Verdad. […] El conocimiento de la verdad se consigue con el corazón, con el alma.

No cabe duda que cada apartado de esta conferencia que te invitamos a ver, nos podría introducir en mil y una reflexiones en torno a la creatividad en general, al cine, al arte, a las audiencias y los públicos, a la moral… Tarkovski era mucho más que un director de cine al uso, era un auténtico activista de la cultura.

Entrevista con Rafael Llano en Radio Círculo

 

PRÓXIMAS CONFERENCIAS SOBRE TARKOVSKI en los LUNES, AL CÍRCULO (entrada libre)

14 enero a las 19:30h.: Conversación entre Ángel Gutiérrez, amigo de Tarkovski y dramaturgo, y José Manuel Mouriño, comisario de la exposición.
21 enero a las 19:30h.: Jean Christophe Bailly, El vértigo de la imagen.

 

MATERIAL CONSULTADO

Conferencia de la charla de los Lunes Al Círculo de Rafael Llano.

Exposición Andréi Tarkovski y El espejo. Estudio de un sueño.

Catálogo homónimo de la exposición de Tarkovski en el CBA (descargable).

(1) Esculpir en el tiempo. Andréi Tarkovski.

(2) Narraciones para cine. Guiones literarios. Andréi Tarkovski. Editorial Mardulce.

(3) Radio Círculo. Entrevista a Rafael Llano y Manuel Asín en Ecos del Círculo.

Todas de las reflexiones del profesor Llano están recogidas en su libro Andréi Tarkovski. Vida y Obra, Mishkin Ediciones.

 

La nueva temporada 2018-2019 del CBA

El Círculo de Bellas Artes cuenta con una programación para la temporada 2018-2019 en la que continúa con sus citas habituales, como EÑE, Pública, el Baile de Máscaras, la Noche de Max Estrella, las Noches Bárbaras, la Lectura Continuada del Quijote, Con Ciencia en la Escuela, PHotoEspaña, Teatralia, Jazz Círculo, Los Lunes, al Círculo… y además, suma, como novedades, dos propuestas en las que las nuevas tecnologías son protagonistas, como el Espacio VR de cine virtual o Van Gogh Alive The Experience, así como una nueva iniciativa, Círculo Solidario.

VANGUARDIA AUDIOVISUAL

El CBA, en su afán por abrirse también a las nuevas formas de expresión que atiende en la Escuela SUR, ha inaugurado ya su #espacioVR, el primer cine virtual 360º e inmersivo de España. Tras un primer programa de toma de contacto, llega la hora de meternos de lleno en harina con el II programa, Dark Corner, que nos propone tres experiencias en las que la oscuridad y el miedo son las protagonistas.

Además, de cara a 2019, tendremos Van Gogh Alive – The Experience que combina 3.000 imágenes en movimiento, luz y música para sumergirse de lleno en el universo del artista neerlandés. Una experiencia que gracias a la tecnología SENSORY4TM hace que las obras del pintor cobren vida en un espectáculo multimedia de lo más interesante.

ARQUITECTURA

Dentro de este apartado, el CBA ya ha comenzado la nueva temporada con la inauguración de la exposición del sueco Lars Lerup que con Parque móvil nos introduce en una inquietante reflexión en torno a los objetos, al urbanismo, a la vivienda y espacio íntimo, y que se adentra en los campos de la arquitectura, el diseño, la literatura y la filosofía.

En 2019 Teoría de la Arquitectura hace un recorrido por célebres imágenes del pensamiento arquitectónico, incluyendo trabajos de Aldo Rossi, Peter Eisenman, Le Corbusier o Pirro Ligorio, entre otros.

Esta temática también tiene cabida en Cine Estudio con la proyección y debate en torno a Mies on Scene, y sigue explorando estos terrenos a lo largo del mes de octubre, Mes de la Arquitectura, con el I Ciclo Arquitectura, Ciudad y Cine, que proyecta películas, a las que siguen coloquios vinculados a la arquitectura y el urbanismo, disciplinas que influyen decisivamente en las relaciones sociales y la forma de hacer política en las urbes, así como en el cine.

PSICODELIA Y SUEÑOS

La exposición Psicodelia en la cultura visual de la era beat, 1962-1972 analiza la influencia de la psicodelia en el diseño gráfico de esos años, a través de portadas de discos, carteles, revistas, libros y folletos que destacan por su valor artístico o por su significado en la historia de la música.

Cine Estudio, coincidiendo con las fechas expositivas, presenta Pon tu mente al sol, ciclo vinculado que cuenta con películas como Vértigo, Las margaritas, El fantasma del Paraíso o Suspira.

Además, Los lunes, al Círculo, completa el cóctel psicodélico con distintas conferencias y debates en las que participan: Diego Manrique (periodista), Kiko Amat (escritor), Juan Carlos Usó (sociólogo e historiador) y Pau Riba (músico).

Andréi Tarkovski. Zerkalo: Estudio de un sueño nos muestra fotografías de rodaje, cuadernos de trabajo, bocetos y manuscritos extraídos de los archivos documentales del instituto Andréi Tarkovski de Florencia en relación a El Espejo (Zerkalo) en el que el cineasta ruso explora un sueño recurrente que le lleva a una labor de introspección sobre los intentos infructuosos de recuperar el pasado.

En Los lunes, al Círculo aprovechamos la exposición como motor de arranque para hablar de aspectos que subyacen de ella. Así, el prestigioso profesor de filosofía Carlos Ruta nos habla de poesía y mística; y tenemos otras conferencias aún por confirmar. Y, por supuesto, en Cine Estudio, tenemos ciclo Tarkovski, en el cual hay películas como La infancia de Iván, Solaris, El Espejo, Nostalgia o Sacrificio, entre otras. Muchas de ellas cuentan con presentaciones y diálogos cinéfilos.

FOTOGRAFÍA

Creadores de conciencia es una exposición auspiciada por el Programa de de Responsabilidad Social de DKV, que cumple su XX aniversario y que pone el foco en el fotoperiodismo a través del trabajo de 40 fotorreporteros.

Ya en junio de 2019 comenzará una nueva edición de PHotoEspaña, en la que volveremos a disponer de diversas muestras fotográficas.

DISEÑO GRÁFICO

El diseño gráfico también está presente hasta el 18 de noviembre con la exposición Armando Milani. Pósters y logos que, programada dentro de Madrid Gráfica 2018, puedes verla dividida entre La Azotea del CBA y La Pecera.

LITERATURA

El Festival Eñe vuelve a convertirse en una referencia dentro de los festivales literarios de España. El CBA acoge dos jornadas los días 19 y 20 de octubre en los que veremos pasar a cientos de autores que conversarán entre ellos, recitarán poesía, desarrollarán talleres… Este año vuelve a ser gratuito con entrada libre hasta completar aforo, es más internacional y lo dirige Luisgé Martín.

En relación a la literatura, pero también lindando con la filosofía, el poeta Jordi Doce comanda el seminario Soledades, organizado por el Ayuntamiento de Madrid a través del Foro Internacional sobre la Soledad, la Salud y los Ciudadanos.

En cuanto a las novedades editoriales del CBA, publicaremos cuatro libros de la colección Utopías, así como catálogos y Hegel: Lógica y constitución, un volumen colectivo dirigido por Félix Duque con artículos de Bernard Bourgeois, José Luis Villacañas, Vicenzo Vitiello, entre otros.

Y para terminar en este apartado, cabe destacar, cómo no, la XXIII Lectura Continuada de El Quijote, cita ineludible que coincide con el Día del Libro y la visita del Premio Cervantes.

