Russian art as a response to a war-rhetoric

Anastasiia Pestinova

En la ola de dudas del mundo sobre la posición del arte ruso en relación con el discurso del militarismo, vale la pena subrayar el hecho de que es muy difícil mantener una línea de demarcación entre lo poético y lo político. Si el poeta de cierta época canta una guerra, ¿significa esto que tiene que ser excluido del patrimonio cultural? Y viceversa: ¿es la retórica antibélica realmente capaz de salvar a la humanidad de conflictos y catástrofes? Más directa y abiertamente se manifiesta el sentido, más lejano es de lo poético, porque la verdad es multifacética, misteriosa y no tolera el modo de interrogación. El talento poético está correlacionado con la posición civil del autor, pero no depende completamente de ella. Los intentos de reducir uno a otro siempre corren el riesgo de colapsar en la coyuntura. Sin embargo, en el ámbito artístico ruso encontramos una rica tradición de artistas plenamente conscientes del lado horrible de la guerra, lejos de ilusiones tranquilizadoras y sin miedo a enfrentarse a lo absurdo y terrorífico que conlleva. La comprensión de la brutalidad descubierta de la guerra es la única manera de no perder el humanismo y los valores que hacen que la vida sea tan precioda. Y, por el contrario, la paranoia resulta ser la cara opuesta del autoengaño.

  • Uno de los rostros del conceptualismo moscovita, creador de mundos esquizoides y fantásticos, Pavel Pepperstein, presentó en 2014 una serie de obras llamadas “Holy Politics”, entre las que destaca el cuadro de título provocador “Internet es malo y las armas nucleares son buenas”. 2014 es el año de la culminación de la crisis europea, cuyo carácter catastrófico y apocalíptico fue comprendido por el artista, y cuyas consecuencias sentimos todos en este momento.

Según Pepperstein, Internet y el pensamiento en red que genera no son menos, quizá incluso más peligrosos, que la televisión “zombi” -en referencia al tópico popular de las noticias falsas-. Un canal de propaganda no es muy diferente de otro, ambos forman la ilusión de comunidad y pertenencia a algo más grande que el individuo, tóxico para la conciencia. La identificación de uno mismo con uno u otro flujo de información amenaza con la inestabilidad mental y la pérdida del Yo.

La afirmación “Las armas nucleares son buenas” ilustra el totalitarismo del hecho, que tiene un efecto amortiguador en la conciencia. A lo que nos enfrentamos mirando el cuadro es a la oposición de colores suaves, delicados y aéreos con contornos finos, en contraste con el horror del mensaje principal. Esto representa la oposición de la vida y la muerte. De este modo, Pepperstein resuelve una cuestión muy importante: proteger a las personas de los envites de la realidad creando un cierto espacio para lo inexistente, una barrera y una distancia dentro de nosotros mismos que permita no identificarnos de inmediato, completa e irreflexivamente, con los puntos de vista propuestos sobre los acontecimientos que se nos ofrecen de forma asfixiante. Revelar y fijar las fuerzas y los campos que determinan el pensamiento proporcionan la oportunidad de redefinir la posición de uno en su juego, para no ser prisionero del hecho. La multidimensionalidad de la conciencia, la multiplicidad de mundos y la fantasía infantil son los antídotos del totalitarismo.

Lo que el artista propone no es un escapismo, sino el sueño y el humanismo, que son los únicos capaces de conservar la conciencia en la lucha contra la muerte.

  • “Los gobiernos aseguran a las naciones que están en peligro de ser atacadas por otras naciones o por enemigos internos, y que la única forma de salvarse de este peligro reside en la obediencia servil de las naciones a los gobiernos. Esto se ve claramente durante las revoluciones y las dictaduras, y así sucede siempre y dondequiera que el poder esté en juego. Todo gobierno explica su existencia y justifica toda su violencia diciendo que si la gente no hubiera sido golpeada, habría sido peor. Tras asegurar a las naciones que están en peligro, los gobiernos las someten. Cuando las naciones se someten a los gobiernos, éstos obligan a las personas a atacar a otras. Y así, para estas naciones, se confirman las seguridades de los gobiernos sobre el peligro de ataque de otras naciones”.

Este es un fragmento de un artículo de L.N. Tolstoi “El cristianismo y el patriotismo”, escrito en 1893, pero que no se publicó debido a la censura. En este artículo realiza un profundo análisis y crítica del fenómeno del patriotismo que se pone al servicio del poder y que lleva al pueblo a la muerte espiritual y física. Escrito tras el acuerdo de la alianza franco-rusa de 1893 como reacción a la ola de festejos que surgió en la sociedad, el artículo expresa ante todo la indignación contra la oscuridad y la ingenuidad del público, incapaz de comprender la falsedad de la alegría superficial, sino que se muestra encantado y dispuesto a celebrar todo lo que ocurre.

Psicólogo sutil tanto en el plano de la individualidad como en el de la sociedad, Tolstoi desacredita el patriotismo como principal estratagema ideológica de las dictaduras, al que se recurre para manipular la conciencia del pueblo. Tolstoi denuncia ese patriotismo que divide a las naciones y a los pueblos, que siembra la discordia entre las personas y que, bajo la apariencia de un ideal de moralidad, se convierte en una justificación de la violencia. Con la ayuda de ese patriotismo quienes realmente se benefician son los gobernantes políticos, los que en aras de sus propios intereses, obligan a mucha gente engañada, de corazón sencillo, a derramar su propia sangre y la de otros. Cuando el amor por un estado se convierte en daño a otro, el amor se convierte en fuerza destructiva, se convierte en odio.

  • La película apocalíptica de culto “Ven y verás”, dirigida por Elem Klimov, es un drama bélico despiadado para el espectador, estrenado en 1985 en el cuadragésimo aniversario de la Segunda Guerra Mundial. Rodada durante el periodo de la Guerra Fría ante el temor de la Tercera Guerra Mundial, la película es la encarnación de las pesadillas de la guerra y se considera casi como la película más difícil de ver. Su acción se desarrolla en 1943 en Bielorrusia, donde, como parte del “Plan General Ost” adoptado por la Alemania nazi, el ejército de la Wehrmacht lleva a cabo operaciones de castigo con el objetivo de hacer una “limpieza” total de la población civil. La trama se construye en torno a un niño llamado Flyora que, al pasar por las pruebas de la guerra, sufre cambios psicológicos irreversibles que se reflejan directamente en su rostro: el niño se convierte en anciano. La muerte de la familia, los intentos de suicidio, el peligro de ser quemado vivo, la presencia forzada en una ejecución masiva y la observación constante de escenas de violencia contra los compatriotas, son sólo algunos de los círculos infernales que el espectador atraviesa con Flyora. La película está llena de coloridos símbolos-metáforas de oposición entre la vida y la muerte: una danza bajo la lluvia y una garza que sale del bosque frente a la agonía de una vaca moribunda y las moscas que revolotean sobre los juguetes de los niños. 

La selección de actores para el papel principal se llevó a cabo de una manera especial: Klimov mostraba a los aspirantes al papel una crónica de los campos de concentración y luego ofrecía té con pastel, esperando que alguien se negara. Alexey Kravchenko fue el único que se negó y por eso obtuvo el papel. Se le asignaron psicólogos y se desarrolló un programa especial de asistencia psicológica que permitió al actor mantener su salud mental durante el proceso de rodaje.

Hay un proverbio ruso que dice: “piensa en el pasado y pierde un ojo; olvida el pasado y pierde los dos ojos”. No se trata de un castigo por el olvido, sino de que no hay nada más peligroso que el olvido. Klimov prefirió conservar al menos un ojo y dejar para siempre una marca en la memoria del inconsciente colectivo. Quien haya visto esta película, se vacuna de cualquier intento de romantizar el curso de las hostilidades y se afirma en la comprensión de que en una guerra sólo se puede perder.


На волне мировых сомнений насчет позиции русского искусства по отношению к милитаристскому дискурсу важно подчеркнуть сложность проведения линии демаркации между поэтическим и политическим. Если поэт в ту или иную эпоху воспевает войну – означает ли это что его или ее произведения необходимо исключать из культурного наследия? И наоборот – насколько действительно предохраняет и спасает антивоенное искусство от конфликтов и катастроф? Чем более прямо и открыто манифестируется тот или иной смысл, тем дальше он от поэтического, потому что правда многогранна, таинственна и не терпит режима допроса. Поэтический талант находится в связке с гражданской позицией автора, но не целиком от нее зависит. Попытки однозначно свести одно к другому всегда будут вырождаться в конъюнктуру. В русском художественном пространстве существует традиция искусства, глубоко осознающая ужасающую сторону войны. Далекая от успокаивающих иллюзий, она не боялась посмотреть в лицо абсурду и террору. Понимание жестокости военных действий – это единственный способ не утратить гуманность и человечность, которые делают жизнь главной ценностью. И наоборот паранойя оказывается обратной стороной самообмана.

  • Представитель московского концептуализма, создатель шизоидных и фантазматических миров Павел Пепперштейн представил в 2014 году серию работ под названием «Святая политика», в которой особой актуальностью выделяется картина с провокационным названием «Интернет это плохо, а ядерное оружие это хорошо». 2014 год – год кульминации европейского кризиса, катастрофичность и апокалиптичность которого была прочувствована художником и последствия которого все мы, жители земли, ощущаем в настоящий момент.

По представлениям Пепперштейна, интернет и сетевое мышление, которое он порождает, ничуть не уступают, а возможно даже обладают более негативным эффектом по сравнению с «зомбирующим» телевидением – чему резонирует ставшая популярной тема фейковых новостей. Один канал пропаганды мало чем отличается от другого, оба формируют иллюзию общности и сопричастности, токсичные для сознания. Идентифицирование себя с теми или иными информационными потоками грозит психической нестабильностью и утратой Я.

Утверждение «Ядерное оружие это хорошо» иллюстрирует собой тоталитаризм факта, обладающий умерщвляющим эффектом для сознания. Бросается в глаза контраст между мягкими, нежными цветами, тонкими, воздушными контурами и ужасом главного посыла. Это – противопоставление жизни и смерти. Таким образом Пепперштейн решает очень важную задачу – защитить людей от натиска реальности, создать определенный зазор, люфт, барьер для несуществующего, дистанцию внутри нас самих, которая позволит не отождествляться бездумно и целиком с предлагаемыми точками зрения на поток событий, удушающе навязывающих нам самих себя. Выявление и фиксация сил и полей, которые определяют мышление, предоставляют возможность переопределить свое положение в их игре, не быть заложниками факта. Многомерность сознания, множественность миров и детская фантазия являются антидотами тоталитаризма.

То, что предлагается художником есть не эскапизм, но мечта и человечность, которые единственные способны сохранить сознание в схватке со смертью.

  • «Правительства уверяют народы, что они находятся в опасности от нападения других народов и от внутренних врагов и что единственное средство спасения от этой опасности состоит в рабском повиновении народов правительствам. Так это с полной очевидностью видно во время революций и диктатур и так это происходит всегда и везде, где есть власть. Всякое правительство объясняет свое существование и оправдывает все свои насилия тем, что если бы его не било, то было бы хуже. Уверив народы, что они в опасности, правительства подчиняют себе их. Когда же народы подчинятся правительствам, правительства эти заставляют народы нападать на другие народы. И, таким образом, для народов подтверждаются уверения правительств об опасности от нападения со стороны других народов».

Фрагмент статьи Л.Н. Толстова «Христианство и патриотизм», написанной в 1893 году, но не опубликованной из-за цензуры, в которой производится тщательный анализ и критика феномена патриотизма, поставленного на службу власти и ведущего народ на верную гибель. Написанная после заключения франко-русского союза 1893 года как реакция на волну празднеств поднявшихся в обществе, статья выражает прежде всего возмущение глупостью народа, не чувствующего фальши в происходящем, но наивно ему радующегося. 

Тонкий психолог как на уровне личности так и на уровне социума, Толстой развенчивает патриотизм как главную идеологию диктатур, к которой прибегают с целью манипуляции народным сознанием. Можно сказать что обличается именно тот патриотизм, который разделяет нации и людей, сеет раздор между народами, который под личиной идеала нравственности оказывается оправданием насилия. И в конечном счете выигрывают правители, заставляя людей выполнять за них грязную работу. Когда любовь к одному государству оборачивается ущербом другому, любовь становится ненавистью.  

  • Культовый фильм-апокалипсис Элема Климова – безжалостная по отношению к зрителю военная драма, вышедшая в кинопрокат в 1985 году к сорокалетию Великой Отечественной войны. Снятая в период «холодной войны» на волне страха перед Третьей Мировой, картина представляет из себя воплощение чудовищных военных кошмаров и считается одним из самых тяжелых к просмотру фильмов того времени. Ее действие происходит в 1943 году в Белоруссии, где в рамках утвержденного нацистской Германией «Генерального плана Ост» армия Вермахта проводит карательные операции с целью тотальной зачистки гражданского населения. Сюжет выстроен вокруг мальчика по имени Флера, который, проходя через испытания военного времени, претерпевает необратимые психологические изменения, непосредственно отражающиеся на его лице – из ребенка он становится стариком. Смерть близких, попытки самоубийства, угроза сожжения заживо, вынужденное присутствие при массовой казни и постоянное наблюдение за сценами насилия над соотечественниками – вот только некоторые из кругов ада, которые зритель проходит вместе с Флерой. Фильм наполнен красочными символами-метафорами противостояния жизни и смерти: танец под дождем и цапля выходящая из леса против агонии коровы и вьющихся над детскими игрушками мух. 

