retrospectiva elia kazan en el cine estudio

Cuando en 1999 la Academia de Hollywood anunció que concedería su Óscar Honorífico anual al realizador Elia Kazan, el guionista Abraham Polonsky no tardó en declarar a la prensa su gran interés por la entrega del premio: “Veré la gala con la esperanza de que alguien le dispare, lo que daría algo de emoción a una noche que, de otro modo, será un aburrimiento”. Podría resultar extraño que la concesión de un Óscar como reconocimiento a una de las carreras más indiscutibles y populares de la historia del cine estadounidense fuera recibida con estas declaraciones y con un boicot organizado por otro guionista, Bernard Gordon, que tuvo un eco importante en la sede de la gala. Pero así fue. Gran parte de los asistentes no dudó en expresar su rechazo a Kazan negándose a aplaudir al homenajeado.

http://www.youtube.com/watch?v=rb_waAbvlY0

Había pasado ya casi medio siglo, pero las heridas seguían abiertas. Cuando en 1952 Kazan fue llamado para declarar ante el Comité de Actividades Antinorteamericanas del senador McCarthy -la denominada “caza de brujas”-, el director, todavía una joven promesa encumbrada por la reciente realización de la brillante Un tranvía llamado deseo, duda en un primer momento, pero enseguida cede y delata a muchos de sus antiguos compañeros cuyas carreras quedaron bruscamente interrumpidas. “Tengo que pensar en mis hijos”, se justificaría Kazan. La carrera del director continuará y dejará un buen puñado de obras maestras, pero su vida había abierto un segundo capítulo que Kazan padecerá –y posiblemente de manera justa- el resto de su vida.

Disquisiciones éticas e ideológicas que siempre seguirán a Elia Kazan, pero que tampoco deben distraernos a la hora de valorar y disfrutar una carrera intachable: sin duda alguna, su filmografía es una de las más sólidas del cine norteamericano y su valor lo refrendan grandes admiradores de su obra, realizadores como Stanley Kubrick, Martin Scorsese o Woody Allen, o intérpretes como Robert De Niro, Karl Malden o Marlon Brando, todos ellos agradecidos a un Kazan que les dio su formación como actores gracias a haber fundado en la década de los 50 el Actor’s Studio, escuela neoyorquina que marcaría un antes y un después en el concepto de la interpretación teatral y cinematográfica.

El Cine Estudio arranca su programación de septiembre con una amplia retrospectiva dedicada a la obra de Elia Kazan que nos llevará hasta octubre. Durante todo el mes –con algunas interrupciones, no olvidéis consultar la programación-, los espectadores podrán disfrutar de nueve películas del realizador. Entre ellas, sus grandes clásicos: Pánico en las calles (1949), auténtico pilar del cine negro americano; Un tranvía llamado deseo (1951), popular adaptación al cine de la obra teatral de Tennessee Williams que alcanzará cuatro Óscars y lanzará al estrellato a un joven actor del Actor’s Studio, Marlon Brando; La ley del silencio (1954), película autoexculpatoria con la que Kazan intenta explicar metafóricamente el porqué de su delación y que se convertirá inmediatamente en uno de los grandes iconos del cine norteamericano gracias a sus ocho Óscars; Al este del Edén (1955), con la que Kazan lanzará a un joven actor, James Dean, y con la que conseguirá otros siete Óscars; Esplendor en la hierba (1961), que contó con dos de los jóvenes actores destinados a marcar a toda una generación de intérpretes, Natalie Wood y Warren Beatty; o América, América (1963), monumental película de tintes autobiográficos con la que Kazan cerrará su carrera, volviendo a la realización sólo puntualmente a partir de entonces. Junto a ellas, tres joyas a redescubrir por los cinéfilos, tres películas menos conocidas pero imprescindibles para valorar la carrera del director: La barrera invisible (1947), Río salvaje (1960) o su último trabajo, la excelente El último magnate (1976). Un amplio recorrido por la carrera de Kazan que permitirá a los espectadores valorar en su justa medida su aportación a la historia del cine y, sobre todo, disfrutar de unas películas imperecederas.