FORMACIÓN

El CBA ofrece, un año más, una oferta formativa interesante para los más jóvenes con talleres infantiles y juveniles de teatro y cine, que ofrecen a sus alumnos acabar con el miedo escénico, explorar su creatividad y, cómo no, aprender de una manera lúdica. Para los papás y mamás también es atractivo, ya que mientras sus hijos están en el taller, ellos pueden beneficiarse de las ventajas de socio del CBA (entrada libre a biblioteca, exposiciones, azotea; descuentos en conciertos, cine, restauración…). También hay talleres para los adultos de shodo, cine documental, pintura coreana, retrato, color, etc.

 

La Escuela SUR, de la que sus alumnos ya empiezan a despuntar, sigue contando con el Máster en Artes y Profesiones Artísticas, con título de la Universidad Carlos III, así como de un curso superior. Sus profesores, además, son de lo mejor en cada área.

Y en verano, también con la Carlos III, volveremos a desarrollar la Escuela de las Artes, que cada año plantea un buen número de cursos y talleres de una semana de duración y temáticas de lo más atractivas y diversas.

En este aspecto formativo, hay que hablar de Pública19, un congreso en el que podemos aprender mucho de la mano de los mejores gestores culturales locales e internacionales.

MÚSICA Y DANZA

El sello Jazz Círculo llega a su XXI edición, que abre con Shay Zelman Trío y a los que secundan bandas de renombre en el sector como: The Machetazo, Maureen Choi Quartet, Abe Rábade Trío, Javier Colina Cuarteto, Jorge Pardo Trío o Luis Verde Quartet, entre otros.

Aún por cerrar están los programas de METACÍRCULO y Frontera Círculo, que ya iremos anunciando a medida que los cerremos. Pero también tendremos otros conciertos de grandes artistas como, por ejemplo, Jean-Michel Blais o la fadista Cristina Nóbrega.

En el apartado de danza, en octubre llega Hung Dance dentro de Made in Taiwan. Taiwán en el Círculo V, que interpreta la pieza Boundless. También de Oriente viene el espectáculo Hierba Salvaje, del Teatro de Danza de Beijing, que se representa el 16 de diciembre.

Las Noches Bárbaras en 2019 vendrán reforzadas este año con un ciclo de cine, It’s only rock n roll (but I like it), documentales musicales de difícil acceso para los espectadores.

TEATRO

Utakatana Sekai. Espíritu samurái es un espectáculo que combina música de la pianista y vocalista Mika Kobayashi con el arte de la espada samurái a cargo del grupo Kamui. De Japón también tenemos la actuación en dos días de Circo de Sastre con un género distinto en el que mezclan música en directo, circo y un montaje en el que cobra mucha predominancia la sastrería.

NIÑOS

Los niños tienen su espacio en el CBA con el ciclo Juego de niños, habitual de Navidad, que este año nos trae Alicia en el País de las Maravillas y Pintamúsica, ambas de la Cía. Viu el Teatre. También en marzo regresa Teatralia XXIII con Mario, el dinosaurio.

Además, en diciembre comienza el plazo de presentación de proyectos para Con Ciencia en la Escuela, la feria de las ciencias y la tecnología de las escuelas madrileñas, que regresa en marzo para dejarnos a niños y a mayores con la boca abierta.

En cine acogemos una nueva edición de Mi primer festival de cine, que proyecta películas animadas para los peques de la casa.

CINE

En Cine Estudio sigue la programación variada que conjuga ciclos clásicos y estrenos. Destacamos los ciclos vinculados a las exposiciones o los de los Cuentos de Cine, así como otros festivales que acogemos. Tenemos ciclos de: Tarkovski, Psicodelia con Pon tu mente al sol, el I Ciclo Arquitectura, Ciudad y Cine, cine argentino restaurado, el de Manuel Puig y el Cine dentro del Festival Eñe, cine taiwanés, los festivales Lux, TCM, Cine por la Paz, Cine por mujeres, Filmadrid, Cinema Pride, Semana del Corto… Así como ciclos de autor como los de Jean Vigo, David Perlov, Guy Debord, Bill Douglas, Kenji Mizoguchi…

CÍRCULO SOLIDARIO

Cada año el CBA recibe propuestas muy interesantes de ONG’s cuya importante labor social no siempre llega al gran público. Queremos poner algo de nuestra parte para que esto ocurra, así que pondremos algunos espacios del CBA a su disposición para que puedan crearse grupos de trabajo, conferencias, debates o simplemente expongan su actividad. Con una periodicidad mensual, todas ellas serán con entrada libre.

Inauguramos el 29 de octubre con la Asociación de Colaboradores con las Mujeres Presas (ACOPE).

 

Wim Wenders – Sam Shepard: una misma mirada a ambos lados del Atlántico

El 27 de julio de 2017 fallecía en Kentucky el escritor, dramaturgo, guionista, actor y músico, Sam Shepard. Es un buen momento para recordar París, Texas (1984), película dirigida por Wim Wenders, guionizada por él, que obtuvo una excepcional acogida en festivales, principalmente en Cannes donde se llevó la Palma de Oro, el FIPRESCI y el del Jurado Ecuménico. «Ha sido una experiencia fantástica. La mejor experiencia de trabajo posible sobre un guión. Teníamos muchísimos sentimientos en común, era sorprendente. Incluso con la música», decía Shepard sobre la magnífica relación que tuvo con Wim Wenders preparando la película.
Sin embargo, el director alemán, tenía una espinita clavada, ya que aunque insistió, Shepard no quiso saber nada de protagonizarla: «Tener a Sam Shepard delante de la cámara, siempre ha sido mí sueño como realizador. Al tiempo de Paris, Texas le rogué de rodillas, interpretar la película, pero se negó».

Fue imposible entonces, pero más de 20 años después, la cuenta pendiente quedó saldada. En Llamando a las puertas del cielo (2005), Sam Shepard sería el protagonista junto con la que era su pareja por entonces, Jessica Lange. «Esta vez no hubo necesidad de hacerlo, fue él que se propuso como protagonista. Tenía miedo por los aspectos más cómicos, pero él se enfrentó a ellos muy bien».

Shepard y Wenders estaban predestinados a trabajar juntos. Lo supieron en cuanto confrontaron algunas de sus pasiones preparando el guion de París, Texas. «Una vez hicimos un viaje en coche hacia Los Ángeles, yo llevaba conmigo un montón de casetes y Wim otro tanto, y muchas veces contenían exactamente los mismos temas, blues difíciles, otros para iniciados, como Skip James y cosas similares. Pero no es que fueran simplemente temas de Skip James, es que eran exactamente los mismos temas de Skip James».

Poco antes de aquel viaje, el director alemán ya había rodado The soul of a man, una de las películas incluidas en la colección The Blues de Scorsese y claro, en ella no solo estaba Skip James, sino otros músicos más como J.B. Lenoir, Cassandra Wilson o T Bone Burnett entro otros muchos. De esta colección de 7 películas, Wenders es el único no anglosajón –de los 7, uno era británico y el resto estadounidenses, a excepción de él– elegido para dirigir una de las películas sobre blues, uno de los géneros musicales más puramente americanos. «Wenders ha sido uno de los directores europeos con mayor fascinación por la iconografía popular de Estados Unidos, y también por las imágenes que de aquella sociedad nos han dado pintores y fotógrafos, de Walker Evans a Edward Hopper, como demuestran, las mencionadas París, Texas (1984), Llamando a las puertas del cielo El hotel del millón de dólares (2000)», escribía Juan Miguel Hernández León.

Otra de sus pasiones comunes eran las películas del Oeste, de hecho en Llamando a las puertas del cielo Shepard hacía de viejo actor protagonista de westerns «con Sam Shepard comparto la pasión por las películas de vaqueros. Al principio ya sabíamos dónde se rodaría la película. Montana, Utah, Nevada. Pero la Monument Valley perdió su alma. Crecí en Alemania mirando estas películas que mostraban paisajes del Oeste americano. Me enamore de ellos. Cuando los visité comprendí que eran el lugar ideal, el lugar donde me sentía en casa. Son paisajes de patrimonio universal, pertenecen a todos».

