El edificio del CBA, una historia escrita en piedra

Imagen del diario ABC correspondiente a la inauguración del edificio del CBA en 1926.

Tras su fundación en 1880, el Círculo de Bellas Artes creció de manera exponencial y tuvo que cambiar de sede en innumerables ocasiones hasta encontrar su sitio definitivo. Esto no ocurrió hasta el lunes 8 de noviembre de 1926 a las 11:30 de la mañana con la inauguración de la sede en la esquina de Alcalá con la actual calle Marqués de Casa Riera. El rey por entonces, Alfonso XIII, acompañado por el mayordomo mayor de Palacio, el Duque de Miranda, fue recibido por la junta directiva del CBA, presidida por Juan Fernández Rodríguez, así como por el arquitecto Antonio Palacios y todos comenzaron el acto con la visita a la exposición de Ignacio Zuloaga, la primera que albergó el edificio, continuó por los distintos salones, espacios y terrazas, tuvo parada en la azotea y sus vistas a vista de pájaro sobre Madrid y, como curiosidad, acabó —cito textualmente de la página 423 de la publicación El año político de 1926— con un lunch.

Días después de la inauguración comenzaron a sucederse las actividades culturales, tales como el teatro, del que hemos encontrado este extracto de la primera función en el Teatro Fernando de Rojas.

“La Época de Madrid” del 9 de noviembre de 1926 adelantaba el primer programa teatral del nuevo edificio del CBA.

El edificio del Círculo de Bellas Artes, con más de 90 años de existencia, es quizás uno de los mejores ejemplos de arquitectura al servicio de su actividad, sin desdeñar las características ornamentales y estilísticas de la época. El proyecto de Antonio Palacios pretendía aunar la grandiosidad arquitectónica y ornamental con la función artística, cultural y —por entonces— lúdica de la institución.

La sede del CBA, que ya tenía 5.000 socios en 1927, contaba no solo con importantes espacios destinados a las artes, las exposiciones, conferencias, cine o teatro, sino que también incluía piscina, billares, barbería, salón de estudio, sala de baile para esas fiestas de largo entre las que estaba el mítico baile de máscaras, de esgrima, retransmisiones radiofónicas, fiestas, etc. Destacamos este carácter lúdico de entonces porque, por ejemplo, uno de los principales motivos que propició la construcción del inmueble fueron los beneficios reportados por el juego, algo que solo se vio interrumpido con la dictadura de Primo de Rivera desde 1923, que obligó en los años en los años 30 a pedir ayudas a los poderes públicos ante la imposibilidad de hacer frente a las deudas contraídas por los costes de construcción. Junto a estas ayudas y la posterior revitalización del juego se alivió la maltrecha economía de la institución. Y es que el juego, guste o no, siempre ha estado vinculado al CBA en sus comienzos —y por ende a la sociedad de la época— y hay muchas anécdotas relacionadas al respecto, como la que cuenta el vocal de la Junta Directiva hoy, el director de cine, José Luis Cuerda, que da fe de lo que se llegaba a apostar.

El espacio donde se asienta el CBA corresponde al antiguo jardín del Marqués de Casa Riera, adquirido el 13 de julio de 1918 por dos millones de pesetas, que contaba con 27’40 metros de lateral de la calle Alcalá y 62,70 metros al interior con 1.718 metros cuadrados. Tras diversas vicisitudes, el proyecto de Antonio Palacios es el elegido en 1920 y en octubre de 1922 se pone la primera piedra a una edificación que no se terminó hasta noviembre de 1926 y cuyo coste total se disparó a casi los 12 millones de pesetas.

«Palacios era consciente de sus dotes de ágil constructor, conocedor del oficio de los artesanos que determinaba en parte un modo de proyectar». De todos los edificios que construyó Palacios, como el del actual Instituto Cervantes, el Hospital de Maudes o el Palacio de Comunicaciones, actual Ayuntamiento de Madrid, entre otros, el Círculo de Bellas Artes es quizás el más modernista de todos sus edificios sin desdeñar el eclecticismo madrileño y su vínculo neoclasicista con ese remate con la columnata cúbica en piedra de la fachada. 1.

Sin embargo, tras ese exterior arquitectónico pétreo, depurado y sobrio en general, con esos ventanales de corte racionalista, encontramos un interior artístico con una escalera central y unos salones que constituyen un «festín barroco». Como Antonio Fernández-Alba escribía, «Palacios entendía el interior de los edificios como lugares que sus habitantes debían contemplar con una emoción espacial». Así, cobra significancia el yeso, el mármol, los espejos y los estucados de frisos, capiteles o columnas.

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Los orígenes del CBA: de tertulia de café a Casa de las Artes

A principios de 1880, resonando aún los ecos del Estado liberal disuelto en 1874 y ya en plena Restauración borbónica con Alfonso XII reinando y el liberal conservador Cánovas ejerciendo de presidente de un Gobierno turnista, se reúnen un grupo de artistas en el hoy desaparecido Café Suizo en la calle Alcalá, 16, esquina Sevilla, en el lugar donde está el edificio del Banco Bilbao (hoy una de las sedes de la Comunidad Autónoma de Madrid). Figuran los pintores Plácido Francés, Luis Taberner y Montalvo, o Casto Plasencia, entre otros, y lo hacen con el objetivo de crear una institución independiente, a modo de Casa de las Artes, en la que los propios artistas pudieran no solo conversar libremente de arte y de su repercusión social y cultural, sino también exponer y vender sus obras, teniendo un mayor control sobre estas operaciones y liberándose, a su vez, de impuestos oficiales. Este círculo de amigos se amplió tanto que se hizo necesario crear una sociedad cuya sede se situó en el número 5 de la calle Barquillo. Su primer socio fue Federico de Madrazo, en aquellos momentos Director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