TRAILER DE LAS PELÍCULAS DEL CICLO:

La barrera invisible (VO)

Pánico en las calles [secuencia] (VO)

Un tranvía llamado deseo (VO)

La ley del silencio [reportaje sobre la película] (VE)

Al este del Edén (VO)

Esplendor en la hierba (VO)

América, América (VF)

+ Martin Scorsese sobre Elia Kazan (A Letter to Elia, Martin Scorsese, 2010, VOSE)

BIBLIOGRAFÍA

Mis películas: conversaciones con Jeff Young. Barcelona, Paidós, 2000

Kazan, Elia: Mi vida. Madrid, Temas de Hoy, 1990.

Consulta aquí el calendario completo de proyecciones.

vincente minnelli en el cine estudio

El Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes dedica su programación del mes de julio a uno de los grandes realizadores norteamericanos, Vincente Minnelli, auténtica encarnación del american dream y personificación canónica del funcionamiento de los grandes estudios del cine estadounidense.

Vincente Minnelli y Gene Kelly en el set de Brigadoon (1954)

Hijo de unos cómicos italianos emigrados a Estados Unidos, Vincente Minnelli nace en Chicago en 1910. Su historia es la del personaje con vocación artística que comienza a trabajar en el mundo del espectáculo en su más tierna infancia y, lentamente, va ascendiendo en sus objetivos profesionales hasta convertirse en uno de los más sólidos directores de espectáculos teatrales de Nueva York. Tras conocer a Arthur Freed entra a formar parte de la Metro-Goldwyn-Mayer y no tarda en convertirse en uno de los directores de confianza de la compañía del león. Minnelli se irá labrando una sólida reputación a golpe de películas musicales perfectamente realizadas acompañadas por un desbordante éxito de taquilla. Convertido en un auténtico maestro del género, a lo largo de dos décadas realiza películas clave como Cita en St. Louis (Meet Me in St. Louis, 1944), El pirata (The Pirate, 1948), Un americano en París (An American in Paris, 1951),  Melodías de Broadway (The Band Wagon, 1953) o Brigadoon (1954), en las que colabora con la aristocracia del género: Gene Kelly, Fred Astaire, Cyd Charisse o la joven Judy Garland, una de las grandes estrellas trágicas de Hollywood, de la que se enamorará y con quien tendrá una hija, Liza Minnelli, también futura estrella. Serán ambas los dos grandes amores de su vida, pero también sus dos grandes preocupaciones: los crecientes problemas mentales de su mujer terminarán provocando un duro divorcio, mientas que la drogadicción de su hija dificultará enormemente sus últimos años de vida.

El musical, sin embargo, no será el único género afrontado por Minnelli, que alterna estas películas con otras de tintes dramáticos que entiende como proyectos más personales y cercanos a sus inquietudes. Son posiblemente sus auténticas obras maestras, filmadas en color y en un radiante CinemaScope: Cautivos del mal (The Bad and the Beautiful, 1952), Como un torrente (Some Came Running, 1958), Con él llegó el escándalo (Home from the Hill, 1960), Dos semanas en otra ciudad (Two Weeks in Another Town, 1962) y, sobre todo, El loco del pelo rojo (Lust for Life, 1956), biografía de Vincent Van Gogh que Minnelli, gran aficionado a la pintura, se plantea como una traslación de la paleta del artista desde el lienzo a la pantalla. Filmada en las localidades reales en las que vivió el pintor holandés, y contando con la colaboración de sus habitantes, que habían conocido personalmente al propio Van Gogh, la cinta supone uno de los papeles más complejos y mejor resueltos que jamás afrontó Kirk Douglas, aunque sería Anthony Quinn, que interpreta a Paul Gauguin, quien terminaría llevándose un Oscar.

Una amplia retrospectiva, por lo tanto, que recoge –y en copias recientemente restauradas, lo que permitirá disfrutar en su integridad del apabullante uso del color de Minnelli- los mejores momentos de un director que personaliza el auge y la caída del sistema de producción de los grandes estudios norteamericanos: nacido al cine en el momento de máximo esplendor de la Metro, Minnelli no sabrá encauzar su carrera cuando a mediados de los 60 los grandes estudios entren en crisis ante la llegada de la modernidad. El director referente de la Metro fallecerá en Los Ángeles en 1986, dejando un legado de 34 largometrajes, 31 de los cuales realizó para la Metro-Goldwyn-Mayer.

