La quinta edición del ciclo, con el que el CBA hace un guiño a la música fronteriza, emergente e independiente de los canales convencionales, llegará el próximo mes de febrero. Ambar y el Círculo han diseñado un cartel difícilmente mejorable.
De febrero a junio se desarrollará la próxima edición del Frontera Círculo Ambar, que volverá a reunir en la Sala de Columnas a todos aquellos que echan de menos canales de producción, distribución y espacios que acojan una propuestas musicales que no se dejan encorsetar por parámetros comerciales.
Balago y Boris Divider serán los encargados de inaugurar el ciclo, el día 12 de febrero. Balago factura, desde 2002, música electrónica ambiental, siempre sugerente y oscura. El trabajo de Boris Divider, previamente volcado en la electrónica de club, ha virado hacia un tipo de creación caracterizada por el sincronismo entre el audio y el vídeo.
Tomará el relevo, con un concierto programado para el 4 de marzo, Rufus T. Firefly. Este grupo de rock madrileño, cuyos orígenes datan de 2006, han publicado desde entonces cuatro álbumes (My Synthetic Heart, La historia secreta de nuestra obsolescencia programada, Ø, Nueve) y, entre las bandas que más resuenan en críticas y reseñas sobre sus influencias, figuran The Smashing Pumpkins, Radiohead, Sigur Rós, Los Piratas y Lagartija Nick. Su nombre es un guiño al personaje de Groucho en Sopa de Ganso.
El 29 de abril, Frontera Círculo Ambar recibirá a Julián Maeso. Tras su primer trabajo, Dreams are gone, Julián Maeso publica One way ticket to saturn, un álbum con menos blues y melancolía, y más funk, rock de los setenta y, sobre todo, mayores dosis de optimismo vital. Compositor y multiinstrumentista, Maeso vuelve a desplegar una amplia gama de estilos, enraizados siempre en la tradición afroamericana. Los ingredientes: rock, country y funk, y una voz poderosa a menudo custodiada por coros con reminiscencias góspel.
Mayo (19) será el mes de Christina Rosenvinge, que regresa con Lo nuestro, un disco producto del momento en el que vive, que da cabida a la conciencia colectiva, la reivindicación feminista y la crisis, pero también al optimismo vital. Con más de tres décadas de carrera y un camino que surca la canción de autor, el rock de Sonic Youth, el folk confesional e incluso el pop adolescente en sus inicios, Rosenvinge abandona en esta ocasión el formato banda y se rinde ante lo electrónico, de una manera pausada y sutil.
Y el 17 de junio tendremos la última incorporación del festival, la del gallego Xoel López. El que fuera alma de Deluxe, con más de una decena de discos desde 2001, editados por multinacionales e independientes, viene a presentar Paramales (2015), que opta a Disco del Año en los Premios Ruido de la Música 2015. Se trata de un juego de palabras creado por el artista coruñés resultado de, en sus propias palabras, “entender la música como un paraguas para parar los males”. Tras empaparse en Atlántico (2013) del folclore latino, en un viaje que le llevó por Estados Unidos, México, Brasil, Chile, Venezuela y Argentina, llega Paramales, un trabajo que contiene rock, canción italiana y folk confesional, en el que Xoel ha grabado la práctica totalidad de los instrumentos. Un disco de fusión, de convivencia de sonidos colombianos, setenteros y guitarras españolas.
En el escenario del Círculo, Xoel López ofrecerá un concierto en versión acústica.
Este es el “diseño fronterizo” con el que Ambar y el CBA (junto con la colaboración de Radio 3) vuelven a colocar el ciclo no sólo como uno de los más atractivos, sino sobre todo más necesario dentro del panorama musical actual.
Alguna cosilla se guardan para el fin de fiesta…. Ya os contaremos.