En el edificio de la izquierda de la imagen se ubicaba con salida a Alcalá y Sevilla, el Café Suizo, de cuyas tertulias nace el Círculo de Bellas Artes. De 1913 a 1926 el Palacio de La Equitativa fue la última sede de alquiler del CBA. Imagen de www.viejo-madrid.es

Eran años en los que Madrid abrazaba la modernidad. Los nuevos proyectos urbanísticos, la expansión ferroviaria, la mejora de la industria, etc. vino secundada por la proliferación de ateneos, reales academias, la Institución de Libre Enseñanza… Madrid se convirtió en espacio urbano donde ejercer de verdad la vida urbanita y donde congregar las corrientes intelectuales y artísticas del país.

El 16 de abril de 1880, con 267 socios fundadores, nace finalmente el Círculo de Bellas Artes (Aprobación legal del primer reglamento social por el Gobierno de la Provincia de Madrid el 24 de noviembre). En sus orígenes se trataba de una sociedad bastante restringida, pero con difusión de ámbito cultural, lo que marca su futura condición privada, pero de utilidad pública, y referente artístico y cultural. Su primer presidente fue el pintor Juan Martínez de Espinosa.

El entusiasmo fue tal que la primera exposición con 129 obras se realizó en diciembre de ese mismo año de 1880 en la sede de Barquillo. La nota inaugural de la misma la hizo José Fernández Bremón, escritor, periodista, dramaturgo y vocal de la Sección de Exposiciones del CBA, que realizó un ensayo Protección á las artes (1), en la que encontramos un alegato por una mayor protección del gobierno hacia el arte y la cultura; entendiendo esto como un derecho del pueblo. En relación al recién fundado Círculo de Bellas Artes, Bremón se hacía esta pregunta:

¿Será el Círculo de Bellas Artes ya lleno de vida, aunque naciente, un centro que evite dispersiones y atraiga á Madrid los elementos que sin duda echan de menos al emigrar nuestros artistas?

A tenor del crecimiento posterior de la institución, el Círculo sí respondió a Bremón y cumplió con las expectativas creadas inicialmente. Entre 1880 y 1926, el Círculo cambió nueve veces de sede: Barquillo, 5; Madera, 8; Lobo, 10; Abada, 2; Libertad, 16; Barquillo, 11 (en esta sede, en 1898, Picasso a sus 17 años acudía a los talleres de dibujo del CBA); Alcalá, 7; Alcalá, 14 (salones del edificio de La Equitativa) y finalmente en la actual de la calle Alcalá, 42.

Aunque naciera como Casa de las Artes —en sus primeras secciones organizativas incluían únicamente: gobierno interno, contabilidad, exposiciones y clases de dibujo—, poco a poco fue desarrollando otras actividades relacionadas con el ocio: tertulias, conciertos, los míticos bailes de máscaras con sus concursos de carteles, se inauguró una biblioteca para lectura… A finales del XIX diversificó sus actividades artísticas añadiendo escultura, arquitectura, literatura, fotografía… Y en 1901 unió a estas la de local de juego, algo que potenció el político Alberto Aguilera, presidente del CBA en 1906. La bonanza económica que propició el juego la que permitió la edificación actual en la calle Alcalá, 42, así como la proyección más allá de sus paredes con un Pabellón en el Parque de El Retiro, las placas y esculturas dedicadas a distintas personalidades de la cultura en rincones de Madrid o los concursos en casi todas las disciplinas artísticas, algo que sirvió para que alcanzara los 2.300 socios en 1920. Sin embargo, durante la dictadura de Primo de Rivera, en 1923, el juego fue prohibido y con ello las actividades del Círculo se resintieron.

En el siguiente post, veremos cómo finalmente el Círculo de Bellas Artes levantó la sede que actualmente prevalece y contaremos algunos de sus secretos.

Otros enlaces de interés:

Visita guiada del Círculo de Bellas Artes

Packs gastroculturales del CBA y los restaurantes la Azotea del CBA y La Pecera.

 

Bibliografía:

(1) Protección á las artes. Incluído en los Apuntes de la Primera Exposición del Círculo de Bellas Artes. Archivo de la Biblioteca de Madrid.

El Círculo de Bellas Artes de Madrid. 125 años de historia (1880-2005). Publicado en 2005 por el CBA. Dirigido y coordinado por Delfín Rodríguez Ruíz y Blanca Sánchez.

Flores negras para quienes aún viven. Niño de Elche

Francisco Contreras Molina, Niño de Elche, se aproximó casi por vez primera a la obra de Francis Bacon coincidiendo con la gran retrospectiva que el Museo del Prado dedicó al pintor británico con motivo de su centenario en 2009. Tras visitar la exposición, uno de los interrogantes que le acecharon fue el de preguntarse por el mundo sonoro que acompañaba a Bacon en sus momentos creativos. Niño de Elche se embarcó entonces en un proyecto artístico alimentado por lo experimentado tras visitar la muestra y aderezado con lecturas de Shakespeare y T.S. Eliot, y con la escucha de discos de John Cage. Así nació VaconBacon, a partir de La canción de amor de San Sebastián, un poema erótico que escribió Eliot en una carta a Howard Aiken, y que sirvió de inspiración, entre otros, al propio Bacon.