BIBLIGRAFÍA: Vincente Minnelli: Recuerdo muy bien. Ediciones Libertarias, Madrid, 1991 (publicado originalmente en 1974).

Consulta aquí el calendario de proyecciones

rockumental

Serge Gainsbourg – Vie héroique, Joann Sfar, 2010

Del piano que abraza desde fuera la diégesis de los films mudos, pasando por la denominada música incidental, hasta las películas en que la melodía es la esencia, la música ha sido siempre un elemento consustancial al cine. Uno de los géneros que atestiguan este vínculo es el rockumental. Acuñado por primera vez en 1969, este concepto nace a raíz del programa radiofónico History of Rock & Roll, un espacio que trata de proyectar una luz sobre las desconocidas vidas de los artistas de rock de la época. Desde entonces hasta hoy esta vertiente del séptimo arte ha reclamado su parcela propia en la extensión del cine contemporáneo.

El Círculo de Bellas Artes ha programado un curso (27.06.11 > 01.07.11), codirigido por Eduardo Guillot (Periodista cultural) y Rogelio Abraldes (Cineasta), en torno al género del documental musical de rock. La perspectiva, sin desdeñar la mirada histórica, se basa en el estudio pormenorizado del punto de vista y el estilo con que diferentes cineastas se han enfrentado a esta manifestación musical. De forma paralela, el Cine Estudio acoge su particular tributo a la ladera roquera del cine con el ciclo It’s only rock’n roll (but i like it) (21.06.11 > 03.07.11), que recoge algunos títulos esenciales.

En el siguiente vídeo, Rogelio Abraldes nos habla de la doble vertiente del taller. A lo largo de cinco sesiones, tratarán de ofrecer una experiencia completa, tanto desde la perspectiva del teórico como desde la del practicante de cine. Abordarán cuestiones como la de cómo enfrentarse a la construcción de un documental a nivel narrativo, qué mecanismos cinematográficos se pueden emplear sin caer en el historicismo o cómo solventar el gran problema del acceso. Por su parte, Felipe Cabrerizo (Coordinador del Cine Estudio) hace un repaso del ciclo que acompaña al taller, en el que, por un lado, se recoge la producción nacional (Buzos haciendo surf, Mientras el cuerpo aguante) y, por otro, se trata de abarcar, tanto el documental musical en sentido estricto (Csny / Déjà Vu, Anvil. El sueño de una banda de rock), como aquellas películas que parten de la ficción (Control, Gainsbourg-Vida de un héroe…).  

https://www.circulobellasartes.com/blogmedia/rockumental.f4v

[más información sobre el curso y el ciclo de cine]

en los bosques de la noche: antología del cine de terror 1931-2008

Un verso del poeta inglés William Blake da título a En los bosques de la noche: Antología del cine de terror 1931-2008, amplia retrospectiva del género que arrancó ayer en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes. La intención de En los bosques de la noche es realizar una recopilación de las mejores películas de terror de la Historia del Cine, al mismo tiempo que recoger las principales aportaciones a las diferentes vías (esto es, subgéneros) abiertas dentro del terror a lo largo de sus más de cien años de historia.