Отбор актеров на главную роль происходил по особому режиссерскому регламенту: Климов показывал претенденту на роль хронику из концлагерей, а потом предлагал чай с тортом, ожидая человека, который откажется. Алексей Кравченко оказался единственным отказавшимся и получил роль. К нему были приставлены психологи и разработана специальная программа психологической помощи, которая позволила актеру сохранить здоровье после съемок.

Есть такая русская пословица «кто старое помянет, тому глаз вон, а кто забудет – тому оба долой». Она не о наказании за забывчивость, а о том, что нет ничего опаснее забвения. Климов предпочел сохранить хотя бы один глаз и навсегда оставить след в памяти коллективного бессознательного. Всякий хотя бы раз посмотревший этот фильм, можно сказать получает прививку от любых попыток романтизации хода военных действий и утверждается в понимании того, что на войне есть только проигравшие.


On the wave of the world’s doubts about the position of russian art in relation to militarism discourse, it is worth emphasize the fact that it is quiet difficult to hold a line of demarcation between poetic and political. If the poet of certain era chants a war – does this mean that he or she has to be excluded from cultural heritage? And vice versa – is anti-war rhetoric  really able to save humanity from conflicts and catastrophes? More directly and openly the sense is manifested, farther it is from poetic, because the truth is multifaceted, mysterious and does not tolerate the interrogation mode. The poetic talent is correlated with the civil position of the author but not completely dependent from it. Attempts to reduce one to another are always in the risk to collapse into the conjuncture. Nevertheless, in the Russian artistic field we find a rich tradition of artists fully aware about horrific side of the war, far away from calming illusions and not afraid to face up the fact of its absurdity and terror. Understanding of uncovered brutality of warfare is the only way not to loose humanism and values that make life so precious. And on the contrary paranoia turns out to be the opposite side of self-deception.

  • One of the faces of Moscow conceptualism, the creator of schizoid and fantasy worlds, Pavel Pepperstein, presented in 2014 a series of works called “Holy Politics”, among which of particular relevance stands the painting with a provocative title “The Internet is bad, and nuclear weapons are good». 2014 is the year of the culmination of european crisis, catastrophic and apocalyptic nature of which was understood by the artist and the consequences of which we all, the inhabitants of the earth, feel at this moment.

According to Pepperstein, the Internet and the networked-thinking that it generates are not less, and perhaps even more dangerous, than “zombie” TV – reference to a popular nowaday topic of fake news. One channel of propaganda is not much different from another, both form the illusion of community and belonging to something bigger than individual, toxic to consciousness. Identification of oneself with one or another information flow threatens with mental instability and loss of Self.

The statement “Nuclear weapons are good” illustrates the totalitarianism of the fact that has a deadening effect on consciousness. What we face looking at the painting is the opposition of soft, delicate, airy colours with thin contours to the horror of the main message. This represents the opposition of life and death. In this way Pepperstein resolves very important issue – protect people from the onslaught of reality by creating a certain gap for the non-existent, a barrier and distance within ourselves that will allow not to be identified immediately, completely and thoughtlessly with the proposed points of view on events that suffocatingly offer themselves to us. Revealing and fixing the forces and fields that determine thinking provide an opportunity to redefine one’s position in their game, in order not to be prisoners of the fact. Multidimensionality of consciousness, multiplicity of worlds and childish fantasy are the antidotes of totalitarism.

What the artist proposes is not escapism, but a dream and humanism, which are the only ones capable of retaining consciousness in the fight against death.

  • «Governments assure nations that they are in danger from attack by other nations or from internal enemies, and that the only way of salvation from this danger lies in the slavish obedience of nations to governments. This is clearly seen during revolutions and dictatorships, and this is how it happens always and wherever power is at stake. Every government explains its existence and justifies all its violence by saying that if people had not been beaten, it would have been worse. Having assured the nations that they are in danger, the governments subdue them. When nations submit to governments, these governments force people to attack others. And thus, for these nations, the assurances of governments about the danger from attack from other nations are confirmed».

This is a fragment from an article by L.N. Tolstoy “Christianity and Patriotism”, written by him in 1893, but not published due to censorship. In this article he carries out a thorough analysis and criticism of the phenomenon of patriotism that is put at the service of power and that leads the people to spiritual and physical death. Written after the conclusion of the Franco-Russian alliance of 1893 as a reaction to a wave of festivities that arose in society, the article expresses, first of all, indignation against obscurity and naivety of the public that is not able to understand the falsity of superficial joy, but enchanted and ready to celebrate everything that is happening.

A subtle psychologist both at the level of the individuality and at the level of society, Tolstoy debunks patriotism as the main ideological ploy of dictatorships, which is invoked in order to manipulate the people’s consciousness. Tolstoy denounces such patriotism that divides nations and people, sows discord among people, and that, under the guise of an ideal of morality, turns out to be a justification for violence. With the help of such patriotism who really benefits are the political rulers, those that for the sake of their own interests, force a lot of fooled, simple-hearted and embittered people to shed their own and other people’s blood. When love for one state turns into damage to another, love becomes destructive force, it becomes hate.

  • A cult apocalyptic film «Come and see» directed by Elem Klimov – a war drama merciless for a viewer, released in 1985 on the fortieth anniversary of the Second World war. Filmed during the Cold War period in the wake of the fear of the Third World War, the picture is the embodiment of war nightmares and is considered as almost the hardest film to watch. Its action takes place in 1943 in Belarus, where, as part of the «General plan Ost» adopted by nazi Germany army of Wehrmacht carries out punitive operations with the goal of total «cleaning» of the civilian population. The plot is built around a boy named Flyora, who, going through the trials of wartime, undergoes irreversible psychological changes that are directly reflected on his face – from a child he becomes an old man. The death of the family, suicide attempts, the danger of being burned alive, forced presence at a mass execution and constant watching of scenes of violence against compatriots – these are just a few of hell-circles that the viewer goes through with Flyora. The film is full of colorful symbols-metaphors of opposition between life and death: a dance in the rain and a heron emerging from the forest against the agony of a dying cow and flies hovering over children’s toys.

The selection of actors for the main role took place according to a special scenario: Klimov showed to the applicant for the role a chronicle from concentration camps, and then offered tea with cake, waiting for a person who would refuse. Alexey Kravchenko was the only one who refused and so he got the role. Psychologists were assigned to him and a special program of psychological assistance was developed, which allowed the actor to maintain his mental health during the process of filming.

There is such a Russian proverb «dwell on the past and loose an eye; forget the past and loose both eyes». It is not about punishment for forgetfulness, but rather about the fact that there is nothing more dangerous than oblivion. Klimov preferred to keep at least one eye and forever leave a mark in the memory of collective unconscious. Anyone who has ever seen this movie, gets vaccinated from any attempts to romanticise the course of hostilities and is affirmed in the understanding that in a war you may only loose.

Índice de ilustraciones:

Fig. 1: The Internet is bad, and nuclear weapons are good Pavel Pepperstein / Интернет это плохо, а ядерное оружие это хорошо Павел Пепперштейн

Fig. 2:  L.N. Tolstoy in the family estate Yasnaya Polyana / Л.Н. Толстой в семейной усадьбе Ясная Поляна

Fig. 3: A shot from the film of E.Klimov Come and see / Кадр из фильма Э. Климова Иди и смотри

Kubrick y la innovación

Stanley Kubrick, uno de los mayores innovadores de la Historia del cine

Una vez vista la exposición de Stanley Kubrick. The Exhibition he encontrado un motivo más para repensar acerca de los proyectos de innovación del Círculo de Bellas Artes, que enfatizan que esta no viene solo de la digitalización, sino también de las artes y las humanidades. Sin las preguntas que, por ejemplo, se hacían directores como Stanley Kubrick a la hora de plasmar a través del cine sus ideas, jamás se habrían llegado a aplicar numerosos avances tecnológicos que consideraríamos innovadores o rompedores. Es decir, son igualmente innovadores, tanto la idea, que proviene del mundo de las artes y las humanidades, como el “cachivache”, que proviene de lo tecnológico, que permite que esa idea se plasme de la mejor manera. Y lo más importante, su fin último es reflexionar en relación a todo aquello que nos hace humanos y a esas preguntas que muchas veces no tienen respuesta evidente.

«Si puede escribirse, o pensarse, puede filmarse»

Stanley Kubrick

Stanley Kubrick era un artista total —nuestra escuela SUR le habría encantado— para el que no existía la palabra límite. Para él, el cine era «una de las principales formas de expresión de nuestra época», sin embargo, él comenzó siendo fotógrafo y fue su mente inquieta y curiosa la que le llevó a interesarse por un sinfín de disciplinas artísticas como la literatura —menos las dos primeras, 11 de sus 13 películas se basan en novelas—, por el diseño —no hay más que ver La naranja mecánica—, por la música —Barry Lyndon, por ejemplo, ganó el Oscar a la mejor banda sonora— o por el mismo vestuario —¿quién no recuerda esas túnicas y máscaras de Eyes Wide Shut?—.

Los directores de cine seguramente sean lo más parecido a esos emprendedores de los que tanto se habla. Ellos tienen una idea, la presentan, buscan financiación, se rodean de lo mejor y los mejores que pueden, llevan adelante esa idea tratando de solventar los problemas de producción que se le puedan presentar y luego rezan para ver si tienen retorno de esa inversión.

Habría que decir que desde el séptimo arte se han impulsado infinitas iniciativas que en sí planteaban un reto, una innovación técnica y que, por otra parte, también han sido innovadoras a la hora de hacernos reflexionar y suscitarnos preguntas relacionadas con temas universales, que en el caso de Stanley Kubrick tienen que ver con el deseo, la violencia, la guerra, el espacio, el tiempo, el poder…

Sus películas en sí eran impecables tanto en la forma, como en el fondo, y siempre respondían al fin mismo de la cultura, que no es otro que el de inquietar e invitarnos a hacer preguntas. «Las partes más importantes de una película son las misteriosas, las que están más allá del alcance de la razón y el lenguaje», decía.

Pero más allá de lo innovador que ha sido en relación a la narración, a las reflexiones y reacciones que han suscitado sus películas, Stanley Kubrick también lo fue en el aspecto formal.

Stanley Kubrick fue un innovador y en Barry Lyndon usó una cámara con un objetivo de la NASA, el más luminoso utilizado en el cine.
Cámara Mitchell BNC (Blimped Noiseless Camera) adaptada con objetivo Zeiss Planar 50mm de la NASA, el de mayor luminosidad y apertura (f/0,7) de la Hª.

El objetivo de la NASA más luminoso de la Historia del cine

En Barry Lyndon, una película de época ambientada en el XVIII, Stanley Kubrick quería evocar ese tiempo en el que no existía la luz eléctrica y en escenas interiores no utilizó luz artificial para las mismas, solo la de las velas de los candelabros que se usaban entonces. Sin embargo, esto le planteaba un problema: que los objetivos cinematográficos no eran capaces de captar con nitidez lo que se rodaba. ¿Qué hizo? Para solventarlo consiguió un objetivo Zeiss Planar 50mm de la NASA, modificado con un adaptador fotográfico Kollmorgen, obteniendo así el objetivo de mayor luminosidad y apertura (f/0,7) de la Historia del cine.

Detalle del vestido de Lady Lyndon creado por Milena Canonero. Barry Lyndon ganó el Oscar a mejor vestuario en 1976.

El éxito fue tal que John Alcott, uno de los “culpables” de esta solución, se llevó el Oscar a la mejor fotografía. Por cierto, Stanley Kubrick nos descubrió a Milena Canonero, aún en activo, una de las mejores diseñadoras de vestuario, a la que encumbró con La naranja mecánica y que obtuvo el Oscar el mejor vestuario por el diseño de los vestidos de Lady Lyndon —posteriormente obtendría otros tantos por Carros de Fuego, María Antonieta y El Gran Hotel Budapest—. Una muestra más de la capacidad que tenía para rodearse de los mejores y, por qué no, de los más innovadores en sus respectivos campos.

Y el espacio se hizo “carne” gracias a Kubrick

2001: una odisea del espacio es una película de culto por muchas razones. Por ejemplo, por esa elipsis temporal tan brutal, pero también porque durante los cuatro añazos que duró el rodaje, Kubrick se obsesionó por la perfección en relación a la ingravidez. Hay que recordar que el hombre aún no había llegado a la Luna. Por ello Stanley Kubrick se centró en los efectos especiales —a la postre ganaría un Oscar— a partir de fotografías espaciales de los archivos que le dejó la NASA, así como de entrevistas con más de sesenta organismos científicos, entre los que estaban, por ejemplo, Boeing, General Electric o la mismísima embajada soviética. Y, por supuesto, IBM, al que Kubrick tuvo a bien realizar un guiño con HAL 9000 (cuyo nombre se obtiene adelantando una letra del abecedario de la multinacional). En base a esto, por ejemplo, recreó la superficie de la Luna lavando, secando y pintando arena con los colores de las fotos; una vez contruyó la maqueta gigante de la Discovery, proyectó imágenes en sus ventanas, superpuso tomas y grabó a gran velocidad para simular la ingravidez de la nave, que se percibía proyectando a velocidad normal; algo que también hizo con los astronautas, cuando los grabó a más velocidad sobre un fondo negro y ocultando los arneses que los giraban… Un alarde de creatividad e ingenio por parte del director.