En esta película tanto Sam Shepard como su pareja Jessica Lange y el resto de equipo fueron retratados durante el rodaje por Donata Wenders, quien trabajaba ya con su marido como fotógrafa de set desde 1995. Y precisamente el Círculo de Bellas Artes expuso Como si fuera la última vez, de finales de 2010 a principios de 2011, una muestra fotográfica acompañada de textos de la pareja en la que se mostraban trabajos realizados desde 1995 en las películas: El tiempo con Antonioni [Mas allá de las nubes], El final de la violencia, El hotel del millón de dólares, Buena Vista Social Club, Llamando a las puertas del cielo y Palermo Shooting. La labor de Donata era la de fotografiar las preparativas que ayudan a calibrar la luz, el ángulo, el grano de la imagen y otros detalles, así como otras de las pausas de los rodajes. Ese trabajo expuesto también está ampliado en el catálogo homónimo de aquella muestra, incluyendo además fotogramas escogidos por el director, así como otros textos de Wim, Donata o Isabel Coixet y Cristina Carrillo de Albornoz.

Textos utilizados procedentes de:

Descárgate Como si fuera la última vez aquí.

«París, Texas», texto de Sam Shepard incluido en el dossier Wim Wenders en la revista Minerva 13.

 

Entre falsos anda el juego: Orson Welles, Elmyr de Hory y Clifford Irving

Este mes de julio dentro del ciclo Cuentos de cine de Cine Estudio del CBA programamos Fraude (F for Fake!), de Orson Welles que se marca un fake cinematográfico en toda regla en forma de falso documental centrado en el falsificador y pintor Elmyr de Hory y en su biógrafo Clifford Irving, quien se hizo conocido también por ser condenado a dos años de cárcel por escribir una biografía falsa de Howard Hugues.

Entre falsos anda el juego, podríamos decir. Orson Welles, ya sabía lo que era quedarse con la gente tras provocar en 1938 la alarma y el pánico en EEUU adaptando La Guerra de los Mundos de HG Wells a un informativo radiofónico que contaba con pelos y señales cómo los alienígenas conquistaban la Tierra. Y ahora se lanzaba en 1973 a problematizar en torno a la autoría en el arte, a la identidad y la copia, contando la historia de Clifford Irving y Elmyr de Hory con una película que ya tuvimos la oportunidad de ver en 2013 con motivo de la exposición Elmyr de Hory. Proyecto Fake.

No tengo claro que Elmyr de Hory fuera consciente de la cantidad de debates que surgirían en torno a sus falsificaciones. Realmente De Hory tenía un don, si no, jamás se habrían vendido alrededor de 1.000 obras entre particulares, coleccionistas, marchantes y museos. Decía que pintaba «a la manera de» y con esa premisa lo hacía imitando a Picasso, Modigliani, Renoir, Degas… «Nunca he copiado ninguna obra. ¿Quién osaría decir que la interpretación no forma parte del mundo del arte?», decía en una entrevista en Le Figaro Litteraire con André Brincourt 1. Y continuaba: «Y si la pintura de los otros que hago contiene un cierto acento que solo me pertenece a mí, es precisamente porque por coquetería conservo respecto a ella una cierta distancia». Un jetilla. Pero aquí te propongo un juego. A continuación tienes a Jean Hébuterne, modelo de Modigliani, a la que el artista retrató en numerosas ocasiones. Uno de ellos está falsificado. ¿Sabrías decir cuál? Al final del texto doy la solución.

 

Pero ¿te imaginas que alguien como Elmyr de Hory hubiera sabido imitar a un desconocido y que finalmente la fama y las ventas millonarias fueran para él? En ese caso, ¿podría ponerse en duda también su valía presuponiendo que el original nunca fue capaz de vender un cuadro o al menos ser valorado positivamente por un experto? ¿Qué hace buena a una obra en cualquier caso? ¿Es la firma la que prevalece sobre cualquier obra de arte? ¿Necesitamos de la certificación de que algo es bueno porque ya ha sido reconocido previamente a través de su firma por nuestra ignorancia, falta de criterio o por miedo a la hora de emitir un juicio?

Sin embargo, Elmyr no vendía con su estilo, pero sí con el de otros y lo hacía con y sin firma, algo que en sí es contradictorio porque al no ponerla, ¿no se está pidiendo que se firme? Algunos marchantes le pedían cuadros a la manera de otros pintores, le pagaban poco y después se forraban ellos. «¿Pero yo qué puedo hacer?» se defendía. Al final le pillaron y pasó un tiempo en la cárcel en Ibiza, donde residió al final de su vida. «¿Debo ser castigado porque tengo la posibilidad de montar en distintos caballos mientras los demás solo montan en uno?». No parece que negara el carácter lucrativo de sus acciones. Por amor al arte habría seguido trabajando su estilo en lugar de plagiar.

Lo que sí consiguió es poner en duda las bases de una maquinaria del mercado que movía mucha pasta por todo el mundo. En ese momento en el que había verdadera locura por el arte, estas falsificaciones aceptadas como verdaderas, fueron una lección de humildad para esos supuestos expertos que establecían qué valía y qué no (2). La realidad es que no fue ni de lejos un caso aislado. Christopher Reed, editor de Harvard Magazine hasta 2007, contaba que Thomas Hoving, que estuvo 10 años como director en el MOMA, decía: «Habré examinado unas 50.000 obras de arte de todos los campos. Un amplio 40% de ellas eran o bien falsificaciones o bien obras restauradas tan hipócritamente o mal atribuidas que, para el caso, es como si fueran falsas».

«El artista actual —dice Fernando Castro (3)— está condenado a copiarse a sí mismo o bien a reprogramar obras existentes. Se utiliza lo dado en una estrategia semejante a la del sampler: el artista es un remixadorHay que darle un valor positivo al remake sin, por ello, caer en el alejandrinismo cool»

En torno a la exposición que en su momento el Círculo dedicó a De Hory se encontró con un problema curioso, y es que, al falsificador le habían salido otros que le imitaban a él. Ironías de la vida. El CBA realizó por entonces un montaje audiovisual que bajo el nombre de Historias como cuerpos, cristales como cielos, profundizaba acerca de la identidad humana, de cómo somos copia y original, de cómo todos fingimos en la vida y cómo nos ofrecemos a los demás con una máscara. ¿Somos realmente lo que somos? La labor de Elmyr de Hory fue, premeditadamente o no, fundamental para provocar un terremoto en los cánones de la crítica artística y quizás para que los artistas pudieran autocuestionar su trabajo frente al mercado del arte. Terremotos necesarios para pararse a pensar. Es irónico que esa falsa realidad del proceso artístico fuera falsificada al mismo tiempo.

En el mundo del cine, por ejemplo, se han copiado estilos de rodaje, formatos, personajes, guiones… y la autoría no se ha cuestionado tanto aún moviendo mucho dinero. Y se hacen remakes a diestro y siniestro, sin pudor.

También es fascinante pensar en quién era realmente Elmyr de Hory, quien utilizó hasta 60 pseudónimos en su vida. ¿Pudo alguien conocerlo realmente, pudo conocerse a sí mismo si es que conocerse está a nuestro alcance? En este sentido, me encanta el término de identidad confusa (4).  Con Irving tuvo una polémica curiosa porque este le escribió una biografía a partir de su amistad —parece que real— en Ibiza. Aunque es probable que muchos de los datos incluidos fueran verdaderos, realmente es difícil poner la mano en el fuego por ambos. ¿Era verdadero o falso, parcial o totalmente, lo que contó De Hory, así como lo que escribió después Irving que ya había sido denunciado y enjuiciado por falsear la biografía de Howard Hugues? De Hory denunció que la biografía no era autorizada, pero no queda claro si fue por despecho, ya que al parecer no vio un centavo de las ventas, o si es que realmente se arrepintió de la misma. El falsificador estafado.