El ciclo arranca en 1931 por ser éste el año clave para el asentamiento definitivo del género gracias a las aportaciones de la Universal. En ella habían recalado gran cantidad de cineastas judíos alemanes que, ante el ascenso del nazismo, habían huido a Hollywood y llevan al cine americano los parámetros del cine expresionista en el que se habían movido en su país de origen, dando un nuevo aspecto visual a un género que hasta entonces no había terminado de arrancar en EE.UU. Se recogen en la retrospectiva El doctor Frankenstein y La novia de Frankenstein (James Whale, 1931 y 1932), dos clásicos canónicos del género, y una auténtica rareza salida de la misma factoría: la muy poco conocida versión para el mercado hispanoamericano del Drácula de Tod Browning y Bela Lugosi. Si el equipo del director norteamericano filmaba sus escenas durante el día, por la noche lo reemplazaba en el estudio un grupo de rodaje integrado por artistas sudamericanos para trabajar en su versión paralela, imprescindible dado que en estos primeros años del sonoro no existía todavía el doblaje. Si bien prácticamente todas las películas rodadas con este curioso formato eran clones del original norteamericano, esta versión de Drácula (George Melford, 1931) ofrece numerosas variaciones respecto a su punto de partida, dando lugar a una película de calidad no menor que disfrutarán todos los seguidores del género. Y junto a estas tres cintas, una de las películas más inclasificables e impresionantes que jamás se hayan rodado, Freaks, la parada de los monstruos (Tod Browning, 1932), cinta realizada con actores no profesionales pertenecientes a uno de los sideshows norteamericanos que llevaban en ruta al modo circense a personas con todo tipo de amputaciones y deformidades, y con uno de los finales más escalofriantes que ha dado el género.

Leer más

la sangre caliente de japón: ciclo de cine yakuza

Se iniciaron ayer en el Cine Estudio las primeras proyecciones de La sangre caliente de Japón: ciclo de cine yakuza, una amplia panorámica del género yakuza eiga organizada por Fundación Japón, Madrid y el Círculo de Bellas Artes.

Pese al concepto tan generalizado en el mundo occidental del yakuza como un miembro de organizaciones delictivas con el cuerpo repleto de tatuajes -y muy popularizado entre los ambientes cinéfilos en los últimos años gracias a las películas de Takeshi Kitano y Takashi Miike-, lo cierto es que el yakuza es en realidad el equivalente al outsider americano: un fracasado, un perdedor que en ocasiones puede llegar a moverse al margen de la ley. El término aparece en Japón ya en el siglo XVII y, desde entonces, los yakuza han sido personajes habituales tanto en la literatura como en el cine japonés.

El ciclo hace una amplia panorámica de la evolución del personaje a lo largo de la historia del cine nipón, realizando al mismo tiempo una visión de la propia evolución histórica y social de Japón a través del modo en que su cinematografía lo ha tratado. Cubre un amplio arco cronológico: el ciclo arranca con la película de anteguerra Duel in Takadanobaba (Masahiro Makino e Hiroshi Inagaki, 1937) y se extiende hasta Shabu (Tatsuoki Hosono, 1996), una de las cintas más aclamadas en festivales en los últimos años y que desgraciadamente nunca llegó a nuestras pantallas comerciales. Entre las 17 cintas que integran el ciclo encontramos también películas de maestros del género como Tai Kato (Fightin’ Tatsu the Rickshaw Man, 1964; Requiem for a Massacre, 1968) o Kinji Fukasaku (The Wolf, The Pig and The Man, 1964), filmes-denuncia con trasfondo social (Street of Violence: The Pen Never Lies, 1950), películas encuadrables en la nueva ola del cine japonés (Daisatsujin / The Great Killing, 1964), cine negro puro (By A Man’s Face Shall You Know Him, 1966) o cintas con todos los elementos de la serie B muy influidas por realizadores como Sergio Leone (la serie Red Peony, de la que el ciclo incluye sus dos principales entregas: The Red Peony Gambler: Flower Cards Match, 1969, y Red Peony Finds A Daughter, 1970, y de las que os dejamos un trailer un poco más abajo). Todas ellas cintas repletas de violencia, con una acción frenética y que pueden verse por primera vez en nuestro país, pues permanecían inéditas en España hasta la fecha de hoy. Como es norma en el Cine Estudio, todas las películas se proyectan en celuloide 35 mm. y en VOSE.

Puede resultar paradójico que un ciclo como éste arranque apenas una semana después del terrible terremoto que ha asolado la región de Tohoku-Pacífico el pasado día 11. Pese a todas las dificultades que esto ha supuesto a la organización del ciclo, tanto Fundación Japón, Madrid como el Círculo de Bellas Artes hemos optado por mantenerlo en nuestra programación e intentar ayudar en la medida de nuestras posibilidades a los afectados del terremoto. La recaudación íntegra que obtengamos en taquilla irá destinada al fondo de Cruz Roja Internacional de ayuda a las víctimas del desastre, y hay también instaladas tanto en el hall de entrada del Círculo como en el del Cine Estudio unas urnas cuya recaudación irá destinada igualmente a Cruz Roja.