La canción de amor de San Sebastián fue también uno de los primeros temas de Exquirla, la banda que integran Niño de Elche y Toundra, dos identidades musicales de larga trayectoria y enorme contundencia. Exquirla presentaron su primer trabajo, Para quienes aún viven (2017), el pasado febrero en Frontera Círculo Ambar, con dos conciertos que agotaron sus localidades poco después de anunciarse. Por esas mismas fechas, la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes acogía Francis Bacon. La cuestión del dibujo, más de medio centenar de dibujos a lápiz, pastel y collage, que venían a reflexionar sobre la polémica cuestión de la autenticidad de los dibujos de Bacon.

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Alberto García-Alix y su «carta blanca», entre lo sublime y heterodoxo de PHotoEspaña 2017

La «carta blanca» existe. Como paradoja, esta libertad de acción se la ha concedido PHE17 a Alberto García-Alix, Premio Nacional de Fotografía, uno de los fotógrafos más libres de nuestro país. Se podría decir que ha sido como echar gasolina al fuego, una invitación ya no a ser aún más libre, sino aún más transgresor. Así pues, ha dispuesto del privilegio de seleccionar a su antojo seis exposiciones y una actividad dentro del epígrafe La exaltación del ser. Una mirada heterodoxa de la programación de PHotoEspaña 2017, que en su vigésima edición se presentó en el Círculo de Bellas Artes el pasado jueves 17 de mayo.

García-Alix, que siempre ha jugado a pisotear como nadie los límites socialmente preestablecidos con su ilimitada mirada, sí ha aprovechado esta licencia para satisfacer esos instintos provocadores, voyeristas, marginales, lisérgicos, sexuales, violentos… con una selección que no deja indiferente de ninguna manera y que, como apunta él mismo, está «entre lo sublime y lo heterodoxo».

En La exaltación del ser. Una mirada heterodoxa Alix ha recogido a diversos autores en los que también encontramos paralelismos en su propio recorrido fotográfico y vital en torno al autorretrato y la autobiografía, algo que explica muy bien en la conferencia que el autor dio hace unos años en el CBA con motivo de una exposición (vídeo a continuación desde el 6’22” al 9’00”). Precisamente, todos los fotógrafos que ha escogido muestran de alguna manera ese alma, esos trazos autoreferenciales en esa búsqueda constante del lado más oscuro de un ser que duda, zozobra y se angustia. Algunos tienen aún esa «mirada hacia afuera», visible en sus comienzos, y otros, se aproximan más hacia adentro, a las cloacas de uno mismo.

Entre las muestras fotográficas elegidas por García-Alix están las tres que acoge el Círculo de Bellas Artes desde el 31 de mayo al 24 de septiembre y que, a continuación, pasamos a enumerar con los comentarios del propio Alberto García-Alix.

«Autorretrato» Antoine D’Agata. Sala Goya

La exaltación toma la carne como catapulta de los sentidos. En la obra de Antoine d’Agata, nos convulsiona y agita. Imágenes y textos nos llegan como embates de hierro. Dan sobre nuestra carne y nos provocan. Sentimos vértigo. El desamparo es vital y el miedo constante. Frío o calor. El desencuentro como futuro y el presente lacerando el cuerpo. Antoine lo tortura o lo deconstruye, como si moldeara barro. Lo aprisiona a límites que aniquilan la intimidad más absoluta. Lo pone ante nuestros ojos en un universo de jaula. Como bajo la lona. Sin entorno ni referencias temporales. La obsesión es la atmósfera y lo febril, la luz. Un soplo religioso. La violencia del deseo. Su penitencia. La teatralidad de la revelación. Fantasmagorías. Apariciones. O quizás sean santos postrados ante el altar de los sentidos. El amor y su violencia. Los cuerpos como estigma y dogma. No hay regreso ni salida. Ni bellos sueños. Ni otro camino que la inercia de la caída. Obra sublime. Eleva lo existencial de la angustia. La náusea. El caos. La desazón. De ahí que vomite vacío, lo exhausto de la existencia.

«Load Shine» Paulo Nozolino. Sala Picasso del CBA.

En la obra de Paulo Nozolino, la idea pasional de la presencia y su espectro son vistos siempre desde el plano vertical. Un espacio donde la línea frustra el horizonte. Lo adensa y lo pone ante nuestros ojos oscureciendo el detalle. Hay en sus imágenes un todo destruido que nos habla, que nos interroga. Como a fuego lento. La abstracción gana sustancia. Miramos penumbra. La descomposición de un paisaje oprimido. Reverberación de ausencia. El pasado lo habita. Soledad de vacío. Angustia, tragedia y dolor. Quizás Nozolino comenzó mirando el cielo. Un cielo siempre pesado. Sus imágenes parecen salir de sueños. Hoy, con este trabajo, Load Shine, sujeta su mirada a lo intemporal de lo que yace en apariencia muerto. Vemos un mundo que se destruye continuamente. Como en esa imagen que muestra una bombilla aislada en silencio, donde la luz es herida; o esa otra que muestra los pies de un burro muerto. Con flash y a mediodía. Una vaporosa y visible idea de muerte nos embarga. El corazón en la mano. Vivimos en decadencia eterna.

«Fui un hombre sin moralidad» Pierre Molinier. Sala Minerva.