Otra de las innovaciones de Stanley Kubrick en esta película fue la pantalla para proyección frontal, que permitía la proyección de fondos previamente filmados ofreciendo la posibilidad de recrear ubicaciones y contextos.

Además, de nuevo se rodeó de los mejores y nos descubrió algunos nuevos talentos de entonces. Uno fue Stuart Freeborn, que creó la máscara de los simios de esta película y que, posteriormente, hizo las máscaras de Yoda o Chewbacca en Star Wars. Y, otro, fue el de la escultora Liz Moore, creadora de El Niño de las Estrellas de esta película y que posteriormente también sería la creadora de C3PO y los cascos de los stormtroopers de Star Wars.

Mención aparte merece HAL 9000, el superordenador de abordo, que introduce un nuevo tema que daría mucho que hablar: la inteligencia artificial. De hecho, la IA no aparecía en las novelas de Arthur C. Clarke, con el que Kubrick reelaboró esta parte. El caso es que para asesorarse contrató al matemático de Oxford, Irving John Good, una de las mentes privilegiadas que junto a Allan Turing descifraron el código Enigma de los nazis. En este artículo explica muy bien cómo Kubrick se adelantó al futuro con HAL 9000 (ojo que hay spoilers si no la has visto).

La steadicam, un recurso en El Resplandor

En esta película hizo uso de otra innovación técnica, la steadicam del inventor Garry Brown, que permite con un arnés y contrapesos, llevar la cámara incorporada y poder seguir y permanecer más cerca de los actores, sorteando obstáculos más fácilmente y dotando a las escenas de mayor cercanía y movimiento. Brown ya la había utilizado por primera vez en Esta tierra es mi tierra (1976), pero donde más destacaría sería con Rocky entrenando por las calles y escalinatas de Filadelfia. Kubrick no lo dudó y Brown estuvo en el equipo de El resplandor (1980) con su steadicam. ¿Recuerdas la escena de Danny con el triciclo por los pasillos del Hotel Overlook?

Podría enumerar un sinfín de innovaciones más, como las lentes que enfocaban a todos los reclutas de La chaqueta metálica o el uso en esta misma película de la cámara con el obturador desincronizado para obtener un efecto más realista en las escenas bélicas, algo que imitaría Spielberg en Salvar al soldado Ryan, pero creo que con estos ejemplos, tenemos más que suficiente para demostrar que Stanley Kubrick es un innovador con todas las letras y por eso esta Kubrick. The Exhibition es mucho más que una muestra sobre cine.

Pacto de convivencia: Declaración conjunta de convivencia pacífica

Pacto de Convivencia: Declaración conjunta de convivencia pacífica

Pacto de convivencia / Declaración conjunta de convivencia pacífica fue uno de los proyectos elegidos de entre los que proponen las mejores prácticas para Europa dentro de la 2ª cumbre de la European Alliance of Academies, que bajo el epígrafe “The Power of Art: Defending a transnational understanding of European culture” (El poder del arte: por la defensa de un concepto transnacional de la cultura europea), se celebró en el Círculo de Bellas Artes los días 2 y 3 de diciembre de 2021.

Ana Ruiz, portavoz de Pacto de convivencia, cuya finalidad es la de fortalecer la convivencia y la cohesión social en Europa, fue la encargada de presentar el proyecto en un formato de Pecha Kucha (20 diapositivas x 20 segundos cada una). Pacto de convivencia germinó tras los atentados del 11M en Madrid como respuesta a la pregunta que suscitó: “Cuando un atentado no solo generaba el dolor de las víctimas, sino que también quería romper los valores que sostenían la convivencia democrática e intercultural, ¿qué podíamos hacer como sociedad civil?”.

Con la tarea, no solo de reforzar esos valores democráticos, sino también de afrontar los conflictos, Pacto de convivencia ha puesto en sintonía a distintas y diversas instituciones de la sociedad civil, que van desde el Arzobispado de Madrid hasta Movimiento contra la Intolerancia, pasando por la Comisión Islámica de España, la Federación de Comunidades Judías de España o la CRUE, entre otras, con la pretensión de parar el odio, encontrar acuerdos sin dejar a nadie atrás y generar espacios de entendimiento y esperanza.

Ana Ruiz reivindicó también frente a los mensajes facilones de odio, un papel activo de la cultura, en el que “el arte y el pensamiento ayudan a las víctimas con su dolor y son un medio para catalizar las emociones de una manera no violenta”.

Día Internacional de la Convivencia en Paz

El Pacto de convivencia hizo una llamada además a que todas las instituciones culturales europeas se sumen el 16 de mayo al Día Internacional de la Convivencia en Paz, al que ya se ha sumado el Círculo de Bellas Artes que conjuntamente con esta plataforma reunirá a diversas universidades, escuelas y entidades del sector para reflexionar juntos sobre la convivencia.

Una sociedad plural, inclusiva y comprometida con los derechos humanos es el mejor antídoto contra el terrorismo, la radicalización violenta y todas las formas de exclusión. “No actuar es el mayor error que podemos cometer”, apostilló Ana Ruiz en su intervención.

web: www.pactodeconvivencia.org

Sobre la European Alliance of Academies o Alianza de Academias Europeas

La European Alliance of Academies es una unión cultural transnacional integrada por importantes instituciones europeas. Enmarcada en la presidencia alemana del Consejo de la UE, la iniciativa parte de la Akademie der Künste.
En este proyecto común y solidario participan sesenta instituciones y academias europeas, entre las que se encuentran el Centre Pompidou (París), la Royal Academy of Arts (Londres), L’Accademia Nazionale del Disegno (Roma) y el Círculo de Bellas Artes (Casa Europa), representando a la cultura española en esta iniciativa. Prácticamente todos los países europeos, además de Gran Bretaña y Noruega, están presentes en este acuerdo, demostrando la necesidad de una alianza basada en la solidaridad, especialmente necesaria en este tiempo en el que surgen movimientos identitarios en varios países que atacan valores como la diversidad y la libertad de expresión. Así, esta red europea tiene como objetivo salvaguardar a través de la cultura valores europeos como la democracia, la igualdad, la justicia o la defensa de los derechos humanos.

El Círculo de Bellas Artes-Casa Europa, un puente entre la Alliance of Academies y Latinoamérica

Los días 2 y 3 de diciembre tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes la cumbre cultural de la Alliance of Academies The Power of Art: Defending a transnational understanding of European Culture (El poder del arte: por la defensa de un sentido transnacional de la Cultura Europea), que aglutina a alrededor de setenta instituciones culturales europeas, en pos de una idea de Europa solidaria, diversa, igualitaria y justa y en defensa de las libertades de expresión, creación y artística, amenazadas en algunos estados miembros de la UE. Una defensa de la libertad que se extiende más allá de Europa, al ser España, por ejemplo, un puente de unión con Latinoamérica. Precisamente allí, se cometen violaciones contra estas libertades que nos atañen directamente y ante las que somos especialmente sensibles, como el exilio forzado al que ha sido sometido el escritor nicaragüense Sergio Ramírez en su país, donde se han prohibido sus libros y donde pesa contra él una orden de arresto por pensar distinto, o simplemente podríamos decir, por pensar.

En una entrevista reciente, Jeanine Meerapfel, presidenta de la Akademie der Künste —principal impulsora del proyecto—, respondía en una entrevista concedida a ABC lo siguiente en relación a la Alliance of Academies: «(…) y creo que también habrá una reafirmación de nuestra actuación contra las restricciones políticas en algunos países y una declaración que de alguna manera involucre también a otros continentes. España tiene una gran responsabilidad y una gran amistad con Latinoamérica. Eso hay que tomarlo en cuenta y hay que darle un lugar también en nuestras discusiones.»

Por este motivo, el Círculo de Bellas Artes – Casa Europa se postula como un puente entre la Alliance of Academies y Latinoamérica. Un ejemplo de ese compromiso y de los lazos que unen a esta institución con Latinoamérica, es Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, quien recibió este 2021 la Medalla de Oro del CBA, su máximo galardón, por su prolífica y excelsa contribución a la literatura y, también, por su compromiso intachable con la libertad.

«La literatura es un oficio peligroso cuando se enfrenta a las desmesuras del poder de las tiranías, que nunca dejan de sentirse amenazadas por las palabras», dijo Sergio Ramírez en su discurso de entrega de la Medalla de Oro del CBA. En su caso, el régimen de Ortega no quiere que se lea su última novela, Tongolele no sabía bailar, que ha sido prohibida.

Sergio Ramírez recibió la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes-Casa Europa, representante español en la Alliance of Academies.
Sergio Ramírez recibió la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes.

Podríamos pensar que estas cosas no suceden en Europa, pero en un caso distinto, precisamente la Alliance of Academies tuvo que salir en defensa de la libertad de cátedra e investigación y, de paso, tuvo que recordar la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, después de que dos profesores expertos en el Holocausto, fueran enjuiciados en Polonia por un trabajo de investigación, algo que también ha pasado en España. En este caso se puso por encima de estos derechos, el de la intimidad de una descendiente de una persona citada en ese trabajo. Pero es que en España también tenemos raperos encarcelados por sus letras, periodistas silenciados por un documental que revelaba que en un monumento se sigue haciendo apología del franquismo

En ese discurso de la Medalla de Oro Sergio Ramírez apuntó: «Pero hay algo de lo que nunca nadie podrá exiliarme, ni el más tirano de los poderes, y es de mi propia lengua. Porque mi lengua de escribir realidades, de crear mundos imaginarios, de inventar universos nuevos, es una lengua que no conoce fronteras. (…) Yo, con mi lengua recorro todo un continente, atravieso el mar, y siempre me dejaré escuchar. Y si mis libros están prohibidos en Nicaragua, las veredas clandestinas de las redes sociales hacen que lleguen a miles de lectores… (…) Por eso que las palabras se vuelven tan temibles. Porque tienen filo, porque desafían, porque no se las puede someter. Porque son la expresión misma de la libertad.».

Unas citas muy interesantes para descubrir por qué es tan importante el castellano en el mundo, una lengua que traspasa fronteras, y por qué las redes sociales, en algunos casos, son una vía para escapar de las barreras físicas. Algo que también hemos visto recientemente con la canción Patria y Vida, que se convirtió en himno disidente en Cuba, cuya letra ha viajado online de país en país y ha recibido hasta dos premios Grammy, poniendo sobre la mesa la denuncia internacional por la detención de uno de sus cantantes, Maykel “Osorbo” Castillo.

En la Alliance of Academies de los días 2 y 3 de diciembre se debatirá por las tardes, con entrada abierta al público, sobre el poder del arte cuando implica cooperación internacional, la influencia de las tecnologías en la forma que tenemos de percibir el arte, la política y la sociedad, y la radicalización política que hace peligrar la libertad artística.

Las últimas fiestas de la cosecha, ingcubhe, de la tribu Bhaca en la exposición “Eventos de lo social”

Baile de las fiestas de la cosecha de los bhaca.

En la exposición de PHotoESPAÑA 2021 en el CBA Eventos de lo social Fotografía africana en The Walther Collection, encontramos unas curiosas fotos de Alfred Martin Duggan-Cronin en las que estamos frente a, posiblemente, las últimas celebraciones de las fiestas de la cosecha de los primeros frutos, las ‘ingcubhe’, recogidas en su colección “The Bantu Tribes of South Africa” (1928-1954).

Entre 1919 y 1939, Duggan-Cronin se desplazó alrededor de 128.000 kilómetros a lo largo de Sudáfrica, Namibia, Botswana, Zimbabwe, Zambia, Mozambique, Swazilandia y Lesotho. En ese periplo hizo siete mil negativos de los que imprimió varios cientos de copias. Tras abrir una galería dedicada a los bantúes, en la que fue sumando fotografías enmarcadas, hasta 750, se las ofreció a la ciudad de Kimberley con la condición de que la colección fuera debidamente alojada y accesible al público. Con el apoyo de De Beers, la empresa de explotación de diamantes para la que había trabajado cuando llegó a Sudáfrica, la galería se incorporó permanentemente al Mc-Gregor Memorial Museum. Tras su muerte en 1954, la colección “The Bantu Tribes of South Africa” constaba de 11 volúmenes. Para Duggan-Cronin el proyecto constituyó un monumento al pueblo bantú “a quien”, decía, “nosotros en Sudáfrica le debemos tanto”. En estas fotografías retrató la vida de estas tribus, con sus celebraciones, creencias, rituales, su día a día… y entre estas estaban las de las fiestas de la cosecha.

