En 1989, durante un concierto en Valencia de The Modern Jazz Quartet, Esther Cidoncha decide fotografiar al legendario combo norteamericano. Los negativos impresionados en esa sesión inaugural por Esther marcan el punto de partida de una excepcional carrera profesional que, desde esa fecha y hasta su desgraciada muerte en mayo de 2016, quedaría para siempre estrechamente vinculada al Jazz, un tipo de música que la propia fotógrafa definiría como “compleja, sugestiva y evocadora”.