Si queréis saber más sobre el yakuza eiga, os recomedamos vivamente la lectura de Yakuza cinema: crisantemos y dragones, de los expertos en cine de género Carlos y Daniel Aguilar y publicado por la editorital Calamar en 2005. Además de ser un libro excelente, es el único publicado en castellano sobre el tema.

Aquí puedes consultar el calendario de proyecciones y las fichas de las películas

13 muestra de cortometrajes de la cam en el cine estudio

Regresa hoy al Cine Estudio una de las citas más multitudinarias y esperadas por nuestros espectadores: la Muestra de Cortometrajes de la Comunidad de Madrid, que llega a su edición número 13. En ella se estrenan todas las películas de formato corto que han sido realizadas con el apoyo de la CAM a lo largo de 2010, lo que supone una excelente oportunidad para disfrutar del trabajo de los nuevos realizadores madrileños. El acceso a todas las sesiones es gratuito, pero os recordamos que es imprescindible retirar la correspondiente entrada en la taquilla para poder entrar a la sala. Las entradas para cada sesión están disponibles en taquilla media hora antes de comenzar la misma, y cada espectador puede retirar un máximo de dos entradas por sesión. ¡Os esperamos a todos en el Cine Estudio!

Consulta el calendario de proyecciones

john ford en el cine estudio

Arranca con el mes de febrero un nuevo ciclo en el Cine Estudio, dedicado a uno de los maestros indiscutibles del cine norteamericano, John Ford. Decimotercer hijo de una familia de emigrantes irlandeses (origen que el realizador siempre llevó con orgullo), Ford arrancó su carrera como actor en el cine mudo y terminaría firmando una filmografía de más de centenar y medio de títulos como realizador.

El ciclo se centra en la etapa madura del cine de Ford, arrancando con El delator (The Informer, 1935), película número ¡85! de su filmografía y cinta clave para la carrera del cineasta por ser aquella con la que se asienta definitivamente en la primera línea del cine americano, reconocimiento materializado al recoger gracias a ella el primero de sus cuatro Oscar de la Academia como mejor director. Para el espectador del Cine Estudio, la película presenta un interés añadido, pues tanto su planteamiento como su aspecto visual son deudores directos del cine de Murnau, realizador muy admirado por Ford y recientemente revisado en la pantalla de nuestra sala.

Escena final de Centauros del desierto

A partir de aquí se sucederán los títulos clave del cine de Ford. Podremos ver en el Cine Estudio su gran adaptación a la pantalla de la gran novela de John Steinbeck Las uvas de la ira (Grapes of Wrath, 1940) -cinta de tintes abiertamente sociales que vuelve a poner en entredicho el falso estereotipo de Ford como director reaccionario-; la primera cinta con la que Ford ganó el Oscar a la Mejor Película, ¡Qué verde era mi valle! (How Green Was My Valley, 1940) -pese a competir aquel año con nominados como Ciudadano Kane, El halcón maltés o El sargento York-; dos de los westerns que cambiarían radicalmente el recorrido del género, Pasión de los fuertes (My Darling Clementine, 1946) y El hombre que mató a Liberty Valance (The Man Who Shot Liberty Valance, 1962); una de las principales colaboraciones de Ford con su actor-fetiche, John Wayne, en Escrito bajo el Sol (The Wing of Eagle, 1957); la ácida mirada sobre el panorama político americano que supone El último hurra (The Last Hurrah, 1958); dos de las películas de Ford más conocidas y aclamadas popularmente, El hombre tranquilo (The Quiet Man, 1952)La taberna del irlandés (Donovan’s Reef, 1963); o el western definitivo de Ford, considerado por el American Film Institute como la mejor película de la Historia, Centauros del desierto (The Searchers, 1956). Todas ellas en pantalla grande y en versión original subtitulada hasta el día 20 de febrero.

Consultar el calendario de proyecciones.