Ahora pongamos sonidos negros. Sordina. El espíritu oculto. Disfraz. Voyeurismo. A Pierre Molinier y a su obra los alimenta Eros. Seducido constantemente por el doble o por sí mismo, se trasviste. Se hace el amor. Se posee. Parece una muñeca con la piel de otros cuerpos. Es Pierre. Medias oscuras. Papel pintado. Zapatos. Fetichismo. La profanación y su placer excelso. Estamos ante la obra de un gran fabulador. Un independiente. Un individualista con lo femenino como obsesión y pertenencia. Una mirada heterodoxa y radical que busca en la figuración del deseo su territorio más íntimo de creación. Lo nutre un modernismo gótico. Un darse sin pudor y el narcisismo como espejo multiplicador. No se pone prohibiciones ni censura. Solo es juego. Sexo andrógino. Sin vellosidad. Hermafroditismo simbólico. En sus imágenes le vemos sonreír, con dientes afilados. Hierático y rabioso como si fuera un caníbal, se oculta tras una máscara ornamentada de recortes. Cuerpos entrelazados. Un hombre que escribió y fotografió sobre la cruz ficticia de su tumba el epitafio “Ce fut un homme sans moralite” (“fui un hombre sin moralidad”). Con esta lucidez acepta su causa. No busca gloria ni honores. Se muestra obsceno. Perverso. Como un exhibicionista abriendo su gabardina. “Mise en scène” y luz fría. Un gabinete de curiosidades mórbidas. Misterio, sexualidad, fantasía. De ahí que lo surrealista en su obra sea evidente y lejano al mismo tiempo. Hasta para su muerte, preparada y ejecutada por su propia mano. “Je me tue” (“me mato”), dejó en la nota. Feroz hedonismo e independencia.

Hay que advertir que, sobre todo la exposición de D’Agata no está recomendada para menores de 18 años, y que sus imágenes e instalaciones audiovisuales pueden herir sensibilidades. Lo cierto es que estas fotografías, más allá de lo técnico, que son geniales, pueden revolver estómagos y conciencias con su temática. Para eso está la «carta blanca» de la opinión, para que cada uno saque las conclusiones que quiera. Incluso a aquellos que pataleen les preguntaría, ¿os habéis planteado por qué pataleáis? Es curioso contemplar que determinadas noticias que nos pasan a diario las televisiones o las redes sociales no provocan ni la mitad de reacciones que algunas obras de arte y fotografías.

Datos de interés:

  • PHE17 del 30 de mayo al 24 de septiembre en el Círculo de Bellas Artes.
  • Alberto García-Alix estará en la Cátedra ACCIONA de la Escuela SUR, que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes el 24 de mayo de 2017 a las 19h., en una conversación ABIERTA AL PÚBLICO.
  • Antoine D’Agata será uno de los profesores en el Curso de Fotografía de la Escuela de las Artes 2017 #edla17 que dirige Nicolás Combarro. Impartirá el tema Fotografía y autobiografía del día 27 de junio. ¿Te apuntas?

Rita Laura Segato: La guerra contra las mujeres

Bajo el título Poner la violencia contra las mujeres en el centro para entender el presente, Rita Laura Segato,  antropóloga y activista feminista, pronunció una conferencia en el Círculo de Bellas Artes el pasado mes de marzo, coincidiendo con la publicación de su libro La guerra contra las mujeres, editado por Traficantes de sueños.

Unos días antes, la periodista Irene G. Rubio entrevistó a la pensadora argentina para la revista Minerva. En el siguiente vídeo, podéis ver un extracto de la charla, que se publicará íntegramente en la revista. La feminización de la guerra, la profesionalización del cuidado, la privatización del espacio doméstico o el arraigo como enemigo del capital son algunos de los temas que abordaron.

Rita Laura Segato nació en Argentina pero lleva más de tres décadas en Brasil. Es doctora en Antropología, profesora en la Universidad de Brasilia, y teórica y activista feminista. Sus principales campos de interés se centran en las nuevas formas de violencia contra las mujeres y en las consecuencias contemporáneas de la colonialidad del poder. Entre sus obras más importantes se deben citar: Las estructuras elementales de la violencia (Buenos Aires, 2013), La nación y sus otros (Buenos Aires, 2007) y La crítica de la colonilaidad en ocho ensayos y una antropología por demanda (2015).

El salto de Léucade

Se trata de una de las piezas más representativas del Círculo de Bellas Artes y, aunque son numerosos los visitantes que acuden expresamente en su búsqueda, para muchos otros constituye un inesperado (y agradable) descubrimiento. Hablamos de la escultura El salto de Léucade, del vallisoletano Moisés de Huerta. Una de las mejores muestras de la calidad artística que atesora el Círculo.

La amplitud del espacio que conforma La Pecera, donde se encuentra ubicada la obra, conduce nuestra mirada hacia los elevados techos cubiertos por los lienzos de José Ramón Zaragoza, las enormes lámparas que inundan de luz el salón, las imponentes columnas o los grandes ventanales desde los que se fisgonea la vida de Madrid. Una vez en este espacio, no es difícil tropezar con el mármol esculpido y hacerse algunas preguntas: ¿quién es?, ¿cuál es su historia?

Aún recuerdo mi descubrimiento de El Salto de Léucade. Al verla me sentí sorprendido a la vez que un poco avergonzado: mi primer acto reflejo fue desviar la mirada de ese cuerpo desnudo. Es en una segunda fase cuando comprendes que esa bella joven yace ahí por ti, que alguien ha elegido ese lugar para que tú la encuentres, para que te sientas como un explorador que encuentra un tesoro escondido. Y aunque habrán sido miles las personas que la han admirado a lo largo de décadas, en ese momento solo tú la conoces, solo tú la has visto, solo tú sabes dónde está y, por ello, tienes el deber de guardar el secreto, si no quieres que alguien te arrebate esa vivencia.

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XXI Lectura Continuada del Quijote. Sobran los motivos

Eduardo Mendoza, Premio Cervantes 2016, da comienzo a la XXI Lectura Continuada del Quijote el viernes 21 de abril a las 18h. El tradicional acto del CBA, en el que participan personalidades madrileñas de la cultura o la política, así como lectores anónimos, los principales protagonistas, se prolonga ininterrumpidamente hasta el domingo 23 de abril alrededor de las 14h., momento en el que se diga: «Vale».