En la exposición “Eventos de lo social” del CBA podemos ver treinta y seis de estas fotografías correspondientes a los pueblos de habla bantú, entre los que se encontraban los Nguni. De estas tribus, las más conocidas son los Zulú, Ndebele, Swazi o los Bhaca, que hoy ocuparían zonas de Mozambique, Sudáfrica, Swazilandia y Zimbabwe. En estas fotografías, aunque no se mencione, intuímos que se trata de los Bhaca, ya que estos fueron de los pocos que perpeturaron estas fiestas de la cosecha hasta el primer tercio del XX, y además porque Duggan-Cronin se refiere a las fiestas de los primeros frutos como ‘ingcubhe’ -así lo escribe en los márgenes de las fotografías-. Según el profesor de Historia, Keith Snedegar, de la Utah Valley University leemos que los Zulú llamaban a esta festividad ‘umkosi’; los Swazi, ‘incwala’; los Ndebele, ‘inxwala’; mientras que eran los Bhaca los que la denominaban como ‘ingcubhe’. Así que podemos decir que es muy factible que estemos ante esta tribu, pese a que el mismo Duggan-Cronin no lo mencione explícitamente en sus fotografías, ya que como se demuestra, coinciden fechas y denominación en diversos estudios.

Seguimos leyendo que fueron los Bhaca los que celebraron sus últimas fiestas de la cosecha, ingcubhe, completas allá por 1926, con lo que concuerda en fechas con las fotos de Duggan-Cronin, que están presentes en esta exposición. En ellas, el jefe de la tribu probaba el primer fruto de la cosecha y a este se le atribuían poderes sobrenaturales, algo que también imprimía, según la creencia, fortaleza frente a los enemigos. Además, se bendecía de alguna manera la cosecha de ese año que empezaba.

Los rituales de las fiestas de la cosecha

Las celebraciones, según documentos encontrados en relación a los zulús y los swazis, se iniciaban con la nueva luna de diciembre y podían durar hasta quince días. Para empezar, el rey quedaba recluido en sus aposentos, donde los doctores reales le ofrecían unas decocciones. A la mañana siguiente, este se subía a un promontorio donde sumergía sus manos en una papilla de calabaza amarga y después de chupar sus dedos, escupía la pasta en dirección al sol naciente. Los jóvenes guerreros recogían leña para asar un toro durante un par de días y ofrecer los restos entre integrantes de la tribu. También los guerreros más mayores pedían por la lluvia con música y bailes. Al parecer, se cantaba una canción Ngoma, que solo podía cantarse en las fiestas de la cosecha so pena de muerte.

La actual fiesta Kwanzaa afroamericana, que se celebra en los Estados Unidos, tiene sus orígenes en estas celebraciones.

La exposición de PHotoESPAÑA 2021 en el CBA Eventos de lo social Fotografía africana en The Walther Collection se puede visitar de martes a domingos de 11h a 14h y de 17h a 21h hasta el 22 de agosto.

Otras exposiciones de PHE21, White Nights (hasta el 5 de septiembre) y Supernova de Ouka Leele (hasta el 24 de octubre).

La Cultura en las Elecciones del 4M de 2021 en la Comunidad de Madrid

Logo de las Elecciones del 4M en la CAM que ilustra un resumen de Cultura

En esta campaña de las Elecciones a la Asamblea de Madrid 2021 poco se ha hablado de Cultura aunque, más bien, poco se ha hablado de casi nada. La información acerca de los distintos programas, si interesan a alguien, ha quedado prácticamente restringida a una labor de investigación en el ámbito personal y muy pocos medios de comunicación informan más allá del titular polémico.

Es curioso comprobar cómo la Cultura se ha configurado como un importante asidero frente al tedio del confinamiento y ha estado muy presente a lo largo de la pandemia, en forma de conciertos, representaciones, lecturas, encuentros multimedia… que han sido base de nuestras conversaciones, chats, etc. La catarsis no es la misma que la que produce el contacto directo y personal, eso es evidente, pero las Artes y Humanidades a muchos sí nos han ayudado a asimilar y comprender mejor esta crisis y a sobrellevarla ante la imposibilidad del contacto personal.

Pese a la importancia y el espacio que ocupan en nuestras vidas, la Cultura suele ser una de las olvidadas en cada campaña. Vale que hay cosas más importantes, como la Sanidad o la Educación (sin olvidar que de alguna manera esta está muy vinculada), pero el sector de la Cultura no es solo importante desde el punto de vista social y de salud democrática, sino también desde el económico. En 2018, por ejemplo, aportó un 3,2% al PIB y obtuvo una financiación pública en términos de PIB del 0,06% por parte del Estado, un 0,10% por la Administración Autonómica y un 0,28% por la Administración Local.

Este post tratará de resumir los distintos programas en relación a la cultura y las menciones que de ella se hacen, pero primero debemos poner en contexto la situación por la que atraviesa el sector, que como muchos otros ha sido golpeado con dureza.

En el Observatorio de la Cultura de la Fundación Contemporánea, sobre una encuesta en la que han participado 472 personas del mundo de la cultura, se destacaba que en 2020 los ingresos totales se redujeron un 29% respecto a los presupuestados con una gran diferencia entre el sector público (22,3%), el privado (35,1%) y el de profesionales independientes (37,5%). Además, las pérdidas de empleos han sido incalculables.

En base a esto, los principales problemas que tenemos vienen primero por recuperar la actividad completa del sector con unas directrices claras de reactivación, como pide Alerta Roja Eventos, que, tras exitosos experimentos como el del concierto de Love of Lesbian, se antojan como urgentes; pero también por profundizar en qué es lo que se entiende por Cultura y cómo hacemos que todos los ciudadanos puedan participar y acercarse a ella; o por encarar algunos de los caballos de batalla como son el mecenazgo, la igualdad, la fiscalidad, el patrimonio, la recuperación del cine, de la danza y las escuelas, el fomento de la lectura…

Vamos al grano. Trataré de destacar lo más importante de cada programa, pero siempre se incluye un enlace a los programas completos de cada partido. Allá vamos por orden de votos en las Elecciones de 2019.

Programa cultural del PSOE en las Elecciones a la Comunidad de Madrid 2021

El PSOE en un programa de 84 páginas y 10.787 palabras utiliza 29 veces el término “cultura” para referirse a ella exclusivamente (he descartado agricultura y otros usos) y me ha quedado un extracto de unas dos páginas copiando y pegando en un documento (algo que haré con el resto).

Entre las propuestas encontramos el compromiso de ofrecer avales y ayudas directas para los sectores empresariales de la cultura, la organización de eventos, autónomos y artistas, así como agilizar pagos y ampliar plazos, algo en lo que coincide con Más Madrid y Unidas Podemos. Además, incluyen de modo genérico: la creación de un Plan estratégico de I+D+i en cultura digital; un Pacto Autonómico por la Cultura; el Bono Joven Cultural de la Comunidad de Madrid, algo que repetirá Ciudadanos; un proyecto de Ley del Cine y el Audiovisual de Madrid; una nueva Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Madrid; distintos apoyos al teatro, la danza y las librerías, así como la inversión en videojuegos; el fomento de contenidos culturales en Telemadrid; la declaración como bien de interés cultural (BIC) de la casa de Vicente Aleixandre y el acuerdo entre las tres administraciones para su adquisición y transformación en la Casa de la Poesía; potenciar programas de mediación social e intercultural y de desarrollo cultural comunitario; favorecer la difusión y el conocimiento de la cultura gitana y la creación de la Cátedra del Pueblo Gitano; y (plantear) la creación de un Museo – Centro Cultural de la Memoria Histórica y Democrática de Madrid.

Programa completo del PSOE

Programa cultural del PP en las Elecciones a la Comunidad de Madrid 2021

El Partido Popular, en un programa de 165 páginas en total y algo más de 35.000 palabras, utiliza la palabra cultura 49 veces para cuatro páginas que me quedan dedicadas al tema. El PP repite el programa que presentó en 2019 y marca aquello que aseguran haber cumplido como, por ejemplo, las celebraciones del Año Galdós de 2020, de las que que acogimos obras de teatro en el CBA.

Entre otras medidas que marcan como que están “en curso”, destacan la reivindicación del Teatro del Siglo de Oro en la Casa Museo Lope de Vega, en el Museo Casa Natal de Cervantes y en los Teatros del Canal y el incremento de la partida económica destinada al Festival de Teatro Clásico; más genéricamente incluyen el fomento de la lectura de los clásicos entre los más jóvenes y del fomento de la lectura en general; entre las apuestas por el turismo cultural destacan el plan Somos Uno, que quiere garantizar el acceso gratuito a la oferta cultural, deportiva o de ocio a la persona de apoyo de la persona con discapacidad en eventos desarrollados por la propia Comunidad de Madrid; también incluyen un apoyo a la cultura gitana, como el PSOE; la creación de nuevas alianzas con instituciones culturales internacionales como el MoMA de Nueva York, la Tate Modern de Londres, el MUNAL (Museo Nacional de Arte Latinoamericano) de México, el Museo Hakone de Japón o el Museo Nacional de Arte de China; y el fomento de la Fiesta del Toro con el apoyo a las escuelas taurinas, el impulso de obras de modernización de la Plaza de Toros de Las Ventas, la celebración de festejos taurinos en municipios con plazas de tercera o cuarta categoría y la colaboración con el Ayuntamiento de Madrid para la promoción y protección de la tauromaquia como patrimonio cultural.

Programa completo del PP

Programa cultural de Ciudadanos en las Elecciones a la Comunidad de Madrid 2021

Ciudadanos, por su parte, ha presentado un programa online y un formato pdf de lectura fácil. En el primero en 10 puntos encontramos diversos bloques, y 10.787 palabras entre las que “cultura” aparece en 9 ocasiones. El extracto de cultura llega a una página.

En el punto 1 que titulan Salvar vidas, salvar empleos: vacunación y recuperación incluyen, tomando medidas de seguridad, la cesión espacios públicos al aire libre para la celebración de eventos culturales, deportivos y de espectáculos. En el 5, epígrafe de Educación, cultura y formación profesional encontramos la propuesta del Bono Joven en Cultura, como el PSOE, pero especifican que es de 100€ para jóvenes entre 18 y 25 años; más genéricamente se refieren a convertir a la Comunidad de Madrid en un referente mundial de la lengua y la cultura españolas, así como su promoción para atraer talento artístico e inversión; y también a preservar y promocionar el patrimonio en ciudades y municipios actualizando catálogos. Por último, encontramos otra referencia en el epígrafe 10 de Ciencia, innovación y tecnología con la creación de una Ley de Mecenazgo para promover la participación de la iniciativa privada en otros ámbitos y la cultura favoreciendo las donaciones realizadas por personas físicas o jurídicas de carácter privado. En esto confluye también con PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos.

Programa completo de Ciudadanos

Programa cultural de Más Madrid en las Elecciones a la Comunidad de Madrid 2021

Más Madrid ha sido el que ha elaborado el programa más extenso con un total de 191 páginas y 64.431 palabras, dedicando 281 referencias a la palabra cultura. En el copia-pega me quedan algo más de 13 páginas para explicar Más Cultura, su gran bloque, que contiene 55 propuestas (más dos más encontradas en otros bloques) separadas por 8 grandes epígrafes.

Es curioso que es el único partido junto a Unidas Podemos que trata de profundizar en relación a qué es la Cultura y qué significa para la democracia y los ciudadanos con frases como que han sido “un bálsamo en la pandemia” o que “la población ha buscado y encontrado aliento y esperanza recurriendo a la Cultura” y habla de garantizar el acceso a ella de la que muchos se han visto privados, también como Unidas Podemos.

Incluyen en su programa algunas de las cosas que ya han citado otros como las ayudas directas al sector de los eventos culturales, como el PSOE y Unidas Podemos, y también establecer protocolos de seguridad para recuperar eventos y espectáculos públicos, un poco en la línea también mencionada por Ciudadanos y Unidas Podemos. Hablan de aprovechar el plan Next Generation de la UE para proyectos de innovación y sostenibilidad, de mejorar las subvenciones existentes, de establecer una cláusula de protección de contratos, así como de una renta cultural, que se desvía un poco del Bono Joven propuesto por PSOE y Ciudadanos, ya que va dirigido a los más desfavorecidos por la crisis y a personas en situación vulnerable.

En otro apartado como el de las propuestas legislativas culturales, se refieren a cuatro leyes que se comprometen a debatir y mejorar en consenso con los agentes implicados. La más importante es la Ley de cultura y derechos culturales de la Comunidad de Madrid en la que «se fija el compromiso de desarrollar una ley autonómica de la cultura con el objetivo de reconocer los derechos culturales de acceso y participación cultural, la diversidad cultural y la protección y garantía los derechos de los trabajadores de la cultura». En financiación, otro de los epígrafes, apuestan por mejorar la financiación pública para que los concursos sean más transparentes y por incidir en criterios para fomentar la igualdad de género, la sostenibilidad ambiental, la inclusión, la descentralización… Quieren poner en marcha también una Oficina de atención al tejido cultural, así como el alquiler económico de espacios o un banco de reutilización de recursos para la creación. También, como el PSOE inciden en trabajar para recuperar Telemadrid y a nivel regional en la implantación del Estatuto del Artista; además, en línea con Ciudadanos y Unidas Podemos, también quieren trabajar por una Ley de Mecenazgo. Y curiosamente, incluyen la creación de espacios I+D+I culturales en cooperación con instituciones universitarias y de la sociedad civil. Precisamente en esta línea trabaja el Círculo de Bellas Artes con su proyecto I+D+C.

