A finales de la década de los 60 la carrera cinematográfica de Luchino Visconti atraviesa un momento complejo. Sus últimas películas (El gatopardo, Vaghe stelle dell’Orsa, Lo straniero) han conquistado a la crítica, pero el público no ha acompañado y todas se han saldado con un descomunal fracaso de taquilla. Visconti ve en peligro su carrera y comprende que tiene que dar un giro a su filmografía. Optará para ello por mirar hacia Alemania.