La lectura del Quijote es una cita de lo más curiosa. Muchos ilustres se ve a la legua que vienen a regañadientes. No les culpo, cae en fin de semana, te hacen preguntas… pero al menos apoyan el acto. Después, conoces gente y entiendes por qué se trata de una cita especial en el calendario del Círculo. Encuentras personas que han venido todas las ediciones; otros vienen por primera vez porque «al menos hay que venir una vez en la vida»; algunos te cuentan que su padre o su madre lo introdujeron en su lectura; ves familias enteras que tienen marcada la fecha en el calendario y que vienen religiosamente como si fueran a ver el partido de su equipo; también actores de teatro o cine, cantantes y escritores que cogen su ticket con el turno para leer como todos, como cualquier anónimo, por el simple hecho de rendir homenaje a Cervantes y su Don Quijote de la Mancha.

Es una pena leer noticias en las que corroboramos el ninguneo a la Literatura Universal o las Humanidades, por eso es importante hacer este homenaje año tras año. Hay cosas que no se pueden perder, hay que seguir luchando por la cultura, por estos referentes como el Quijote, traducido en 140 lenguas, que —para entendernos aunque se trate de una invención de lo más hortera— sí es “Marca España”.

Ernesto Sábato dijo que Cervantes era el Quijote y que el resto de sus libros eran pequeñas obras. «Un escritor no gana nada escribiendo más si no es capaz en uno, dos o tres libros escribir todo lo que se refiere al bien y al mal, a la esperanza y a la desesperación, al destino de la humanidad, a los grandes problemas éticos y espirituales». Lo cierto es que en el caso del Quijote podríamos decir que la mayoría de novelas posteriores de miles de escritores son pequeñas obras a la sombra del Ingenioso Hidalgo.

Algo que podemos traducir de las palabras del mismo Eduardo Mendoza en el discurso de entrega del Premio Cervantes 2016, quien recalcó que había leído hasta cuatro veces la novela aprendiendo siempre algo de ella. La primera, que citamos, puede servir para animar a los más jóvenes a la lectura y a valorar la importancia de la literatura:

«De Cervantes aprendí que se podía cualquier cosa: relatar una acción, plantear una situación, describir un paisaje, transcribir un diálogo, intercalar un discurso o hacer un comentario, sin forzar la prosa, con claridad, sencillez, musicalidad y elegancia».

De la segunda, en su etapa de adolescencia tardía se impregnó de ese anhelo propio de la edad por «correr mundo, tener amores imposibles y deshacer entuertos.»

En su tercera lectura del Quijote, Mendoza, ya casado, descubrió el humor de la novela, no solo en la trama en sí, sino en la forma de ver el mundo del propio Cervantes. Finalmente, la última, le hizo reflexionar sobre el oficio de escritor, sobre la ficción y la realidad, sobre su propia existencia. ¿No da juego Don Quijote?

Por motivos como estos, el CBA lleva 21 años celebrando esta lectura, 21 años con un sinfín de actividades relacionadas, de exposiciones como la de las ilustraciones del Quijote de Saura, con un catálogo editado con tal motivo en 2005 —descargable gratuitamente—, o como esa magnífica obra/ensayo Quijote y los invencibles de Erri de Luca, representada una única vez en la edición de 2009 en el Teatro Fernando de Rojas del CBA, que sirvió también para editar un estupendo libro + dvd, o como el congreso internacional de 2005 con El yo fracturado. Don Quijote y las figuras del Barroco, que dio pie a un nuevo libro de ensayos, etc. También representaciones musicales, veladas poéticas, lecturas, ciclos de cine… han apoyado esta celebración coincidente con el Día del Libro.

Este año, los eventos que refuerzan esta lectura ya ha comenzado con el ciclo de cine y, como otros años, habrá un espacio illy para degustar un buen café, pero también algunas novedades con entrada libre: el espacio solidario de ACNUR, un bookcrossing con libros publicados por el departamento de Ediciones del Círculo; un homenaje al poeta Jaspe Marián de la UC3M; teatro con obras de Tang Xianzu, coetáneo de Cervantes, organizadas por el Instituto Confucio; y para los niños, cuentos chinos y el taller de Peppa Pig.

Paralelamente, la exposición M. Moleiro: El arte de la perfección. 25 años de ediciones únicas e irrepetibles expone estos tres días un ejemplar original de la primera edición completa del Quijote en francés (1692), un ejemplar de la primera edición póstuma de la Araucana de Alonso de Ercilla (1597) y uno de la Biblia del oso (1569), primera traducción de la biblia al castellano.

La XXI Lectura Continuada del Quijote se celebra del viernes 21 de abril al domingo 23. Puedes seguirlo en streaming en directo AQUÍ.

Desgarrando a Francis Bacon

Fernando Castro, profesor de Estética de la Universidad Autónoma de Madrid, pronunció el 3 de abril, dentro de Los Lunes, Al Círculo, la conferencia En el fin del tiempo [Francis Bacon y la “desesperación jubilosa”] que sirvió para «desgarrar», como bien afirmó, a este pintor británico, esencial en la Historia del Arte Moderno.