Más Madrid también dedica un epígrafe entero a la feminización de la cultura con el apoyo a mujeres creadoras, la puesta en marcha de informes evaluando su situación en la cultura, la creación de un foro anual de artistas y mujeres de la cultura, la recuperación de la memoria de mujeres artistas y creadoras en la Comunidad de Madrid, inclusión de cláusulas de género, etc.

En otros epígrafes, inciden en la descentralización de la cultura creando mancomunidades culturales, un plan de residencias, ampliar la red Itíner, las redes de técnicos, ayudas a espectáculos, reforzar festivales y sacar la fiesta del 2 de mayo a las calles de “cada pueblo, barrio y ciudad”. Y también se señala en otros bloques sobre la democratización, la inclusión, la participación y la nueva institucionalidad con, por ejemplo, la intervención en espacios poco convencionales; y educar en cultura, no solo con el fomento a la lectura como el PP o PSOE, sino que proponen cambiar el programa STEM por el STEAM, que amplía al estudio de las Artes, y también “de manera urgente, recuperar la financiación de las Escuelas Municipales de Música y Danza de la Comunidad de Madrid y poner en marcha un marco normativo que las regule”.

Continúa el programa con la política de públicos y la evaluación de las políticas culturales para las que proponen más medidas, pero reseñamos otra que también aúna cultura y memoria histórica y es que se comprometen a “retiraremos el «Valle de los Caídos» de la publicidad turística de la región y de la ruta turística denominada “Ruta Imperial”, dado que la cultura de nuestra comunidad debe fortalecer valores democráticos”.

Programa completo de Más Madrid

Programa cultural de VOX en las Elecciones a la Comunidad de Madrid 2021

El único programa que he encontrado de Vox es uno con un folio horizontal y diez puntos en el que la palabra cultura aparece 2 veces entre 603 en total. No hay ningún punto de los diez que lo componen que se dedique a la Cultura, de hecho, solo aparece en esas dos ocasiones para referirse a la “cultura del abandono y la muerte” y en el punto 10 y último, dedicado a Proteger radicalmente nuestro campo y la forma de vida rural genéricamente se refieren a la “reivindicación del estilo de vida, la cultura y las tradiciones del mundo rural”. Nada más, luego incluye la “defensa de la caza y su contribución al equilibrio del ecosistema” y alguna generalidad más.

La página donde en su web pone “Programa Electoral para la Comunidad de Madrid” da error y solo hemos encontrado este programa.

Programa cultural de Unidas Podemos en las Elecciones a la Comunidad de Madrid 2021

El programa de Unidas Podemos menciona la palabra cultura 125 veces, pero muchas de ellas están relacionadas con la cultura de la colaboración, el compromiso… Con sus 320 páginas de programa total es el más extenso, pero tiene 59.820 palabras, menos que Más Madrid. El resumen de sus propuestas culturales se me ha quedado en 8 páginas.

Al igual que Más Madrid, son los únicos en hacer un balance del año dramático que ha vivido el sector y también indaga en el sentido de la palabra Cultura y su importancia social. Recurren en este caso, por ejemplo, a artículos de la UNESCO o del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU.

El bloque de propuestas está dentro de un epígrafe Ocio y cultura, que se divide en diversos puntos. Proponen aumentar en un 10% el presupuesto anual destinado a este apartado; establecen un plan de ayudas directas, al igual que PSOE y Más Madrid; y a partir de aquí hay muchas coincidencias con este último partido. En el plano legislativo coinciden con este último partido en reformar la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, también en recuperar la financiación a las escuelas de música, arte y danza y regular el marco normativo, y encontramos muchos puntos coincidentes en cuanto a la democratización, inclusividad, diversidad y feminismo.

También confluye junto a Más Madrid y Ciudadanos en la recuperación de actividades culturales en espacios seguros, dejando claro que la cultura puede ser segura, así como en trabajar por una Ley del Mecenazgo.

Algunas de las propuestas más destacadas son: crear el Observatorio Ciudadano de la Cultura; que los espectáculos y ocio nocturno, dependan directamente de la Consejería de Cultura y Turismo y no de la de Interior; impulsar la figura del “Alcalde/sa de noche”, figura mediadora con la ciudadanía para temas de ocio nocturno; dotar presupuestariamente las intervenciones arqueológicas destinadas al cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica; revertir la privatización de los Teatros del Canal, eliminar la subcontrata y subrogar a quienes trabajan con formación para que consigan una adecuada certificación profesional; impulsar y redefinir la Biblioteca Regional Joaquín Leguina como cabecera del Sistema Bibliotecario de la Comunidad de Madrid; apertura de la Biblioteca de Mujeres de la Comunidad de Madrid; en cine, crear ayudas indirectas a través del tramo autonómico del IRPF madrileño, aumentando el sistema de desgravación fiscal a través del artículo 36.1 del Impuesto de Sociedades, para hacer más competitiva la producción y la inversión en el territorio de la CAM; y suprimir toda clase de subvención, financiación o ayuda pública a espectáculos taurinos y escuelas de tauromaquia.

En otro bloque encontramos la creación de la Tarjeta y programa “Cuida tu Barrio” que beneficia al pequeño y mediano comercio incentivando el consumo de barrio con beneficios para consumidores y establecimientos en los que están incluidos los del sector cultural.

Y esto es todo, amigo. Te animo a revisar los programas haciendo búsquedas con el Ctr+F de las palabras o temas que más te interesen y compara, busca y encuentra al mejor o al que más se acerque a tu idea sobre cada tema.

BANKSY, su mensaje antiautoritario y su relación con el poder y la policía

Police Kids es una de las obras de BANKSY que podemos ver en The Street is a Canvas.

Muchos años atrás, en una estación de tren, un grafitero, que por entonces se hacía llamar Banx, pensaba en cómo acelerar el proceso de “vandalizar” un espacio urbano mientras se escondía de la policía bajo un volquete del que chorreaba aceite. Decenas de años después, la técnica resultante de aquel momento de reflexión, el estarcido a través del esténcil, ha llevado a BANKSY —su nombre artístico definitivo—, a convertirse en un fenómeno internacional tan importante, que sus obras hoy son veneradas y hasta protegidas, incluso por aquellos poderosos y sus cuerpos de seguridad a los que tanto critica. Esa relación con el poder está muy presente en BANKSY “The Street is a Canvas” del CBA.

«Mi principal problema con la policía es que hacen lo que les ordenan. Dicen, “lo siento colega, solo hago mi trabajo” todo el puto tiempo», dijo el artista callejero, que se plantea si debemos acatar todas las órdenes o cumplir con todas las normas impuestas. “I need someone to protect me from all the measures they take in order to protect me.” (Necesito a alguien que me proteja a mí de todas las medidas que toman para protegerme) dirá en alguna ocasión, mostrando sus dudas ante el poder y sus leyes.

«No hay nada más peligroso que alguien que quiere hacer del mundo un lugar mejor»

BANKSY

La policía ha sido una de las principales fuentes de inspiración en la obra de BANKSY. «Algunas personas se hacen policías porque quieren hacer del mundo un lugar mejor. Algunas personas se vuelven vándalos porque quieren hacer del mundo un lugar más atractivo». El graffiti y el arte urbano son a priori ilegales en muchos países, así que la crítica de BANKSY hacia el poder podría venir por esas restricciones a la libertad creativa. Sin embargo, él sabe que está prohibido a medias, que, de alguna manera, hacen la vista gorda y les dejan hacerlo, al menos a él, porque al final, como casi todo, el acto que otrora fue “subversivo”, hoy ha sido fagocitado por el mercado y la popularidad. Sus obras actualmente no son borradas si no es por error, como ocurrió recientemente en el metro de Londres, donde incluso se disculparon y le invitaron a reproducir sus ratas con mascarillas. Y no solo eso, hasta aparecen en las guías de turismo. Por eso BANKSY, parafraseando a Emma Goldman (una de las del polémico mural de Ciudad Lineal), cambió la palabra voting por graffiti para decir: “If graffiti changed anything, it would be illegal” (Si el grafiti cambiara algo, sería ilegal).

Una de las famosas ratas de BANKSY con una de sus frases célebres.

BANKSY no solo ha criticado a los policías, a las normas y a nuestra sumisión, sino que a lo largo del tiempo ha denunciado a su manera diversas injusticias, mojándose en conflictos raciales (Black Lives Matter), políticos (Israel vs Palestina) o incluso en los relacionados con la situación de los refugiados (Calais). En todos ellos siempre a favor de la minoría frente al poderoso. «Los grandes crímenes del mundo no han sido cometidos por las personas que infringieron las normas. Son los que siguieron órdenes los que lanzaron bombas y masacraron pueblos» (BANKSY).

Flying Coppers (Policías voladores): interpretando a BANKSY

En la exposición “The Street Is A Canvas” en el Círculo de Bellas Artes hay una parte del recorrido en la que, entre sonido tumultuoso, para que te sientas como en una manifestación, estás rodeado por sus “Flying coppers”, los antidisturbios de BANKSY con la cara del “smiley” sonriente y unas alas de ángel. Una visión muy irónica con diversas interpretaciones.

Ese “smiley” (la carita sonriente) se vinculó en los 70 a productos de mercadotecnia que se acompañaban con la frase “Have a nice day”, entroncando con el espíritu hippie sesentero. Precisamente esa cita ha servido a BANKSY para titular y rotular esta otra obra, que viene a decirte irónicamente: «conciudadano te voy a reventar, pero oye, que tengas buen día». Algo que también me lleva a pensar que se está riendo de esos gurús de la autoayuda, que te instan a sonreír, a estar de buen rollo, a ser buena gente. ¿Pero cómo se puede estar así si la vida te está pisando el cuello con su bota?

BANKSY rotula “Have a nice day” en la parte inferior de la imagen, que contrasta con el miedo que infunde.

Volviendo a los Flying Coppers, esa contradicción irónica del uso de la fuerza bruta con una sonrisa, de buen rollo, se acentúa con el emoticono :-), primero, que deriva en el emoji famoso 🙂. Sin embargo, este ha sido utilizado también con otros significados. Por ejemplo, fue símbolo de las raves de acid house, y sucintamente a las pastillas de éxtasis, muchas de las cuáles se dibujaban con esta carita para indicarte que con esa pastillita podías aguantar de subidón toda una noche de fiesta. De hecho, las camisetas y productos con la smiley face fueron prohibidas tras una campaña de persecución policial, que provocaron un gran revuelo en la época.

¿Estará BANKSY insinuando con los “Flying coppers” que la policía británica se pone hasta atrás de drogas? Igual me estoy pasando, pero podría ser otra interpretación, reforzada con la idea que dan las alas de angelito. Una forma de decir que los policías no son tan buenos como los pintan y que su verdadera cara se esconde tras una máscara demasiado benevolente.

“I fought the law and I won” en BANKSY The Street is a Canvas en el CBA hasta el 9 de mayo.

I fought the law and I won (Combatí las leyes y gané): interpretando a BANKSY

BANKSY recrea a su manera una de las imágenes más conocidas del intento frustrado de atentado a Ronald Reagan en 1981, en la que varios policías de paisano inmovilizaron al regicida. Solo que lo sustituye irónicamente por un hombre que en lugar de portar un arma, lleva una brocha y en lugar de atentar contra un mandatario, acaba de pintar en la pared “Yo luché contra la ley y gané”, que además, es el título de una canción de The Crickets en los sesenta, que triunfó gracias a The Bobby Fuller Four y que han versionado diversas bandas, entre ellas The Clash, Green Day o los Dead Kennedys. Me aventuro a pensar que BANKSY, en cualquier caso, se inspiró en la versión de estos últimos. La inspiración regicida va que ni pintado con el nombre del grupo, que se traduciría como “Los Kennedys muertos” y que remite a una saga familiar con un historial trágico por muerte violenta. Y, además, la letra de estos fue variada en la versión, acentuando su sentido contestatario y antiautoritario en la que el único que puede luchar contra la ley es, de hecho, el que representa a la ley.

En la versión de los Dead Kennedys encontramos frases muy elocuentes en este sentido: “The law don’t mean shit if you’ve got the right friends. That’s how this country’s run” (La ley no significa una mierda si tienes los amigos adecuados. Así es como funciona este país) o “I am the law, so I won” (Yo soy la ley, así que gano). Todas ellas se refieren al expolicía y concejal de San Francisco Dan White que, tras asesinar al alcalde George Moscone y a su ayudante Harvey Milk, pudo reducir su pena alegando depresión.

Como se puede ver, BANKSY no da puntadas sin hilo. Conoce perfectamente la iconografía, el imaginario y la cultura occidentales y se vale de ello para lanzar dardos a través de imágenes que son fácilmente inteligibles por todo el mundo, en algunos casos, incluso por niños.