Todo esto sirve para poner en contexto la estupenda F for Fake! (Fraude) de Orson Welles. ¡No te la pierdas! ¡Ah! El cuadro falsificado por Elmyr de Hory a la manera de Modigliani es el de la derecha, el otro, es auténtico. Pero, supongo que ya lo sabías ¿no? 😉

 

  1. Entrevista incluída en el catálogo descargable de la exposición Elmyr de Hory. Proyecto Fake!. Procede de una publicación de Le Figaro Litteraire en la que el periodista André Brincourt entrevista a De Hory. La traducción la hizo la Galería Orfila, que fue la primera en exponer a Elmyr de Hory en 1973.
  2. Christopher Reed decía que «las falsificaciones también nos enseñan sobre la falibilidad de los expertos; son, quizás, una necesaria lección de humildad» ¡Error! Texto de Christopher Reed, editor jefe de Harvard Magazine, publicado en Minerva 23 y traducido por Ana Useros.
  3. Compulsiones paródicas. Fernando Castro en Minerva 23.
  4. Juego de verdades. Dolores Durán Úcar, comisaria de la exposición Elmyr de Hory. Proyecto Fake!

 

Peter Ackroyd sobre ‘Thames Film’, que llega a Cine Estudio

Peter Ackroyd, notas para una presentación de Thames Film, British Film Institute, 2004. Traducción de Manuel Asín, programador de Cine Estudio.

He aquí una visión del oscuro Támesis, del “viejo padre Támesis” como espantoso y poderoso dios, no muy lejano al Nobodaddy de Blake. Ya en su poema Jerusalén, el Támesis estaba “borracho de sangre”. Y en efecto, en esta película hay algo terrible acerca del río, algo monstruoso que recuerda la frase de Conrad en El corazón de las tinieblas: “…este también ha sido uno de los lugares oscuros de la tierra.”. Caminando por las orillas del Támesis, río abajo, llegando al estuario, es posible sentir miedo. Una de las derivaciones posibles de la palabra “Támesis” es tamasa, que significa “río oscuro”; la palabra tiene un origen anterior a los celtas, de manera que atisbamos en ella un tiempo antiguo, casi primigenio.

 

Y sin embargo también lo bello y lo sublime forman parte de este terror. Raban ha aprendido algo de los grandes artistas del río, tales como Turner y Whistler, y ha retratado el Támesis con ropajes asombrosos.
A Raban también le interesa la historia del río –una historia líquida, como se ha dicho a veces—pero la impresión principal es la de que las aguas permanecen. El Támesis no vive en un tiempo humano. Vive en un tiempo geológico. Las figuras humanas de las viejas fotografías que vemos en la película son borrosas y pálidas. Son ofrendas humanas, están desapareciendo. El tiempo es uno de los elementos de la película de Raban. ¿Cómo pasa el tiempo para el río? Heráclito, el filósofo griego, vio el río como un símbolo de flujo y transitoriedad. No se puede entrar dos veces al mismo río. Cuando lo haces ya ha fluido y cambiado. Pero hay algo que persiste –un espíritu, una atmósfera, una presencia, que son las de las palabras de T. S. Eliot aquí leídas por él mismo. Una forma de vida que produce y persiste a lo largo del tiempo.
Es el motivo por el que esta es en muchos aspectos una película visionaria. Hay momentos de luz y color que elevan el espíritu. Hay formas y estructuras desmesuradas que espantan el pensamiento. Hay pasajes de niebla y turbulencias que dejan imaginar el Támesis primigenio de aguas pantanosas y encenagadas. Las vistas en profundidad fluyen a lo largo de esta película igual que las corrientes y las crecidas del propio río. Es una película muy fluida, en todos los sentidos. Los sonidos del río también son importantes. Hay un estruendo continuo, un lamento audible en los ruidos de las máquinas que luchan contra la tensa lámina del río, o en los gritos de las gaviotas.
Este ha sido también un río de tratos, un río de poder. Sus muelles, embarcaderos y fábricas fueron una vez parte de la gran máquina del imperio –la gran máquina de la opresión. Por eso se conoce como “río oscuro”. Se ha vertido sudor, trabajo, pobreza y lágrimas en él. Y todavía llama con cantos de sombrías sirenas a los deprimidos y a los olvidados. Es el gran vórtice de los suicidas. Las máquinas han sido ya desmanteladas. El maltrecho paisaje industrial hace tiempo que está en ruinas. Hay brotes de mugre y decadencia por todas partes, de óxido y madera carcomida. Los embarcaderos y muelles vacíos son como reliquias de una civilización desaparecida, como misteriosos monumentos mayas o incas abandonados a su suerte. Pero el cauce del río era ya viejo antes de que esas civilizaciones llegaran.
Las otras películas de Raban giran en torno a los barrios del Támesis –Canary Wharf, la gente de la Isle of Dogs—como si lo hicieran en torno a un remolino de destino y deseo. En sus películas el Támesis se convierte en un vasta y fecunda presencia. Llega a ser un organismo vivo, con sus propias leyes de crecimiento y cambio. Acabamos por tener la sensación de que Londres no lo controla, de que es él quien controla a Londres. De que él es Londres.

Thames Film de William Raban.

Cine Estudio · viernes 23 · 20h.

Entradas online AQUÍ.

Reino Unido, 1984-1986, 66’, VOSE [HD 2K. Nuevo transfer digital supervisado por Raban)]

 

El CBA invita a reflexionar sobre la idea de conflicto en el mundo

En España y Europa se viven momentos de tensión. ¿Serán estos conflictos sociales, económicos y políticos que estamos viviendo el preludio de algo más? Justo cuando se cumplen 100 años desde la Revolución Rusa y a punto de los 50 desde mayo del ’68, el CBA presenta una nueva temporada 2017-18 en la que a través de uno de sus principales proyectos transversales, El Gran Río. Resistencia, Rebeldía, Rebelión, Revolución, —en redes sociales y en el logo 4R— invita a una reflexión crítica y sosegada, alejada del ruido falaz diario, de la lectura fugaz o de la idea peregrina, en torno al término conflicto y todo lo que le rodea.

Teatro, cine y conferencias servirán como abrigo a la exposición que se estrenará a comienzos de 2018, secundada por una publicación. «Llevamos dos años trabajando en este proyecto que para nada es historicista. No es cuestión de celebrar o condenar la Revolución Rusa o los mayos del 68; estos solo sirven de pretextos para vertebrar un proyecto transversal que trata de ir más allá», recalcó Juan Barja, director del CBA.

Este proyecto, que tuvo un aperitivo en junio de 2017 con la conferencia de Slavoj Zizek Alegato a favor de un socialismo burocrático, comienza oficialmente en octubre con dos obras de teatro creadas por Marco Baliani: Trinchera (5 & 6 oct) y Kohlhaas (7 & 8 oct), esta última basada en Michael Kohlhaas, mítica novela de Heinrich von Kleist, que a su vez parte de unos hechos reales acaecidos siglos atrás y que tantos análisis ha generado —y genera— acerca de la ley, la justicia, la proporcionalidad… ¿te suena?

Paralelamente, Cine Estudio del CBA proyectará: Trilogía de la Guerra de Alexander Dovzhenko; más de 30 películas políticas de la historia del cine dentro de #4R (entre ellas, Metrópolis, Octubre, La Rabia, La Comuna, Libre te quiero…); y, coincidiendo en mes, Cuatro mayos del 68: París, Praga, México DF, Berkeley.