Francis Bacon no dejaba indiferente a nadie, ni como artista ni como persona. En el aspecto artístico, Castro, nos adentra en el porqué de las inquietudes que provocaba, partiendo de algunas citas célebres de la mismísima Margaret Thatcher, que llegó a decir aquello de «¿No será ese hombre horrible que pinta esos cuadros tan espantosos?»; o de críticos de arte de renombre, como John Berger, que le comparaba con Walt Disney y decía que, como aquel, era un pintor de status quo y un reaccionario. «Bacon —apunta Castro— no era valorado porque no se inscribía en la corriente principal del arte moderno que, orientado a la abstracción, convertía a la figuración en algo periférico o reaccionario».

Esta introducción vale al comisario de la exposición del CBA Francis Bacon. La cuestión del dibujo para establecer un pequeño debate acerca de la reinterpretación de conceptos en torno al realismo y la figuración. Alejado del encaje crítico de Walter Benjamin, Francis Bacon, se consideraba cercano al «realismo, siempre subjetivo». Lo cierto es que, como añade Fernando Castro, hay una gran diferencia entre «sus intenciones y lo que realmente hace como artista». Y continúa: «Bacon entiende que el realismo no es lo mismo que el naturalismo y que la pintura es un ejercicio interpretativo, de hecho, se vale de una cita de Nietzche inexistente que él adaptó a su manera: no existen hechos sino interpretaciones. Lo que quiere Bacon es representar una realidad insoportable en la que el instinto surge de un mar inconsciente de nuestro interior».

Ahondando en este sentido, el también profesor de la Escuela SUR, remite a un apartado de una entrevista de 1985 realizada por The South Bank Show, en la que el pintor irlandés dice: «No se trata de ilustrar la realidad sino de crear imágenes que sean una concentración de la realidad; una taquigrafía de las sensaciones». Algo que refuerza con una cita de Van Gogh que le gustaba mucho a Bacon: «construir una mentira que sea más cierta que la verdad literal». Para llegar a decir en otra ocasión, a raíz de su obsesión por el Papa Inocencio X de Velázquez: «Quiero pintar un Velázquez con piel de hipopótamo».

Francis Bacon era un tipo diferente, contracorriente de alguna manera. A pintores venerados en gran parte del mundo como Rothko y Pollock, recuerda Fernando Castro, les dedicó adjetivos como: sórdidos, torpes, anodinos… «Si me imagino una pesadilla insoportable esta sería estar en el MOMA en la sala de Rothko y, de cuando en cuando, me torturan en la de Pollock», dijo Bacon en alguna ocasión. Sin embargo, sí le interesaba Warhol, no desde su faceta artística, ya que lo consideraba bastante malo, pero sí en cuanto a dandi que había sido capaz de «engañar a todo el mundo».

Fotograma de El acorazado Potemkin de Eisenstein.

Fernando Castro también habla de algunos aspectos fundamentales para entender la obra de Bacon, como esa obsesión por la boca, que arranca de esa escena de Eisenstein de la niñera en El acorazado Potemkin o del cuadro de La matanza de los inocentes de Poussin. Por los mataderos, esos cuyo «olor a sangre humana alegran mi corazón», y para lo que se vale de las fotografías de John Deakin. También por la dimensión de la violencia con respecto a la historia, que le lleva a obsesionarse también con el cuadro Muerte de Acteón de Tiziano, en la que se identifica con él por la persecución a su arte. Y cómo no, por las crucifixiones, que parten de su fascinación por Picasso.

Por último, Fernando Castro termina el «desgarro» a Francis Bacon refiriéndose a aspectos más personales, algunos en relación a su estancia en Madrid los últimos años de su vida, entre los que destaca uno de sus famosos brindis, que viene a complementar de forma maravillosa esa parte del título de la conferencia referido a la “desesperación jubilosa”:

Una extraordinaria conferencia que te recomendamos ver al completo. Dos horas de aprendizaje, reflexión, anécdotas y algunas risas, que bien puedes acompañar con un buen whisky irlandés en honor a Francis Bacon.

Francis Bacon. La cuestión del dibujo Exposición comisariada por Fernando Castro, hasta el 21 de mayo de 2017 en la Sala Goya del CBA. Otros materiales disponibles:

Catálogo de la exposición descargable. 

Rueda de prensa de la exposición.

José Guereñu (Con Ciencia en la Escuela): «No podemos perder el talento que estamos formando»

Las VII Jornadas Con Ciencia en la Escuela celebradas los días 7 y 8 de marzo de 2017 acabaron con récord de participación (34 proyectos presentados en convocatoria). José Guereñu, coordinador de SM y de las jornadas desde 2010 en que se comenzó a celebrar en el Círculo de Bellas Artes, así como asesor, autor de diversos libros y colaborador en diversos medios y proyectos, siempre relacionados con la divulgación científica, nos concedió esta entrevista en la que repasamos lo que ha sido esta cita y lo que nos depara el futuro de la ciencia.

¿Cómo valorarías del 1 al 10 las VII Jornadas de Con Ciencia en la Escuela?
Teniendo en cuenta las limitaciones que tenemos, le pondría un 8.

¿Cómo podrían mejorar estas jornadas?
Con una mayor financiación para los centros educativos o con más espacio para que pudiesen participar otros centros que se han quedado fuera.

¿Dónde reside el principal activo de Con Ciencia en la Escuela?
En los profesores que diseñan esas experiencias tan creativas y que preparan de forma excelente a los alumnos para que expliquen la ciencia y hagan interactuar a los visitantes.

¿En qué se diferencia la ciencia que se enseña hoy a la que, por ejemplo, estudiaste tú? ¿Hemos ido a mejor o a peor?
Ha ido a mejor porque en mi época era totalmente descriptiva y basada en los contenidos, sin tener en cuenta los procedimientos ni el método científico.