CND Soldiers: una niña contrariada por BANKSY

Para ponernos en contexto, el símbolo de la paz se originó en la Campaña por el Desarme Nuclear (CND Campaign for Nuclear Disarmament) de 1957. De ahí el título CND Soldiers. En este caso, la pintada apareció cerca del Parlamento británico después de que en 2003 Reino Unido entrara en la guerra de Irak, junto a EE.UU. y España (¿recordáis el Trío de las Azores?), pese a la resistencia de millones de ciudadanos, entre los que también hubo voces contrarias desde dentro del mismo ejército que, como con la policía, tampoco se puede generalizar.

BANKSY parece recordarnos la cantidad de guerras que se han librado en nombre de la paz y que tanta sangre (representada por el rojo del símbolo) han derramado. Por otra parte, en su contexto antibelicista, también puede sugerir a los soldados, que si no quieren seguir una orden que atente contra la vida de inocentes, la vulneren. Bueno, o también se puede inferir que la paz solo llega defendiéndola con las armas… Hay para todos los gustos.

«Pero, pero, perooo… es el símbolo de la paz, de qué felices, qué bien, qué bonito… ¡pintado por soldados que llevan armas! Es muy raro, papá, ¿por qué? No tiene sentido hacer eso» Esta fue la reacción de mi hija de ocho años después de enseñarle una foto de CND Soldiers sin decirle nada, ni del artista, ni de su obra, ni nada. Mi hija quedó completamente contrariada y descolocada con la imagen. No entiende que la paz pueda representarla alguien armado.

¿El éxito y el fracaso de BANKSY?

Al contrario que con mi hija, ese mensaje a mí me encanta, pero no me trastoca del mismo modo, no me contraría, ni me inquieta como a ella. ¿Quizás con las niñas sí consiga materializar eso que decía de que «el arte debería reconfortar a los perturbados y turbar a los que se encuentran en un situación cómoda»? Puede que sea eso, que mi hija se encuentre cómoda, protegida, sin preocupaciones para que realmente le turbe esa imagen y a mí, como adulto, incluso me reconforte porque al fin y al cabo estoy un poco perturbado. A veces, me da por pensar que BANKSY se dirige a los niños o apela a retrotaernos a esa infancia en la que poco importaban algunas normas fuera de casa.

“No ball games”. De nuevo BANKSY y sus problemas con las normas.

Por otra parte, resulta paradójico que con todo su éxito, con esa habilidad para difundir un mensaje claro, meridiano, evidente a través de imágenes y símbolos inteligibles que permanecen en el imaginario colectivo de Occidente, con todo ello, que es mucho y algo a lo que aspiran muchos artistas, ¿ha logrado BANKSY realmente, ya no solo materializar esa idea turbadora del arte, sino conseguir que algo cambie o es esperar demasiado del poder transformador del arte? ¿Podríamos decir que BANKSY es un artista que triunfa sin paliativos en la manera en que ha hecho llegar su obra a un público mayoritario, pero un fracasado como motor de cambio, o estamos pidiendo demasiado al arte en general en este sentido de cambiar las cosas en lo colectivo?

Y que conste que no le quito méritos a un enorme artista que hace además otras cosas tan maravillosas como rescatar refugiados en el Mediterráneo, aparte de remover conciencias de niñas de ocho años. Creo que precisamente por el mero hecho de plantearnos estas preguntas, el arte de BANKSY ya es transformador de alguna manera.

Sí me llama la atención encontrar personas que, si bien adoran a BANKSY, y entiendo que su mensaje antiautoritario y en favor de las minorías también, luego justifican, por ejemplo, la brutalidad policial o una guerra en nombre de una supuesta “libertad” o lo que sea. Son esas personas que siempre encuentran una justificación para un porrazo con el «algo habrá hecho», y con esto no estoy justificando tampoco la violencia contra la policía, por ejemplo. Rechazo toda violencia, ya sea terrorista, como la de un poli que aporrea la cabeza de una persona indefensa, o la de un soldado que ametralla civiles, la de un tío que lanza un adoquín a la cabeza de un policía, como la que deviene de dejar a miles de familias sin luz en pleno invierno, como ha pasado en la Cañada Real. Creo que BANKSY también rechaza la violencia, pero en su caso sí que es verdad que denuncia más porque es la que debe conocer, la que proviene del autoritarismo, del poder. En cualquier caso, sí que creo que pone en cuestión esa presunción de veracidad de los aparatos del poder, que mucha gente toma como dogma de fe.

BANKSY nos puede hacer cuestionar las cosas, que quizás sea el papel principal del arte, pero la materialización de eso a nivel colectivo es otra cosa. Igual esperamos del arte, de las películas, de las series… mucho más de lo que realmente nos pueden dar. Creo que la tradición judeocristiana nos ha acostumbrado a simplemente mirar y esperar, en lugar de pensar y actuar. Somos una sociedad espectadora, que vive la rebeldía a través de artistas como BANKSY o héroes como William Wallace o el mismo Jesucristo… Yo a veces me veo encabezando revoluciones por causas que creo justas y lanzo flores a la policía, dejo escapar globos con corazones, me río de las injusticias, pero luego despierto del sueño no vaya a ser… El miedo cohíbe, la sensación de culpabilidad consume, salirse del guion, aunque solo sea de pensamiento, conlleva el castigo y la (auto)represión. A lo mejor sí que nos merecemos un buen porrazo de vez en cuando.

El mural, su mensaje político y los movimientos vecinales

El mural de Ciudad Lineal en el que reza el lema "Tus capacidades no dependen de tu género".

Después de la presión popular de vecinos y vecinas dentro y fuera del distrito de Ciudad Lineal, el mural feminista del polideportivo de la Concepción que, para muchos, entre los que me inscribo, era desconocido, parece que finalmente no será eliminado, como a priori votaron algunos partidos en el pasado pleno de la concejalía de Ciudad Lineal del 21 de enero.

El mural, financiado con presupuestos participativos, que bajo el lema “Las capacidades no dependen de tu género”, incluye a quince mujeres icónicas del movimiento feminista en el mundo y en el propio barrio, fue pintado hace más de dos años por el colectivo Unlogic y por esas gentes del distrito, dentro del por entonces proyecto municipal Compartiendo Muros, iniciativa de la Dirección General de Intervención en el Paisaje Urbano y el Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid, dependiente de Madrid Destino.

Imagen de Capitán Swing del mural feminista de Ciudad Lineal.

Esta iniciativa, según reza su página, «pretende dar cabida a la iniciativa ciudadana en la mejora del paisaje urbano… con la implicación de artistas locales y de los vecinos y vecinas en los 21 distritos de Madrid». Y continúa: «Dicho programa tiene como objeto que la ciudadanía identifique el espacio público como algo suyo, participe en su embellecimiento y se responsabilice de su conservación y mantenimiento…» Para terminar con: «La expresión artística se concibe desde esta perspectiva como una herramienta de generación de identidad y el programa pretende contribuir a una activación social y cultural de los barrios potenciando el tejido asociativo y vecinal».

Josep Renau dijo una vez que «la pintura mural es la forma más democrática de pintura porque es la única que se dirige a todo el mundo». Y no le faltaba razón. El mural es para todos los que quieran verlo o que se topen con él. En ciudades en las que, por diversas circunstancias, muchas personas se ven privadas de un encuentro habitual con el arte y la cultura, que el espacio urbano se convierta en lienzo o conjunto escultórico es algo siempre interesante para la salud mental y democrática. Y mucho más, como hemos apuntado viniendo de una iniciativa colectiva, tanto en su elaboración, como en su ejecución. Por otra parte, es inquietante pensar que muchas generaciones de madrileños que viven en “nuevas” áreas residenciales, donde es difícil que se establezcan esos lazos y donde esos cuerpos difícilmente se encuentran más allá de la comunidad del bloque, crecerán sin esa vida de “barrio” y no entenderán esos movimientos asociativos que buscan intereses comunes.

Las justificaciones para eliminar el mural

Llama la atención que con el fin de eliminar este mural, que además ha contado con la participación ciudadana, se arguya cándidamente que tiene un “mensaje político”. El Guernica también tiene un mensaje político, pero a nadie se le ocurriría retirarlo del Museo Reina Sofía. Y es que ya es un acto político que sean los propios vecinos quienes decidan qué mural quieren en su barrio. Y en cuanto al mensaje en sí, es que ni que atacara principios democráticos…; cada uno puede dotarle del debate que quiera, ¿pero no es eso lo bonito de la cosa? ¿No es mejor que un muro pintado nos alegre (o no) la vista o nos invite a pensar en su mensaje, en sus imágenes, en su lema, que si no nos dijera nada con su gris hormigón?

Esto del mensaje político nos hace también pensar en BANKSY The Street is a Canvas, la exposición que alberga el Círculo de Bellas Artes hasta el 9 de mayo. ¿Tendría BANKSY la relevancia que tiene en todo el mundo si su obra no tuviera ese “mensaje político”? El arte en ocasiones tiene esa cualidad, independientemente de tu ideología, de establecer un diálogo contigo, una reflexión, que te (con/re)mueva.

Otra cosa que se ha dicho es que debería sustituirse por un mural con deportistas paralímpicos en los que se incluyeran cinco mujeres y cinco hombres, como si no pudiera haber un mural exclusivo de mujeres y como si no hubiera suficientes reconocimientos a varones e incluso a los atributos de sus caballos. De las 216 estatuas de la ciudad, solo 18 están dedicadas a mujeres, el 8’3%. Incluso en placas conmemorativas, de 387 que hay en Madrid, solo 40 homenajean a mujeres: 282 están dedicadas a hombres y 58 a lugares emblemáticos. Vamos, más dedicatorias a “lugares” que a mujeres.

Sin contexto histórico, social, político…

Es un problema el que tenemos en nuestra sociedad. Lo que podría constituir una base para el conocimiento, ahondando en contextos históricos, sociales, económicos o políticos, la crítica y justificación para votar a favor de eliminar un mural artístico feminista y de participación ciudadana, se resume en que tiene un “mensaje político” y nos lo ventilamos con un tuit y una frase con información parcial de cada una de las tres mujeres “más conflictivas”. Que eso lo haga el público, está mal, pero que lo hagan nuestros representantes políticos o los medios de comunicación, es peor. En este caso ha sido la derecha con su particular “guerra cultural”, pero en la izquierda también ocurre y vemos a diario un debate absurdo y aburrido de mensajes inanes que poco aportan a un debate real. En este caso, tres vidas enteras, juzgadas y sentenciadas por un tuit con una frase dedicada a cada una… Si uno pone de repente en duda un mural aprobado por tu propio partido años atrás y consensuado con los residentes del distrito, eres tú el que debe justificar tu nuevo parecer con argumentos de mucho más peso y consistencia que el de tres frases cogidas con pinzas que serían un suspenso en cualquier examen universitario.

De Kanno Sugako, se dice escuetamente que “ideó una revolución violenta en su país”, sin entrar en contextos de ningún tipo. Por esas mismas, ¿qué dirían algunos si, simplificando también, dijéramos que además de una gran mujer feminista, estuvo en un movimiento cristiano desde donde escribió artículos contra los prostíbulos de entonces (s. XIX y principios del XX en Japón)? ¿Cómo se quedarían? Algunos amigos de la simplificación fliparían con el hecho (nada infrecuente por otra parte) de que una cristiana conspirara contra un emperador y luchara por la emancipación de la mujer. Antes de plantear un problema o una polémica, ¿no será mejor leer en profundidad y tener más conocimiento y contexto? A lo mejor nos sorprenderíamos todos y quizás así podría surgir un debate más sustancioso en el que cupieran más de dos posiciones antagónicas. Por mi parte, apunto para mi lista de lecturas el libro de Sugako Reflexiones de camino a la horca.

Y lo mismo pasa con el resto de las “conflictivas”. De la Comandanta Ramona dice este “tuit-sentencia”, que “reclutó niños soldado” y ya, así, sin anestesia. De los contextos antropológicos y etnográficos de una comunidad indígena habituada a la resistencia y la resiliencia, de los derechos de las mujeres indígenas por recibir asistencia sanitaria, educación, etc, ya si eso hablamos otro día. Y, finalmente, de Liudmila Pavlichenko, se resume su vida en la escueta frase: “francotiradora del ejército rojo, símbolo de la propaganda soviética”. Podríamos decir que también fue símbolo de la propaganda del gobierno estadounidense, en una época en la que liberales, conservadores, republicanos, comunistas, socialistas, etc. iban de la mano contra el fascismo y el nazismo. Y es que Liudmila se convirtió en la primera mujer rusa en pisar la Casa Blanca, adonde acudió junto a otros mandatarios para convencer a Franklin Roosvelt de la necesidad de apoyar a la Unión Soviética en la guerra contra los nazis. Después, Liudmila acompañaría a la primera dama, Eleanor Roosvelt, en una gira por los Estados Unidos para mostrar las capacidades de una mujer en el frente, terreno vedado, por no decir extraterrestre, para las mujeres de aquel país, donde hubo un intento de incorporación al ejército en primera línea de fuego, que no fructificó. De hecho, mientras en la URSS ya existían batallones de mujeres desde 1917, en EEUU no pudieron incorporarse hasta 2013.