En el apartado de conferencias, en enero viene una de las principales voces del feminismo y la ecología, la india Vandana Shiva; en febrero, McKenzie Wark, autor del Manifiesto Hacker y uno de los mejores analistas de la cultura, los medios de comunicación, la teoría crítica o las artes; y en marzo, el filósofo Georges Didi-Huberman.

Finalmente, como ya se ha citado, se hará la exposición que se compone de un montaje audiovisual y un particular mapa que, como explican sus comisarios, Lucía Jalón y David Sánchez-Usanos, «desafía estereotipos y ayuda a fijar posiciones propias en torno a cuestiones que tienen una dimensión política y colectiva, pero también filosófica, artística, antropológica y poética». La exposición coincidirá con el lanzamiento del catálogo de la misma, que incluirá todo el material audiovisual en dvd, un atlas interactivo, la antología de textos de autores de distintas épocas, así como una serie de ensayos inéditos.

Este es solo uno de los grandes proyectos del CBA, que además, también hará otros transversales como los que giran en torno a:

Federico Fellini: exposición Sueño y diseño con los dibujos del cineasta de Rímini que sirvieron de inspiración para el rodaje de anuncios para la Banca di Roma, «algo inaudito —apuntaba Juan Miguel Hernández León, presidente del CBA— dada la aversión que Fellini sentía hacia la publicidad y la televisión» y las fotografías del rodaje de Mimmo Cattarinich. También habrá conferencias relacionadas dentro de Los lunes, al Círculo; ciclo de cine con algunas de sus mejores películas; e incluso un concierto único e irrepetible dentro de la X edición de Jazz Círculo a cargo de Fellini Quartet (10 oct.) superformación configurada a sugerencia del CBA, que interpretará bandas sonoras de Nino Rota para películas de Fellini.

©Federico Fellini, VEGAP, Madrid, 2017

Albert KahnLos archivos del planeta. Una muestra que es la 1ª vez que se expone en el mundo y que ha sido escogida de entre 72.000 placas autocromas (a este respecto, la colección de fotografía en color más grande del mundo), 4.000 placas estereoscópicas y 200.000 metros de película cinematográfica en 35mm (en B&N, pero con tempranos ejemplos en color). Para Juan Barja, Albert Kahn es «el primer artista conceptual de la historia; esta exposición es algo realmente importante». En torno a ella giran algunas conferencias de Los lunes, al Círculo y distintas proyecciones en Cine Estudio. Y se ampliará con un gran catálogo online.

Poste de secours, Pas-de-Calais, France, septembre 1915, (Autochrome, 9 x 12 cm),
André Bernardel, Département des Hauts-de-Seine, musée Albert-Kahn, Archives de la Planète, A 6 738

Incentenario Picasso. Si el año pasado celebramos a Valle-Inclán porque sí, sin coincidir con ninguna fecha específica, este año le toca el turno al pintor malagueño. Será en 2018 y como todos los proyectos transversales contará con ciclos de cine y conferencias dentro de Los lunes, al Círculo.

Más eventos importantes:

OCTUBRE

X Jazz Círculo (hasta febrero). Rubem Dantas, Jorge Pardo, La Canalla, etc.

Los lunes, al Círculo (hasta diciembre, conferencias ABIERTAS AL PÚBLICO).

Festival Eñe: como novedad, este año es ABIERTO AL PÚBLICO.

4ª edición Made in Taiwán. Taiwán en el Círculo. Con danza y concierto de jazz dentro de Jazz Círculo.

NOVIEMBRE

Meta (NOVEDAD): Festival de música electrónica (un sábado por mes).

The Virtual Reality Cinema. Desde noviembre tendremos el 1er cine de realidad virtual de España.

Korean Dreams. Exposición de Nathalie Daoust sobre Corea del Norte.

Medalla de Oro a Gonzalo Suárez (noviembre), Didi-Huberman (marzo) y Slavoj Zizek (mayo).

15ª Mostra de la Cultura Portuguesa (nov). Concierto de Cuca Roseta.

DICIEMBRE

Inscripciones para la VIII Con Ciencia en la Escuela cuya celebración es en marzo.

ENERO

Pública 18

Teatro infantil con Juego de Niños

Día Internacional de las Víctimas del Holocausto. El repertorio prohibido.

FEBRERO

Mágico Carnaval. Mítico baile de máscaras del CBA.

MARZO

Frontera Ámbar.

XXI Noche de Max Estrella

Medalla de Oro a Georges Didi-Huberman

ABRIL

XXII Lectura Continuada del Quijote.

MAYO

Medalla de Oro a Slavoj Zizek.

JUNIO

Teatralia XXII.

XIV Noches Bárbaras.

 

PDF COMPLETO AVANCE TEMPORADA_2017-2018 EN EL CBA

 

 

 

 

 

 

 

 

El cine underground y psicodélico de aquí: “Arrebato” de Iván Zulueta

Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes programa Arrebato de Iván Zulueta, una película que con el paso del tiempo ha adquirido un halo casi místico que la convierte, tirando de adjetivos manidos pero reconocibles, en uno de los más importantes exponentes del cine underground, maldito y de culto, producidos en España.

Fotograma de “Arrebato” de Iván Zulueta con Eusebio Poncela y Cecilia Roth.

Cine dentro del cine, vampiros, infancia, introspección, autodestrucción, terror psicológico y drogas son los ingredientes que encontramos en esta cinta inclasificable y experimental a la que rodean unas cuantas preguntas. Tan desconcertante es, que muchos pensaron que Iván Zulueta, que entonces no sabía que afrontaba el rodaje de su última película, no tenía un guion predefinido y que todo se hacía al azar. Lo cierto es que Zulueta sí tenía un guion. Sus problemas fueron más de tiempo como de presupuesto que, por inexperiencia, habían calculado con la siguiente cuenta de la vieja: Si Leo es pardo —corto previo que tuvo una buena acogida en el Festival de Berlín y que también se proyecta en Cine Estudio en sesión doble— costó X y su rodaje fue de X días, calculamos el dinero/día de rodaje y multiplicamos por los días que durará el rodaje de Arrebato. Vamos que les financiaron 4 millones de pesetas cuando la media para estas películas era de diez veces más. Tal cual… Y claro, la cosa se disparó con imprevistos y de 15 días de rodaje pasaron a varias semanas con lo que muchos técnicos, sobre todo los de sonido, abandonaron el barco por diversos compromisos.

Iván Zulueta incluyó muchos cortos e imágenes que guardaba grabadas en Super-8 y no tuvo más remedio que conformarse con muchas primeras tomas. En el rodaje aguantaron, como bien ha confirmado en ocasiones el productor Augusto Martínez Torres, «los amigos, entre los que estábamos nosotros y los actores, y algún profesional por el que se salvó la película, sobre todo, por el iluminador Ángel Luis Fernández y su equipo».

Entre esos amigos estaban los protagonistas Eusebio Poncela, Cecilia Roth y Will More —tristemente fallecido en agosto de 2017, del que Zulueta decía que era «pura anarquía, pero un diamante en bruto»—, el mismo productor, así como Alaska, que aparece en uno de los cortos de la misma película, o un jovencísimo Pedro Almodóvar, que además de visitar frecuentemente el rodaje, ayudó a doblar una secuencia de Helena Fernán Gómez con un falsete.

«Un desastre total, tuvo muy malas críticas y nadie fue a verla a los cines Azul donde se estrenó. La rechazaban en los festivales. La razón era su forma de tratar la droga. Tiempo después la pusieron en las sesiones nocturnas del también desaparecido Alphaville y estuvo casi un año, pero al parecer iban a verla los mismos y aprovechaban para fumar cuanto querían», dijo Augusto Martínez Torres.