¿Cuál es el estado de la educación científica en nuestro país? ¿Cómo podría mejorar?
Yo diría que regular. La preparación experimental del profesorado no es muy buena y al no haber suficientes desdobles en los centros se hacen pocos proyectos experimentales. Hay que mejorar la formación práctica del profesorado, ser mucho más exigente en el máster de educación y valorar socialmente el papel del profesor (como se hace en los países nórdicos).

No sé si ve los programas sobre ciencia de la tele, repletos de experimentos y demostraciones… ¿Hace falta recurrir al show para demostrar que la ciencia puede ser divertida?
Quizás el término debería ser «atractiva» o «motivadora» más que «divertida». El show no es imprescindible pero no viene nada mal siempre que se acompañe de la metodología científica y el rigor necesario. Si no, se queda en puro divertimento.

Luego tenemos Big Bang Theory, que está muy bien, pero no ayuda a despejar esa imagen de freak del científico que no sé si va en detrimento de que los jóvenes quieran estudiar ciencias. ¿Qué opinas?
Efectivamente abusa de los tópicos pero no está nada mal y creo que puede motivar a los jóvenes. A mi me divierte, la serie me parece irónica y refrescante.

Música con mandarinas «Aprende robótica» IES El Espinillo.

¿Y del trabajo científico en general en España? ¿Cuál es el estado actual y los peligros que se plantean?
Una lástima, ya que habíamos mejorado bastante, pero a raíz de la crisis y los recortes se ha puesto en peligro todo lo que se había ido alcanzando. Por otro lado no podemos perder el talento que estamos formando. Muchos de mis mejores alumnos están en el extranjero. Ahora bien, si logramos rescatarlos, el paso por centros internacionales les viene muy bien. Habría que aumentar el número de becas, pagarlas a tiempo; eliminar contratos dudosos, parciales…

¿Leyó la columna de Cayetano López del Ciemat en la que planteaba un panorama desalentador para la ciencia con un «vacío competitivo»?¿Ocurrirá?
Es probable que así suceda. Es muy importante que todos exijamos un cambio de rumbo. Apoyar decididamente en la educación primaria y secundaria (desdobles para laboratorios, premios científicos, ferias de la ciencia, etc), animando a que los alumnos, y sobre todo alumnas, elijan carreras científicas. Acabar con la endogamia en la Universidad. Interrelacionar los centros de investigación y las universidades, como se hace en Alemania con los centros Max Planck. Recuperar las plazas perdidas de investigadores en el sistema público de I+D+i y llegar a acuerdos con la empresas (en España, su aportación es mínima). A ver si de esa manera logramos revertir la “fuga de cerebros”. Aumentar el porcentaje dedicado a la investigación, que en España está en un 1,23% del PIB, mientras que en países como Alemania, Suecia o Dinamarca está aproximadamente en un 3%. Es terrible, este año bajamos al puesto 18º de Europa.

¿Dónde incidirías a la hora de mejorar el trabajo científico y la investigación?
Habría que volver al apoyo anterior a 2008. Además de lo citado anteriormente, habría que lograr más financiación y flexibilidad como tienen el CNIC, el CNIO… Y habría que volver a invertir en ramas en los que éramos punteros, como el desarrollo de energías renovables o de las ciencias biomédicas, entre otras.

«Estudiando… el enigma de los colores», IES F. Gª Lorca

¿Podría nombrar algunos grandes científicos españoles importantes del momento?
Juan Ignacio Cirac (Físico del Instituto Max Planck de Alemania, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica).
María Blasco (Bióloga y bioquímica, directora del CNIO, Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas).
Margarita Salas (Bioquímica en el CSIC y en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid, también académica de la RAE).
Avelino Corma (Químico, trabaja en el CSIC, Universidad Politécnica de Valencia y fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación en 2014).

 

Hice una pequeña encuesta durante la feria y me salía que de los 50 encuestados, 37 querían estudiar alguna carrera relacionada con las ciencias y, de ellos, 19, veían su futuro fuera de España. ¿Hay que mentalizarse de que será así?
Si pudiesen volver, estaría muy bien esa formación en el extranjero. El riesgo es que se queden y no vuelvan, como ya ha sucedido, es una pérdida de capital intelectual que no nos podemos permitir.

Gracias por tu tiempo, José. Esperamos que alguien te escuche y se dé cuenta de que la vida entera es ciencia, desde una clase de gym-jazz a un desayuno, desde que encendemos la luz, hasta que la apagamos.

Otros datos de Con Ciencia en la Escuela

Con respecto a la pequeña encuesta elaborada durante las VII Jornadas Con Ciencia en la Escuela. De los 50 encuestados de edades comprendidas entre 9 y 17 años, 22 (44%) veían su futuro fuera de España (19 de ellos con clara vocación científica), 19 (38%) en España y el resto (9) aún no se hacía a la idea. Por edades, de los 22 que veían su futuro fuera de España, el 50% (11) eran de Secundaria, casi el 32% (7) de Primaria y el resto de Bachillerato, que fueron los más optimistas a la hora de pensar en un futuro laboral en España.

En cuanto a los premios concedidos a lo largo de estas jornadas de 2017, destacamos:

Premios de la RSEF (Real Sociedad Española de la Física)

1º Premio: El enigma de los colores, del IES Federico Gª Lorca

2º Premio: Ciencia hasta en el desayuno, del C. Cristo Rey

Accésit: Supervivientes del Cretácico, del IES Guadarrama

Premios SM
Primaria: La ciencia del dragón, del CEIP José Hierro
Secundaria: Aprende robótica jugando, del IES El Espinillo

El cine esperpéntico que le hubiera gustado ver a Valle-Inclán

El Cine Estudio del CBA inicia este jueves 16 de marzo de 2017 el ciclo Valle-Inclán y el cine con seis películas —dos en la misma sesión— que podríamos calificar de esperpénticas y que estamos seguros de que este genio de nuestras letras habría disfrutado como el que más. De hecho, la relación entre Valle y el cine, no viene solo por los paralelismos temáticos de algunas películas con su obra, sino porque además el escritor gallego era un gran aficionado al séptimo arte.