¿Eres una mujer con un corazón estrellado? ¡Únete al WAC (Cuerpo del Ejército de Mujeres de los EE.UU.)! Miles de trabajos en el Ejército necesitan ser cubiertos. Esta es una pieza publicitaria para reclutar a mujeres en trabajos auxiliares del Ejército. Hubo una intentona de que incluso formaran parte de cuerpos de artillería, pero no salió adelante.

Sinceramente, el que suscribe no tenía ni pajolera idea de quiénes eran algunas de las mujeres que están en el mural, pero agradezco que se haya abierto esta polémica de donde no la había, ya que me ha dado la oportunidad de conocerlas. No hay debate que por bien no venga, si no caemos en la tentación de zanjarlo todo con tuits simplones y zascas para sentir que unos tienen razón y los otros no y que nunca nos equivocamos.

Por otra parte, ¿alguien ha calculado el daño que habría producido para Madrid una fotografía del personal del ayuntamiento borrando la cara de Angela Davis, Frida Kahlo, Nina Simone… bajo estas excusas? Menudo marrón internacional en un momento en el que la imagen al exterior es vital.

Hay que reconocer que se ha rectificado, algo que está bien, pero se argumenta que por qué no salen mujeres feministas de otro corte ideológico. Pues bien, planteen, vayan a Google y saquen nombres, lean sobre ellas y argumenten su trayectoria e influencia en el feminismo, preséntenlas a los ciudadanos del distrito que sea, que muros vacíos y espacios hay unos cuantos, y que ellas decidan si incluir sus nombres o añadir otros o lo que quieran. Pero sería importante conocer también, qué políticas feministas ofrece el que las cuestiona. Sin embargo, me temo que en esta ocasión el proyecto de mural que venga -si es que viene- no podrá financiarse con los presupuestos participativos con los que sí contó el mural de Ciudad Lineal, ya que a día de hoy están suspendidos.

Más allá del mural: la participación ciudadana y los movimientos vecinales

Pese a todo, no creo en la inocencia de estos debates. En algunos casos inconscientemente, en otros muy conscientemente, se esconde un intento de desmantelamiento de las redes de apoyo y asociaciones y movimientos vecinales. Los mismos movimientos y asociaciones que un día ofrecen asistencia y alimentos a los más necesitados del barrio, como se organizan para repartir juguetes por Navidad a los niños en familias con riesgo de exclusión, o despejan las calles, colegios y recintos públicos de nieve como ocurrió tras el temporal Filomena. En mi barrio pongo algunos ejemplos de entre los cientos que hay en todo Madrid: el reparto de comida y ropa durante la crisis de refugiados, que se hacinaban a las puertas del Samur Social de la calle Gran Vía de San Francisco; el que hubo durante el confinamiento -y sigue habiendo- por parte del Teatro del Barrio; o con la recogida de juguetes que, gestionada por diversas asociaciones vecinales, se hizo en La Pecera del Mercado de La Cebada; o con el trabajazo que realizan los Dragones de Lavapiés, que sí que es más que un club de fútbol, más allá de quitar en dos días la nieve del pequeño campo de fútbol sobre el que se cierne un futuro incierto.

Muchas de estas asociaciones, que tanto bien hacen por sus barrios, están siendo privadas, ya no solo de ayudas económicas, que algunas no piden ni eso, sino de locales, espacios y facilidades en otras gestiones a la hora de cubrir esas necesidades de los barrios a las que solo ellas llegan y que solo ellas entienden. Porque no es solo cuestión de dinero, hay un componente emocional, de calle, que un político no puede entender. Algunos los tachan de “chiringuitos”, pero son colectivos de personas a los que muchos dentro del barrio los conocemos por sus nombres y apellidos.

Volviendo al aspecto cultural del mural, promover y suscitar preguntas, dudas, conocimiento, interés por la lectura, la información, el debate, y fomentar la igualdad, la libertad, los derechos humanos o la solidaridad a través del arte y la cultura, son premisas fundamentales en cualquier democracia consolidada. Y si encima el vecindario está involucrado en todo el proceso de participación y elaboración del mismo, o si puede favorecer a los actores locales, ni te cuento. Hagan la prueba, participen, hagan, (con)vivan, habiten su barrio.

Banksy vs Banksy. Anonimato, instituciones y arte social: la complejidad del sistema artístico actual.

Fallen Angel, obra de BANKSY en The Street is a Canvas.

Texto de Lola Rodríguez Bernal.

El pasado 3 de diciembre de 2020 el Círculo de Bellas Artes daba comienzo a una de las exposiciones más esperadas de la temporada: BANKSY. The Street is a Canvas. Con ella, algunas de las obras de Banksy llegaban por primera vez a España; otras ya habían sido presentadas al público nacional dentro del formato institucional.  Aunque no hizo falta abrir las puertas del Círculo para sembrar la polémica en el público. Se había activado ya un dispositivo de debate, reflexión y diálogo en torno al carácter de la exposición y, por supuesto, en torno a la figura de Banksy. Y es que el artista británico parece despertar fuertes opiniones y debates a su alrededor. Ya sea por las contradicciones externas que retrata o las contradicciones internas que encierra en sí mismo, tratar con un artista como Banksy significa ser el punto de mira de la actualidad cultural.

En las fechas próximas a su inauguración en los medios de comunicación salían a colación las cuestiones más ardientes. Algunos expresaban su descontento. Acusaban a la institución de aprovecharse del anonimato del artista, de contribuir en la mercantilización del arte urbano. Otros medios, por otro lado, no glorifican al artista, sino que lo condenaban. Después de su intervención en la destrucción de la Niña con el globo, al autor ya no le quedaba nada de ese arte incómodo —que supongo que antes ofrecía—: se había convertido en un personaje totalmente fagocitado por el sistema. Parece que, a grandes rasgos, estas son las dos únicas formas de interpretar a Banksy: o genio o gamberro. Banksy 1, el genio de las grandes injusticias, el feroz artista urbano crítico con las espantosas cumbres del deshumanizante sistema capitalista. Un poquito de tergiversación, medio kilo de contraposición de imágenes pop, y rellenar a ojo con irreverencia y humor británico. Y la opción Banksy 2, el artista que había llevado las intervenciones cuasisituacionistas a la vanguardia de la publicidad. La mayor marca artística jamás creada hasta hoy en día, referente del marketing contemporáneo. ¿Pero es este todo el debate que Banksy ofrece? De toda la polémica, arena, viento y tierra que remueve, ¿esto es todo lo que podemos sacar en clave? Y, si en cierta manera esto es así, ¿qué nos dice todo esto sobre la situación actual del arte?

Dos visitantes en la exposición de BANKSY The Street is a Canvas.
Dos chicos contemplan a Niña con el globo en la exposición que presenta el CBA.

Esa es la intención del Círculo, la razón por la que la dinámica iniciada en los medios de comunicación cumplían ya en cierto sentido con la misma finalidad de la exposición: reflexionar, discutir y debatir sobre la figura de Banksy y la situación actual del arte. Y esa es la función de la conferencia Banksy contra Banksy, celebrada el pasado lunes 21 de diciembre, dentro de Los Lunes, al Círculo, uno de los espacios que ofrece la casa para debatir, como actividad complementaria —que no secundaria— a las exposiciones y a otras actividades del Círculo. Pues la cuestión que rodea al artista no es precisamente un asunto de coser y cantar. El mismo presidente de la casa confesó al comienzo de la conferencia haber experimentado cierto extrañamiento y distanciamiento en su primera visita a la exposición. Así, grandes, amplias, recurrentes y complejas fueran las preguntas que Peio H. Riaño, Eduardo Maura, Fernando Castro y Paz Olivares lanzaron al público durante la conferencia.

Peio H. Riaño abrió la conferencia destacando los dos fracasos que —a su parecer— Banksy había llegado a cometer llegados a este punto. El fracaso de no haber salvaguardado y velado por las instituciones culturales, que en su progresivo declive financiero y, después de la crisis del 2008, se encuentran en un estado deplorable; por otro lado, su fracaso y derrota frente al sistema capitalista, que había acabado absorbiendo su figura al margen del artista. Pues no deja de ser irónico que todo el dinero que en un momento se utilizaba en borrar las huellas callejeras del artista ahora se multiplique exponencialmente en la financiación de exposiciones —aquí, en España y en todo el mundo—, que, por cierto, no cuentan con el respaldo del artista. Riaño señalaba que las intervenciones apreciables de Banksy eran las relacionadas con su actuación e implicación social. Se refería por ejemplo al The Walled Off Hotel, obra ubicada en el muro de Apartheid, que separa Israel de los territorios palestinos. O al famoso barco Louise Michel —en honor a la anarquista y feminista—, que rescató este verano a centenas de migrantes de las garras del mediterráneo —digámoslo, aunque sea en tono suave— y de negligencia europea.

También Riaño coincidió con Eduardo Maura en su pregunta por el modelo de exposición para —y a propósito de otras propuestas como como Van Gogh Alive— acabar planteando la pregunta sobre el tipo de pedagogía que deben seguir o las instituciones culturales. ¿Cómo se tienen que plantear las exposiciones para producir el ejercicio de la cultura, la reflexión, la activación cultural? ¿Cómo se activa la reflexión no sólo in situ, sino antes, durante y después de la visita a la institución? ¿Cómo se producen estos debates, como el que estamos teniendo ahora mismo? (Debate que por cierto, ya planteó Carolina del Olmo con algunos de los participantes de esta misma exposición en un artículo de la Revista Minerva).

El anonimato de BANKSY y su documental

Fernando Castro, por su parte, introdujo al debate otras cuestiones que Banksy suscita: su anonimato y su relación con la muerte del autor; el desplazamiento de la calle a la institución —gesto sobre el cual Castro declaró creer ser intención genuina del artista, enfrentándose directamente al supuesto fracaso propuesto por Riaño—; y la posición consciente del artista de la herencia duchampiana en su posicionamiento artístico. Así, tanto Paz Olivares como Castro, trayendo a colación el documental Exit Through the Gift Shop, ascendieron el debate y la obra de Banksy a una propuesta artística autoconsciente. O como Olivares sintetizó a través de la famosa proposición de MacLuhan: que los medios a través de los que Banksy muestra su obra al público son parte misma en realidad del mensaje de su propuesta.

Y es que la visualización de Exit Through the Gift Shop (ETGS) no puede dejar indiferente a nadie. Nominada a los Oscars en 2010, comúnmente clasificada como falso documental y con múltiples guiños a Fraude de Orson Welles y Oja Kodar, ETGS no es una película sobre Banksy, al menos a la manera convencional del biopic. ETGS es un documental en el que Banksy funciona como catalizador, como medio, una excusa para cuestionar la situación contemporánea del arte. Al comienzo del documental, Banksy dice ‘’la película trata sobre lo que pasó mientras que este tío intentaba montar un documental sobre mí. Pero como al final el tío resultó ser más interesante que yo, ahora la película va sobre él’’.

El susodicho es Thierry Guetta, un francés residente en Los Ángeles, distinguido por su obsesión por grabarlo todo —primer guiño a Warhol— y por una gran capacidad para hacer negocios con cualquier cosa que se proponga. A partir de un primer contacto con el graffiti, Guetta comienza a relacionarse con el street art y a querer involucrarse con su cámara en toda su actividad: quiere filmarlo todo. Así es como poco a poco comienza a conocer a artistas de la talla de Invader y Shepard Fairey. Aunque pronto a Guetta estos artistas le comienzan a parecer insuficientes: ¿de qué le sirve todo esto si no puede conocer y filmar al gran artista del momento? Así es como nuestro artista conoce, colabora y se obsesiona con Banksy. El artista británico no tarda mucho en darse cuenta del tipo de persona que es Guetta y para, literalmente, quitárselo de encima, Banksy invita a Guetta a que se centre en crear su propio arte. Y aquí es donde comienza realmente la acción: ahora Guetta es Mr Brainwash, el protagonista real del documental. Al mando de decenas de personas, en una gran nave abandonada —a lo rollo Factory— y en un periodo de tiempo muy corto, Mr. Brainwash consigue presentar sus obras con un éxito comercial colosal. En definitiva, Mr. Brainwash consigue crear una marca en un tiempo récord, gracias a la producción en masa de sus obras, con un moderno enfoque de diseño, y bajo las pautas propias del narcisismo de la espectacularización de su aura.

Así es como el documental recoge magistralmente los ecos baudrillardianos propuestos en el artículo publicado en 1996, El complot del arte, para hablar de lo superfluo del arte contemporáneo. Mr. Brainwash es la ausencia de originalidad; la banalidad y el puro fetichismo. La prueba de que ‘’el arte no muere porque haya más arte: muere porque hay demasiado’’[1]. La constancia de que en un mundo donde todo hombre merece ser artista al menos durante 15 minutos, el gusto y la vida quedan totalmente anestesiadas por esa estética disney de gran parque de atracciones.