“murnau: los años benjamin” en el cine estudio

Este domingo día 23, como complemento de la exposición Walter Benjamin: Constelaciones, arranca en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes una amplia retrospectiva dedicada al realizador con mayor relevancia entre la intelectualidad alemana de la época, Friedrich Wilhelm Murnau.

La filmografía de Murnau está compuesta por 21 títulos, muchos de ellos desaparecidos o conocidos sólo de manera fragmentada. La retrospectiva actual recoge la práctica totalidad de películas del realizador que se conservan íntegramente, con copias provenientes de la Friedrich-Wilhelm-Murnau-Stiftung, institución que se ha convertido en legataria de las obras clave del cine alemán de la época.

Nosferatu, el vampiro (1922)

La retrospectiva está compuesta por diez películas, entre las que figuran todos los clásicos incontestables del realizador. De su etapa alemana destacamos particularmente las proyecciones de Nosferatu, el vampiro (Nosferatu, eine Sumphonie des Grauens, 1921), primera versión –apócrifa- del Drácula de Bram Stoker y pieza angular del cine de terror; El último (Der letzte Mann, 1924), cinta de tintes expresionistas con una memorable interpretación de Emil Jannings; y Fausto (Faust, eine Deutsche Volkssage, 1926), enorme superproducción que adapta a Goethe en la que Luciano Berriatua, gran experto del cine de Murnau, califica como “la película más bella de la historia”. Pero no menos recomendable para el cinéfilo es la revisión de películas de más difícil acceso para el espectador actual, como Der Gang in die Nacht (1921), El castillo Vogeloed (Schlo? Vogeloed, 1921), Phantom (1922) o Tartufo (Herr Tartüff, 1925), todas ellas claves en el asentamiento del primer cine europeo y que convierten a Murnau en el realizador más reputado del momento.

Foto de rodaje de Amanecer (1927)

La enorme fama alcanzada por Murnau le abre las puertas del continente americano. Para la 20th Century Fox realizará City Girl (1930), y sobre todo una de las películas más sobresalientes de la Historia del Cine, Amanecer (Sunrise: A Song of Two Humans, 1927), en la que lleva a su máxima expresión las líneas más destacadas de su filmografía. Incómodo entre la maquinaria cinematográfica de los grandes estudios, huirá hacia las islas de Sur, donde concluye su última gran película, Tabú (Tabu: A Story of the South Seas, 1931), cinta de tintes antropológicos en la que colaboró con el gran documentalista Robert Flaherty. Murnau morirá en un accidente de tráfico en 1931, poco antes de concluir el montaje de Tabú.

Consultar el calendario de proyecciones

le rapport karski

En 1978, Claude Lanzmann (París, 1925), cineasta de profesión y retratista minucioso del pasado siglo XX, realizó una entrevista a Jan Karski, resistente polaco de la II Guerra Mundial. Karski fue uno de los primeros en poner sobre aviso al bando de los aliados sobre la barbarie que el régimen de Hitler derramó sobre el pueblo judío.

Más de treinta años después de la realización de esa entrevista, Lanzmann presentó ayer en España Le rapport Karski, la película que la testimonia. El director y escritor francés finalizó en 2010 este documental, producido para el canal de televisión franco-alemán ARTE, que completa la aparición de su protagonista, Jan Karski, en la emblemática Shoa.

El acto de presentación tuvo lugar en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes, donde, un año antes, se proyectara un ciclo dedicado íntegramente al cine de Lanzmann, coincidiendo con el XXV aniversario de su obra cumbre. Estos días, el cineasta galo está en España, no sólo para presentar su último film, sino también con motivo de la publicación de La Liebre de la Patagonia, la traducción española de sus memorias.

Ayer, a la mesa de presentación previa a la proyección del film, se sentaron el propio Claude Lanzmann y Patricia Camardiel, especialista en su obra y amiga personal del director.

https://www.circulobellasartes.com/blogmedia/claudelanzmann.f4v

Más:

Video inauguración de la retrospectiva sobre Claude Lanzmann en el Cine Estudio

Entrevista con Claude Lanzmann en la Revista Minerva

Artículo sobre Claude Lanzmann en la Revista Minerva