En esto del humor de tartazo, tortazo y batacazo que llamamos, por abreviar, slapstick, hay dos estrellas: Charles Chaplin y Buster Keaton. Y dos productores: Mack Sennett y Hal Roach. Pero estos se ocultan tras las presencias incontrovertibles de los Keystone Kops y de Laurel y Hardy. El resto es selva virgen que pocos se atreven a explorar. Salvo el Cine Estudio del CBA, claro, que en el ciclo Generación Keaton propone trece sesiones en las que amén de El maquinista de la General y Una mujer de París se pueden ver programas de películas de una y dos bobinas dedicados a los más excelsos cultivadores del género.