Iván Zulueta (izda) y Will More (dcha) en el rodaje de Arrebato.

Lo cierto es que 38 años después, esta película de culto recibe halagos allá donde se proyecta, e incluso el dvd que incluye los cortos previos del director, se ha convertido en pieza muy preciada entre freaks del cine. Uno de los que ha valorado con el tiempo esta película es nuestro programador de Cine Estudio, Manuel Asín, quien habla así de la cinta: «Arrebato es la ‘summa’ de la imaginación mixtificadora de Iván Zulueta, uno de los cineastas fundamentales de la historia del cine español. En éste que acabó por ser su último largometraje metió vampiros, Super 8, cine dentro del cine, psicodelia, la Gran Vía, dibujos animados… Y el resultado es una película tan redonda como escurridiza, tan prometedora como definitiva».

Eusebio Poncela, protagonista de la película, hablaba así en 2010 en el Festival de Cine Mar del Plata donde se hacía una retrospectiva de Iván Zulueta: «Ha sido un visionario que se ha adelantado a su tiempo. Era un provocador. En el año 1979, en España, ni siquiera había empezado la movida madrileña. La visión de Iván era tan auténtica que es indestructible, el tiempo juega a su favor. Es una película que perdurará, todos pereceremos y Arrebato quedará».

Pero quizás la mejor definición es la del propio Iván Zulueta quien, antes de morir a finales de 2009, decía de Arrebato: «Ni es redonda, ni falta que le hace… Es una película arriesgada, honesta y honrada». Y quizás ese sea otro de los motivos por los que en estos tiempos en que el cine en general adolece de casi todo ello, sea una película tan preciada.

Tras Arrebato, su vida como realizador estaba acabada, aunque posteriormente dirigió un par de capítulos para la televisión —Párpados para Delirios de amor (1989) y Ritesti (1992) para Crónicas del mal—. Sin embargo, su relación con el cine continuó con la realización de carteles, entre otros, para Pedro Almodóvar, Manuel Gutiérrez Aragón o Miguel Albaladejo.

Su muerte en 2009 provocó una ola de agradecimientos y reconocimientos entre sus compañeros. Cineastas de la talla de Julio Medem, por ejemplo, reconocen en Arrebato una «rareza seductora», una influencia definitiva.

Pero quizás podríamos destacar, por la trascendencia que tiene internacionalmente, este párrafo incluido en el elogio de Pedro Almodóvar a Iván Zulueta publicado en inglés en 2009 en la web del British Film Institute:

«Es muy difícil hablar de sus últimos años, inmediatamente después de Arrebato, cuando se retiró en San Sebastián, como Norma Desmond, pero con todos sus sentidos intactos y sin haber abandonado ni un ápice de su exquisita sensibilidad. El cine español acaba de perder uno de sus cineastas más originales, y junto con Erice, el que logró dar a sus imágenes el mayor significado estético. Nunca filmó una sola imagen banal. El elemento en el que se sentía más cómodo era la abstracción. La imagen pura, rebosante de significados pero liberada de la carga de la ficción, siempre amortiguada en una rica variedad de paisajes sonoros. David Lynch, pero menos sombrío y más pop. Psychedelia era su escuela, y él hizo verdaderas obras maestras en este estilo.»

Algunas frikadas:
  • En 1968 dirigió Último grito, un innovador programa musical para televisión.
  • Iván Zulueta protagoniza en 1969 junto a su amigo Antonio Gasset el corto de Jaime Chávarri, Ginebra en los infiernos.
  • En 1969 rodó Un, dos, tres, al escondite inglés, su primera película que, sin embargo, no pudo firmar la cinta tras el cierre de la Escuela Oficial de Cine de Madrid, ya que no estaba sindicado y no tenía título. El nombre que figuró en su estreno fue el de José Luis Borau, productor de la misma.
  • Tanto en Último grito como Un, dos, tres, al escondite inglés aparece José María Íñigo, mítico presentador de Eurovisión.
Más enlaces de interés:

Tráiler de la película:

 

 

El cine esperpéntico que le hubiera gustado ver a Valle-Inclán

El Cine Estudio del CBA inicia este jueves 16 de marzo de 2017 el ciclo Valle-Inclán y el cine con seis películas —dos en la misma sesión— que podríamos calificar de esperpénticas y que estamos seguros de que este genio de nuestras letras habría disfrutado como el que más. De hecho, la relación entre Valle y el cine, no viene solo por los paralelismos temáticos de algunas películas con su obra, sino porque además el escritor gallego era un gran aficionado al séptimo arte.

   

En la mesa redonda de apertura del Incentenario Valle-Inclán (#IncentenarioValle), el director de cine José Luis García Sánchez expuso que Valle era un gran aficionado al séptimo arte y que, por ejemplo, estaba fascinado por El Acorazado Potemkin de Eisenstein. Pensar en Valle escribiendo para el cine en plena etapa franquista o en nuestros días es, sin duda, muy sugerente, pero por desgracia las cosas no se dieron así. A Valle le pilló esto del cine ya mayor y cuando aún no tenía el desarrollo ni la repercusión que tuvo después de su muerte, pero al menos sí le dio tiempo a hacer sus pinitos en la película La malcasada de Francisco Gómez Hidalgo, en la que el escritor y dramaturgo hace de sí mismo junto a la actriz María Banquer, posando para un cuadro en el estudio de Julio Romero de Torres.

La segunda acepción de la palabra esperpento en el diccionario de la RAE lo deja claro: «concepción literaria creada por Ramón M.ª del Valle-Inclán hacia 1920, en la que se deforma la realidad acentuando sus rasgos grotescos».

Aunque no queda claro que podamos hablar de un género esperpéntico como tal y que no haya una traducción similar en otro idioma —quizás grotesco es lo más parecido—, sí que el CBA ha querido proponer una selección de películas pensando en que quizás le hubieran gustado a él y que, sin duda, se ajustan de alguna manera a su significado.

Ojos verdes

Basilio Martín Patino hizo siete fakes documentales con Andalucía: un siglo de fascinación. De ellos Ojos verdes es la rescatada para el ciclo de Cine Estudio. Podemos hacernos una idea de las intenciones de Patino por la respuesta a una pregunta relacionada con estos falsos documentales en una entrevista concedida a la revista Minerva.

«¿Qué hemos hecho siempre en el cine sino simular realidades, eso sí, aprisionados con las más empalagosas escrupulosidades artísticas? ¿Dónde están los límites pudorosos del respeto a nunca he sabido qué reglas del juego? ¿Cuál es la Biblia del arte cinematográfico? ¿Y por qué no filmar yo mismo esas materias primas, a mi aire? A estas alturas, ¿a quién vamos a engañar? Perdónenme de nuevo los historiadores especialistas. Con todos mis respetos más sinceros, decidirme por este nuevo juego amplió mis perspectivas y mi horizonte. A partir de ahí las huellas las recompondré yo, sin otras limitaciones que las que encuentre en mi invitación a la complicidad con el espectador, mi otro yo al que me dirijo. Pero con voz y metodología propia, de primera mano».

Una carta de presentación genial para venir a verla y seguir los pasos del marqués de Almodóvar, sus festejos folclóricos organizados a Franco y conocer sus fetiches y recuerdos.