   

En la mesa redonda de apertura del Incentenario Valle-Inclán (#IncentenarioValle), el director de cine José Luis García Sánchez expuso que Valle era un gran aficionado al séptimo arte y que, por ejemplo, estaba fascinado por El Acorazado Potemkin de Eisenstein. Pensar en Valle escribiendo para el cine en plena etapa franquista o en nuestros días es, sin duda, muy sugerente, pero por desgracia las cosas no se dieron así. A Valle le pilló esto del cine ya mayor y cuando aún no tenía el desarrollo ni la repercusión que tuvo después de su muerte, pero al menos sí le dio tiempo a hacer sus pinitos en la película La malcasada de Francisco Gómez Hidalgo, en la que el escritor y dramaturgo hace de sí mismo junto a la actriz María Banquer, posando para un cuadro en el estudio de Julio Romero de Torres.

La segunda acepción de la palabra esperpento en el diccionario de la RAE lo deja claro: «concepción literaria creada por Ramón M.ª del Valle-Inclán hacia 1920, en la que se deforma la realidad acentuando sus rasgos grotescos».

Aunque no queda claro que podamos hablar de un género esperpéntico como tal y que no haya una traducción similar en otro idioma —quizás grotesco es lo más parecido—, sí que el CBA ha querido proponer una selección de películas pensando en que quizás le hubieran gustado a él y que, sin duda, se ajustan de alguna manera a su significado.

Ojos verdes

Basilio Martín Patino hizo siete fakes documentales con Andalucía: un siglo de fascinación. De ellos Ojos verdes es la rescatada para el ciclo de Cine Estudio. Podemos hacernos una idea de las intenciones de Patino por la respuesta a una pregunta relacionada con estos falsos documentales en una entrevista concedida a la revista Minerva.

«¿Qué hemos hecho siempre en el cine sino simular realidades, eso sí, aprisionados con las más empalagosas escrupulosidades artísticas? ¿Dónde están los límites pudorosos del respeto a nunca he sabido qué reglas del juego? ¿Cuál es la Biblia del arte cinematográfico? ¿Y por qué no filmar yo mismo esas materias primas, a mi aire? A estas alturas, ¿a quién vamos a engañar? Perdónenme de nuevo los historiadores especialistas. Con todos mis respetos más sinceros, decidirme por este nuevo juego amplió mis perspectivas y mi horizonte. A partir de ahí las huellas las recompondré yo, sin otras limitaciones que las que encuentre en mi invitación a la complicidad con el espectador, mi otro yo al que me dirijo. Pero con voz y metodología propia, de primera mano».

Una carta de presentación genial para venir a verla y seguir los pasos del marqués de Almodóvar, sus festejos folclóricos organizados a Franco y conocer sus fetiches y recuerdos.

 

Amanece, que no es poco

¿Qué puedo decir de ella que no se haya dicho ya? Todos somos contingentes, pero sin duda José Luis Cuerda es necesario. Merece la pena ver esta película una y mil veces porque está llena de detalles increíbles. Y si encima lo haces sabiendo que, por ejemplo, muchas cosas salieron mal, pero como reconoce Cuerda, a la gente le da igual porque «en este tipo de películas si las cosas no están bien, parecen hechas adrede» (Minerva 24, Esta gente se va a empeñar en que escriba comedias. Entrevista, 2015). Una de las anécdotas más curiosas que cuenta Cuerda es que en la escena de Ngé Ndomo con las cabras, éstas estaban congeladas y con los focos, la extensión del rodaje y tal, se fueron descongelando y como confirma el director manchego…

«las cabras aparecen con la barriga por el suelo con unos palos puestos que sobresalen por el espinazo, ¡algo lastimoso!»  

 

Pajaritos y pajarracos (Uccellacci e uccellini) + Che cosa sono le nuvole?

Esta doble sesión de Pier Paolo Pasolini nos introduce, en primer lugar, en las conversaciones trascendentales de un agricultor y su hijo con un cuervo que habla; y, en segundo, en las interpretaciones de dos marionetas que cobran vida del Otelo de Shakespeare. Ya lo decía el mismo Pasolini de sí mismo.

«Hablando genéricamente (y dando confianza al lector), se podría decir que Pasolini ama la realidad pero, hablando de nuevo genéricamente, quizá se podría decir también que Pasolini no ama –con un amor igualmente completo y profundo– la verdad ya que, como él dice, “el amor por la verdad acaba destruyéndolo todo, porque no hay nada verdadero”». (Cita incluída en Pasolini reseña a Pasolini, texto del dossier dedicado al autor en la revista Minerva 1).

 

El ciclo se completa con dos películas más, bien distintas: Esperpentos de José Luis García Sánchez con una de las últimas interpretaciones de Juan Luis Galiardo y la legendaria e inquietante La parada de los monstruos (Freaks) de Tod Browning.

 

Ciclo Valle-Inclán y el cine

  • Cine Estudio del CBA (c/ Marqués de Casa Riera, 4).
  • 16 de marzo al 31 de marzo  
  • ¡Puedes ver el ciclo entero por 18€!
  • Precios: 5’5€ gral. 4€ reducida. 18€ abono de 5 pases en taquilla.