El Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes dedica su programación del mes de julio a uno de los grandes realizadores norteamericanos, Vincente Minnelli, auténtica encarnación del american dream y personificación canónica del funcionamiento de los grandes estudios del cine estadounidense.
Vincente Minnelli y Gene Kelly en el set de Brigadoon (1954)
Hijo de unos cómicos italianos emigrados a Estados Unidos, Vincente Minnelli nace en Chicago en 1910. Su historia es la del personaje con vocación artística que comienza a trabajar en el mundo del espectáculo en su más tierna infancia y, lentamente, va ascendiendo en sus objetivos profesionales hasta convertirse en uno de los más sólidos directores de espectáculos teatrales de Nueva York. Tras conocer a Arthur Freed entra a formar parte de la Metro-Goldwyn-Mayer y no tarda en convertirse en uno de los directores de confianza de la compañía del león. Minnelli se irá labrando una sólida reputación a golpe de películas musicales perfectamente realizadas acompañadas por un desbordante éxito de taquilla. Convertido en un auténtico maestro del género, a lo largo de dos décadas realiza películas clave como Cita en St. Louis (Meet Me in St. Louis, 1944), El pirata (The Pirate, 1948), Un americano en París (An American in Paris, 1951), Melodías de Broadway (The Band Wagon, 1953) o Brigadoon (1954), en las que colabora con la aristocracia del género: Gene Kelly, Fred Astaire, Cyd Charisse o la joven Judy Garland, una de las grandes estrellas trágicas de Hollywood, de la que se enamorará y con quien tendrá una hija, Liza Minnelli, también futura estrella. Serán ambas los dos grandes amores de su vida, pero también sus dos grandes preocupaciones: los crecientes problemas mentales de su mujer terminarán provocando un duro divorcio, mientas que la drogadicción de su hija dificultará enormemente sus últimos años de vida.
El musical, sin embargo, no será el único género afrontado por Minnelli, que alterna estas películas con otras de tintes dramáticos que entiende como proyectos más personales y cercanos a sus inquietudes. Son posiblemente sus auténticas obras maestras, filmadas en color y en un radiante CinemaScope: Cautivos del mal (The Bad and the Beautiful, 1952), Como un torrente (Some Came Running, 1958), Con él llegó el escándalo (Home from the Hill, 1960), Dos semanas en otra ciudad (Two Weeks in Another Town, 1962) y, sobre todo, El loco del pelo rojo (Lust for Life, 1956), biografía de Vincent Van Gogh que Minnelli, gran aficionado a la pintura, se plantea como una traslación de la paleta del artista desde el lienzo a la pantalla. Filmada en las localidades reales en las que vivió el pintor holandés, y contando con la colaboración de sus habitantes, que habían conocido personalmente al propio Van Gogh, la cinta supone uno de los papeles más complejos y mejor resueltos que jamás afrontó Kirk Douglas, aunque sería Anthony Quinn, que interpreta a Paul Gauguin, quien terminaría llevándose un Oscar.
Una amplia retrospectiva, por lo tanto, que recoge –y en copias recientemente restauradas, lo que permitirá disfrutar en su integridad del apabullante uso del color de Minnelli- los mejores momentos de un director que personaliza el auge y la caída del sistema de producción de los grandes estudios norteamericanos: nacido al cine en el momento de máximo esplendor de la Metro, Minnelli no sabrá encauzar su carrera cuando a mediados de los 60 los grandes estudios entren en crisis ante la llegada de la modernidad. El director referente de la Metro fallecerá en Los Ángeles en 1986, dejando un legado de 34 largometrajes, 31 de los cuales realizó para la Metro-Goldwyn-Mayer.
BIBLIGRAFÍA: Vincente Minnelli: Recuerdo muy bien. Ediciones Libertarias, Madrid, 1991 (publicado originalmente en 1974).
Consulta aquí el calendario de proyecciones