 

Amanece, que no es poco

¿Qué puedo decir de ella que no se haya dicho ya? Todos somos contingentes, pero sin duda José Luis Cuerda es necesario. Merece la pena ver esta película una y mil veces porque está llena de detalles increíbles. Y si encima lo haces sabiendo que, por ejemplo, muchas cosas salieron mal, pero como reconoce Cuerda, a la gente le da igual porque «en este tipo de películas si las cosas no están bien, parecen hechas adrede» (Minerva 24, Esta gente se va a empeñar en que escriba comedias. Entrevista, 2015). Una de las anécdotas más curiosas que cuenta Cuerda es que en la escena de Ngé Ndomo con las cabras, éstas estaban congeladas y con los focos, la extensión del rodaje y tal, se fueron descongelando y como confirma el director manchego…

«las cabras aparecen con la barriga por el suelo con unos palos puestos que sobresalen por el espinazo, ¡algo lastimoso!»  

 

Pajaritos y pajarracos (Uccellacci e uccellini) + Che cosa sono le nuvole?

Esta doble sesión de Pier Paolo Pasolini nos introduce, en primer lugar, en las conversaciones trascendentales de un agricultor y su hijo con un cuervo que habla; y, en segundo, en las interpretaciones de dos marionetas que cobran vida del Otelo de Shakespeare. Ya lo decía el mismo Pasolini de sí mismo.

«Hablando genéricamente (y dando confianza al lector), se podría decir que Pasolini ama la realidad pero, hablando de nuevo genéricamente, quizá se podría decir también que Pasolini no ama –con un amor igualmente completo y profundo– la verdad ya que, como él dice, “el amor por la verdad acaba destruyéndolo todo, porque no hay nada verdadero”». (Cita incluída en Pasolini reseña a Pasolini, texto del dossier dedicado al autor en la revista Minerva 1).

 

El ciclo se completa con dos películas más, bien distintas: Esperpentos de José Luis García Sánchez con una de las últimas interpretaciones de Juan Luis Galiardo y la legendaria e inquietante La parada de los monstruos (Freaks) de Tod Browning.

 

Ciclo Valle-Inclán y el cine

  • Cine Estudio del CBA (c/ Marqués de Casa Riera, 4).
  • 16 de marzo al 31 de marzo  
  • ¡Puedes ver el ciclo entero por 18€!
  • Precios: 5’5€ gral. 4€ reducida. 18€ abono de 5 pases en taquilla.    

 

Le fils de Joseph, estreno de enero de Pasajes Filmadrid en Cine Estudio

El Círculo de Bellas Artes y Pasajes Filmadrid estrenan este viernes 13 de enero a las 20h en Cine Estudio la película Le fils de Joseph (El hijo de José), que se proyectó en la sección Forum de la pasada Berlinale y obtuvo en la XIII edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla los premios al mejor guion para su también director Eugéne Green y al mejor actor para el joven Victor Ezenfis. Aunque se proyectarán más sesiones a lo largo del mes, esta será la única que cuente con la presencia del director de nacionalidad francesa, que ofrecerá un coloquio al final de la misma.

Natacha Régnier (Marie), Victor Ezenfis (Vincent) y Fabrizio Rongione (Joseph).
Natacha Régnier (Marie), Victor Ezenfis (Vincent) y Fabrizio Rongione (Joseph).

Como es habitual en el director (Toutes les nuits, Le Monde vivant, Le Pont des Arts, A Religiosa portuguesa (La Religieuse portugaise), La Sapienza, Faire la parole (Hitza egin)) la película se divide en varias partes, en este caso pasajes bíblicos, que componen un todo: «El sacrificio de Abraham», «El Becerro de Oro», «El sacrificio de Isaac», «El carpintero» y «La huida a Egipto».

Le fils de Joseph será ofrecida en VOSE y en el nuevo Proyector de Cine Digital (DCP) de Cine Estudio con el que accederá a un catálogo más amplio para poder ofrecer más películas clásicas y de autor, y muchos más estrenos, sin desdeñar el 35mm, que seguirá operativo.

A continuación reproducimos parte de una entrevista del periodista Hugues Perrot de Cahiers du Cinéma a Eugéne Greene, que también está disponible en la web de la distribuidora Paco Poch Cinema. Cabe decir que hemos eliminado algunas partes que podrían constituir spoiler.

Para su última película, El Hijo de José, se ha basado en el mito del sacrificio de Abraham…
El núcleo de la historia de cada una de mis películas o mis novelas suele surgir como un relámpago, pero luego lo desarrollo de una manera mítica. Para los griegos de la época clásica, un mito era una historia cuyo mero desarrollo narrativo comporta la posibilidad de expresar una o varias verdades. Conozco a personas en la misma situación de Marie y Vincent, es decir, una mujer que educa sola a su hijo porque el padre, por alguna razón, no ha querido reconocerlo. Pienso que las mujeres que han tomado la decisión de educar a sus hijos en solitario son mujeres valientes, llenas de vida, una vida que desean prolongar en otro ser humano. Marie sabe que la vida que lleva es tan difícil para ella como para su hijo ya que puede provocar en él un sentimiento de odio hacia ella. De ahí la ira del personaje de Victor Ezenfis. Al principio no comprende el amor de su madre hacia él, ni su coraje. Ve en ella una madre que le ha privado del padre, que le esconde su existencia. Marcha en su búsqueda pero la revelación que obtiene no la encuentra donde esperaba.

En la parte del becerro de oro, vuelve a utilizar una forma de expresión que le gusta, la sátira, para hablar del mundo literario. En Le Pont des Arts lo hace sobre el mundo del teatro y de la música barroca y en La Sapienza de la arquitectura. ¿Qué relación tiene usted con este recurso?
La sátira me resulta natural cuando se trata de hablar de entornos que conozco y de los cuales quiero destacar rasgos un poco grotescos. No es que haya tenido problemas con las editoriales en las que he publicado pero siempre hay alguna dimensión un poco ridícula en los círculos cerrados. Comparto una parte de la ira de Vincent, pero para mí, la sátira es una forma de liberarla de manera amable dejando espacio para el amor.

El personaje de Mathieu Amalric, Pormenor, un mandamás en el medio de la edición con un oscuro poder plenipotenciario, puede parecer a primera vista condenable porque es moralmente reprobable. Pero se nota que su personaje ha perdido algo, lo que le confiere un aspecto humano que no existía, por ejemplo, en el personaje del Innombrable en Le Pont des Arts.
Hay esta idea «pascaliana» en la cual es posible recibir un don y rechazarlo. El personaje de Pormenor puede haber rechazado ese don recibido en su infancia o haberse alejado de él al iniciar su ascensión en el mundo literario. Al final de la película, Pormenor se da cuenta que quizás ha dejado escapar o ha perdido algo en su vida. Me parecía importante, sin embargo, poder plantear esta dimensión humana en un personaje que precisamente parecía desprovisto de humanidad.

Mathieu Amalric y Maria de Medeiros en Le fils de Joseph.
Mathieu Amalric y Maria de Medeiros en Le fils de Joseph.

Como en su película La Sapienza, la transmisión entre Joseph y Vincent se da en ambas direcciones, cada uno aporta algo al otro, permitiendo así descubrirse a sí mismos pero también al mundo que les rodea. La ciudad de París parece mostrarse en su verdad a Vincent y deja de parecerle hostil.
Es verdad. Vincent tiene una revelación donde no se la espera. No es en su padre biológico donde va a recuperar esa figura ausente en su vida. Esta transmisión pasa ante todo por la palabra, pero también por el arte, como intermediario que les permite prolongar su relación. No concibo el arte de otra manera. Debe ser vital, debe conectar con la vida de una manera u otra. La visita al Louvre permite un acercamiento entre Joseph y Vincent . Lo que Vincent siente, cuando camina en el Palais Royal y se levanta el viento, es del mismo orden que la revelación que tiene ante los cuadros que ve con Joseph. Paris se descubre ante él, como un personaje.