Sin duda, también Banksy aprovecha la figura de Mr. Brainwash para apelar, en un ejercicio frankensteiniano, a la desmitificación de los artistas. ¿Cómo pretenden ir el público y los medios de comunicación de modernillos con estas modas tan dieciochescas? Otras obras del artista, como Morons —que con diez años de antelación se posicionaba ante la destrucción de Niña con el globo—; su colaboración en la cabecera de Los Simpsons en MoneyBART; y su rol como curador en Dismaland, son como  pruebas infalibles de la posición de consciencia de su arte en una sociedad postduchampiana. Sin querer entrar en dicotomías y simplificaciones, esta nueva lectura de su obra nos da lugar a unas —quizás no tan nuevas— preguntas.

Morons, de Banksy, 2007

¿Es Banksy un buen artista por hablar de la situación y ambigüedad del arte contemporáneo a través de las propias reglas de este? Más allá de que acabe siendo fagocitado por ciertos sectores de la sociedad, ¿no invita Banksy a la reflexión sobre el complot del arte contemporáneo? ¿No hace el intento Banksy, en una cultura capitalista que absorbe todo lo que puede, de concienciar sobre su situación? ¿Es un maestro Banksy, como comentaba Rafa Giménez a propósito de la exposición, en presentar las paradojas del arte contemporáneo?

O como sugería Riaño, ¿fracasa Banksy actuando finalmente como un cómplice de la farsa del sistema artístico? En 2017 Gary Shove publicaba un libro sobre Banksy que llevaba como subtítulo ‘’Usted representa una amenaza tolerable y si no fuera así ya lo sabría’’. ¿Tiene algún tipo de efectividad esa reflexión a la que invita Banksy, o acaba eventualmente siendo un engranaje más del sistema capitalista? ¿Es el documental en realidad un canal donde Banksy sólo quiere diferenciarse, desmarcarse y justificarse con respecto a otros artistas? Como el propio título nos invita a pensar, ¿es posible entrar en el mundo del arte sin salir, efectivamente, a través de la tienda de regalos?

Cartel de la película Exit Through the Gift Shop

Llegados a este punto, habrá, por supuesto, quienes se aventuren a tener una opinión lapidaria y firme al respecto; pero lo que no se puede negar es la complejidad y urgencia del asunto. ¿Preferimos, entonces, la ambigüedad? Al respecto de esto, también en El complot del arte, Baudrillard sostiene que la ausencia de imperativos críticos tan propia de la posmodernidad da lugar sólo potencialmente a una posibilidad, al ‘’complot distinto pero enigmático, indescifrable. Todos los discursos son ambiguos, incluyendo el mío. Todos participan en cierta forma de complicidad vergonzante con el sistema, el cual, por otra parte, necesita de ese discurso ambiguo para que le sirva de caución’’. Y es que cuando hablamos de Banksy no hablamos de su arte, sino, como nos dice este chiste —ya un poco desgastado, pero siempre tristemente certero en su punch line— de algo más grande que el propio arte: ¡Es la economía, estúpido!


[1] Baudrillard, Jean, El complot del arte: Ilusión y desilusiones estéticas, AMORRORTU, Buenos Días, 2006

La distancia y el cine de Pedro Costa

Lola Rodríguez Bernal

Vitalina Varela es un mirlo blanco en la industria cinematográfica. En los tiempos que corren, se ha vuelto francamente difícil encontrar un film independiente en taquilla. No cine de autor. No cine intimista. Cine independiente. Vitalina Varela es, sin duda alguna, una excepción en el panorama audiovisual. La película, que se estrenó el pasado jueves 15 de octubre y que se proyecta el sábado 24 de octubre en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes, surge precisamente del D.I.Y. (Do It Yourself), de los proyectos logísticamente limitados, con bajo presupuesto -de verdad- que investigan nuevas forma de acercamiento a la producción artística alejadas de la dinámicas de mercado. Una aproximación al cine que niega la diversificación profesionalizada, el tecnificado, la comercialización, la multiplicación de medios y las narrativas convencionales. Y es que Pedro Costa, su director, aunque no se venda como tal, es un indie de los que ya no quedan, de los que ya nadie se encuentra por Malasaña. La envidia de Yung Beef; el hijo bastardo de los Sex Pistols.

Esta forma de hacer en la trayectoria del director portugués, que comenzó con Ossos (1997) y que se ha consolidado íntegramente en Vitalina Varela, no atiende a ningún texto establecido. No hay guión más allá de lo que surge en la misma puesta en escena y en la plática entre el director y los propios actores, quienes suelen interpretarse a sí mismos. No tiene, tampoco, un gran equipo detrás de la cámara -el número total de técnicos involucrados se pueden contar con los dedos de una mano-. Así es como el cineasta resiste a los circuitos comerciales, como combate contra el peso de la industria, la superficialidad, lo postizo y simulado del cine.

El cineasta Pedro Costa en un rodaje. Imagen de Valerie Massadian.
Imagen de Valerie Massadian

Lo curioso es que Costa ha encontrado su sitio en el cine desde el acercamiento clásico -en el sentido cinematográfico- de la realidad. Esto es algo que él mismo hace referencia en otras entrevistas que ha concedido al Círculo, donde habla de oscurecer la oscuridad; esto es, de explorar la respectiva diferencia entre Vitalina y la cámara; Ventura y el ojo del director; los vecinos y vecinas de Fontainhas y Pedro Costa. El cineasta intenta reconciliar las vivencias de los protagonistas y su propia mirada, que, a fin de cuentas, es la de un portugués blanco. Costa hace de sus películas un punto de fuga, un punto concéntrico donde orbitan todas estas diferencias. Y esto es en gran parte, de forma muy breve, lo que es Vitalina Varela.

Cuánto hay de personaje en la persona y viceversa, cuánto hay de máscara, es una cuestión que se nos escapa de las manos -cuando creemos tener la clave ya se ha abierto una nueva dimensión; ya sabemos que el mochuelo de Minerva siempre llega tarde-. Pero tampoco podemos prescindir de ella -recordemos que el término persona proviene del latín máscara; recordemos, también, Persona de Ingmar Bergman-. Los límites de la ficción y la realidad, del género del documental, -como se explora ya fundamentalmente en En el cuarto de Vanda (2000)- la delicada relación entre el cine y la realidad: todo esto cabe en el ejercicio de Vitalina Varela. Pero como decíamos, este no es un ejercicio nuevo. Pedro Costa hace continuamente explícita la deuda de su cine con, entre otros nombres, John Ford, Jean Renoir, Straub-Huillet y Jean Rouch.

Una cuestión menos presente en su discurso y sin embargo muy importante de su forma de hacer cine es su metodología formal, el enfoque de su reflexión. Vitalina Varela, junto a En el cuarto de Vanda, Juventud en Marcha (2006) y Caballo Dinero (2014) son una serie de ejercicios donde el foco se da en el pensar en un espacio, un ejercicio que le debe a la producción americana por lo que recuerda a una suerte Yoknapatawpha, Macondo, Twin Peaks e incluso al Factory de Andy Warhol. Y es que lo continuo, el topos, literalmente el lugar común de estas últimas producciones del portugués, es Fontainhas, este barrio que incluso antes de su derrumbamiento ya tenía algo ficticio.

Fotograma de “Vitalina Varela” (Numax)

Fontainhas fue en su momento un suburbio periférico a la capital de Portugal que, aunque próximo geográficamente, se encontraba en realidad muy lejos de la metrópolis ibérica. El propio Google se resiste a su búsqueda -que ya es decir-. Las pocas entradas en castellano que hay en la web sobre el barrio son parte de alguna entrevista o artículo sobre las películas del portugués. Esa es toda la información que hay. El espacio es un asentamiento irregular -una suerte de favela o incluso kasbah- construida clandestina, desordenada y espontáneamente por la paria lisboeta. Su población es mayoritariamente inmigrante. Gente de Angola, Costa Verde, Guinea-Bissau que llegaron al país en los años 70. De hecho, en Caballo Negro, Ventura -quién participa también en Vitalina Varela– y Costa exploran cómo cada uno vivió la Revolución de los Claveles y la independencias de los países colonizados por la metrópolis -en este caso, Cabo Verde-. Caballo Negro nos presenta dos vivencias totalmente opuestas de un mismo momento histórico: mientras que la generación de Costa en Portugal se jactaba de haber combatido a un gobierno de fascistas, miraban hacia otro lado cuando miles de militares aterrorizaban a los inmigrantes africanos como Ventura.

Caballo Dinero, película de Pedro Costa que también se proyectó en Cine Estudio del CBA.

Las películas de Pedro Costa exploran la fuerza que tienen todavía las dinámicas neocolonialistas en Portugal. Los protagonistas de sus películas y los vecinos de Fontainhas son personas que vienen a Portugal para convertirse en mano de obra barata. Llegan a la península a trabajar en aquellos servicios que cuando Europa ha estado en momentos de expansión nadie ha querido desempeñar: la construcción, para ellos; las actividades de cuidado y limpieza, para ellas. Costa cuenta que precisamente comienza a utilizar menos equipo técnico cuando se percata de que su presencia en el barrio está desequilibrándolo. ¿Qué clase de cine comprometido con Fontainhas no dejaría descansar en paz a los vecinos y vecinas que precisamente por lo propio de sus trabajos tienen que levantarse a las cinco de la mañana? Esta es la razón por la que Costa se deshizo de todo lo que era incompatible e irrecordable con la vida de aquellos que vivían allí, con todo aquello que lo alejara de la integración con el espacio, del acercamiento máximo a sus vivencias.

Ahí está la clave para entender los ciclos neocolonialistas, la interdependencia que se crea entre colonias y metrópolis; el mercantilismo, la globalización, la imposición cultural -y todo lo que eso conlleva- a la que se someten las colonias. Todo esto que después la ideología y discurso poscolonial acaba redirigiendo siempre en su beneficio. No, no es que ellos vengan a quitarnos el trabajo. Es que nuestra presencia en sus pueblos les ha llevado aceleradamente a una globalización y mercantilismo que ha dinamitado sus economías, que les hace dependiente de su migración a las metrópolis, donde son explotados y violentados por el racismo europeo.

Fotograma de la película de Pedro Costa “Vitalina Varela” (NUMAX distribución).

Una de las cuestiones novedosas que aporta Vitalina Varela en relación con sus últimas películas es la exploración de la emigración desde la perspectiva femenina. El film es la historia del luto de una mujer caboverdiana, Vitalina, cuyo marido emigró a Lisboa en búsqueda de una vida mejor, de un trabajo en la sociedad poscolonial. Una historia que se desarrolla entre dos muertes en un sentido temporal, pero que también piensa en la muerte como espacio, en la presencia de la muerte en Fontainhas, donde el índice de enfermedades y muertes ya no es universal, sino totalmente contingente y fruto de las condiciones socioculturales de la vida de sus vecinos y vecinas.

En el film Ventura escapa de su propia biografía para interpretar a una especie de actualización de aquel cura rural y su diario que Bresson llevaba al cine a principios de la década de los 50.  Un personaje que sirve precisamente de contrapeso para iluminar más aún a Vitalina -cuyo nombre ya nos anticipa su fuerza, coraje y vitalidad-. Vitalina, el particular que encierra en sí misma la perspectiva femenina de todas las historias y familias que unen a Portugal y Cabo Verde. Es una mujer fiel y rigurosa, que ha dedicado toda su vida a la creación de un hogar, a un espacio digno e íntimo, que es intransigente con la pereza, la desidia y la negligencia. Una mujer de piernas fuertes y gruesas dedicadas al inagotable trabajo doméstico. Una mujer que cuando llega a Lisboa se encuentra con un proyecto de vida desvinculado con sus raíces, una casa totalmente impersonal donde su marido llevaba una vida mediocre, anodina, entregada al alcohol y otras drogas, al consumo de cuerpos. La mirada femenina de la neocolonización es esta parte de decepción, de tormento y angustia que experimenta en la intimidad de la casa, pues si el cura explora la dimensión pública y comunitaria de lo perdido en los inmigrantes lusófonos, Vitalina explora el espacio privado -el espacio por excelencia de la mujer-.

Vitalina y Ventura en un momento de la película (NUMAX distribución).

Vitalina Varela dialoga en el transcurso de la película con la memoria de la protagonista, tanto con los recuerdos del inicio de su relación con Joaquim, su difunto marido, como lo que queda de él en su paso por Fontainhas. Intenta conversar con él, pero es incapaz de reconocerlo en nada de lo que encuentra allí. Como guía espiritual, Ventura aconseja a Vitalina: si realmente quiere hablar con él, tendrá que hacerlo en portugués y no en criollo caboverdiano. ‘’¿Si hablo en portugués, ¿hablarás conmigo?’’ se interroga Vitalina. También ella, como Pedro, quiere reducir la distancia entre ella y su marido. Y así, sobrevolando por la pintura barroca flamenca, el cine clásico y el expresionismo alemán, Costa nos presenta un trabajo realizado desde la belleza, rigurosidad y esfuerzo del artesano que se dedica íntegramente a trabajar con aquellos que, más allá de los ejercicios cinematográficos, viven efectivamente en la sombra, en los escombros de las capitales europeas.