También está la escena en la iglesia donde el Poème Harmonique interpreta una pieza de Domenico Mazzocchi…
Sí, es lo mismo. En ese momento , Vincent tiene una revelación estética. No entiende los versos cantados en latín que hablan de la muerte de un hijo y el dolor de la madre, pero recibe directamente la emoción a través de la música y la energía de los artistas. Algo se abre en él y comprende, por fin, el amor que le tiene su madre y su valor para enfrentarse a la vida.

Podríamos pensar que ese giro a través del conocimiento les aleja precisamente de esta relación inmediata con el mundo pero, sin embargo, parece que les permite aferrarse a las cosas y a su entorno.
Sí, es la diferencia que Alexander, el arquitecto de La Sapienza, distingue al final de la película entre el saber y la sabiduría. Es el conocimiento lo que conduce a la sabiduría. Saber que se obtiene a través del conocimiento pero también con la experiencia de vida. Es importante, en mi opinión, que una persona aprehenda el mundo a través del arte de una manera directa, sin intervención del intelecto y que la experiencia estética le haga ver otra realidad, le revele otra verdad que la que creía conocer.

Esta transmisión entre Joseph y Vincent parece posible porque se establece entre un adulto y un adolescente, como las parejas que formaron los personajes de La Sapienza.
En el fondo, me considero todavía como un adolescente y de hecho tengo muchos amigos cercanos que son mucho más jóvenes que yo. La relación que tengo con ellos me permite mantener viva la proporción de juventud que hay en mí. Me aportan tanto como yo les aporto a ellos. La transmisión se produce en ambas direcciones. Es cierto que en mis anteriores películas los personajes tenían más o menos la misma edad y evolucionaban juntos. En La Sapienza y El hijo de José, la relación entre adultos y adolescentes es tal vez más cercana a la que mantengo hoy en mi vida.

Fabrizio Rongione (Joseph) y Victor Ezenfis (Vincent) en Le fils de Joseph.
Fabrizio Rongione (Joseph) y Victor Ezenfis (Vincent) en Le fils de Joseph.

¿Cómo ha elegido usted a los actores adultos de la película?
Conocía muy bien a los actores de los tres papeles principales por haber trabajado ya con ellos: Natacha Régnier en Le Pont des Arts, Fabrizio Rongione en La Sapienza, y Mathieu Amalric en el mediometraje Les signes. Había visto trabajar a María de Medeiros, en el cine y en el teatro, en francés y en portugués, y fue un placer trabajar con ella por primera vez. También había compartido experiencias con la mayoría de los otros actores cuando hacía teatro. El trabajo con los actores, como con el equipo técnico de este rodaje, ha sido un verdadero placer.

¿Cómo fue el encuentro con Victor Ezenfis que vemos por primera vez en el cine?
Victor es un joven de rápida y fina inteligencia. Me di cuenta enseguida que podía encarnar a Vincent. Tiene vida interior que conviene al personaje. Nunca les pido a los actores que interpreten escenas en las audiciones. Solo les pido que se presenten porque lo que más me importa es descubrir esta vida interior y ver de qué manera emerge. He trabajado con Victor como con cualquiera de mis actores, estableciendo una relación de confianza que nos ha permitido trabajar en perfecta armonía y me ha parecido convincente en todas las situaciones.

¿Es la primera vez que dirige una escena de amor?
Sí, si se refiere a la representación de un acoplamiento físico. Aun a riesgo de escandalizar a algunas personas, creo que la censura permitió un erotismo que ahora se ha perdido. Desde mediados de los años 70, lo vemos todo, así que ante escenas de sexo, a menudo me siento como si asistiera a una clase de zoología. Ya nada es sugerido, todo aparece frontalmente sin imaginación. Así que preferí filmar los muelles del sofá en el que Pormenor y su secretaria hacen el amor, me parecía una buena manera de sugerir el acto erótico, un tanto cómica y a la vez un poco triste, porque la percibimos desde el punto de vista de Victor. Estaría bien recuperar algo de la emoción asociada al pudor y al deseo, que no es otra cosa que la ausencia de culminación. Lo saben todos los grandes poetas de amor desde Sapho. Un plano sobre dos manos que se tocan pueden evocar mucho más acerca del deseo amoroso que un abrazo filmado explícitamente sin maquillaje.

Pasajes Filmadrid #PasajesFilmadrid es una colaboración entre Cine Estudio, Pasajes de Cine y Filmadrid para proyectar cada mes una película inédita en Madrid, presentada por sus directores.

Le fils de Joseph se proyecta en Cine Estudio los siguientes días:

13.01.17 · 20:00 (+ coloquio con el director Eugéne Green)
14.01.17 · 19:00
15.01.17 · 17:00
20.01.17 · 17:00
21.01.17 · 22:00

Entradas a 5’5€ general, 4€ para mayores de 65, carné joven, socios del CBA y de Unión de Cineastas; y en taquilla disponible abono de 18€ por 5 sesiones.

Compra tus entradas en taquilla de X a D de 16 a 22h. o de forma online AQUÍ.

Pedro Costa. Oscurecer la oscuridad

Valerie Massadian
Valerie Massadian

El desaparecido barrio de Fontainhas, en Lisboa, se convirtió hace algunos años en el estudio de grabación de Pedro Costa, un cineasta mimetizado hoy con su trabajo, que es su solemnidad y su vida. El contacto con los hombres y mujeres que habitaban este suburbio (desplazados, pobres, locos, marginales, sombras) hizo virar su manera de interiorizar y materializar el cine: No quarto da Vanda (El cuarto de Vanda, 2000) inauguró una etapa en la que las grabaciones se reducen en equipo, presupuesto y medios materiales, y se intensifican en trabajo físico, emocional e intelectual.

El Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes estrenó el pasado 22 de septiembre su último largometraje, Cavalo Dinheiro (Caballo Dinero, 2014), premiado en Locarno y Sevilla, y protagonizado de nuevo por Ventura, un hombre caboverdiano con una vida de trabajo y pobreza, con un cuerpo deteriorado y una mente enferma, que deambula por pasadizos y bosques febriles, entre la Revolución de los Claveles y la actualidad.

Hay en el cine de Pedro Costa una voluntad sincera y comprometida de visibilizar sufrimiento y catástrofes, de rechazar lujos y conquistas. Hay una necesidad de volver a aprender algo, hay miedo, hay memoria, hay dominio del espacio, hay cine clásico. Y hay una manera de rodar que se aleja de la escritura en virtud de la vivencia. Sus películas nos sitúan en esos pliegues de la realidad donde la oscuridad se oscurece y es bella y duele.

Coincidiendo con la proyección de Caballo Dinero en el Cine Estudio, tuvimos la oportunidad de dialogar con el director portugués en los estudios de Radio Círculo. A continuación incluimos el audio con el reportaje que nuestros compañeros de Apuntes del Círculo han elaborado sobre este cineasta, con algunos extractos de la entrevista. Además, la revista Minerva publicará el texto íntegro del diálogo en su próximo número.

Pedro Costa (1959) sustituyó la Universidade de Lisboa, donde cursaba estudios de Historia, por la Escola Superior de Teatro e Cinema. El cine de Costa se edifica hoy sobre el concepto de antropología visual, explorado también por directores como António Reis y Ricardo Costa. Sus herramientas básicas de trabajo son las cámaras ligeras de vídeo digital, con las que retrata espacios reales poblados por personas marginadas, también reales. Su cine, según sus propias palabras, es “una puerta cerrada que nos deja adivinando”. En él, se percibe su admiración por John Ford, Howard Hawks, Fritz Lang y Jacques Tourneur. Entre sus películas, cabe mencionar O sangue (La sangre, 1989), Casa de lava (1995), Ossos (Huesos, 1997), No quarto da Vanda (El cuarto de Vanda, 2000), Juventude em marcha (Juventud en marcha, 2006) y su reciente Cavalo Dinheiro (Caballo dinero, 2014).