Cuando en El reino de este mundo, novela del escritor cubano Alejo Carpentier, Ti Noel cree descubrir el sentido de la historia, solo tiene su cuerpo viejo —«carne transcurrida»—, y su memoria ancestral, como herencia. Había visto sucederse revoluciones y tiranías; había sido esclavo, hormiga, ave y hombre libre. Había logrado atravesar el tiempo y, ya sin muchas esperanzas, dejó que su rabia se convirtiera en huracán. 

Las películas cubanas que conforman este ciclo esculpen un paisaje a través del tiempo de la isla y su cine. Desde el registro de una utopía imaginada y ensayada a inicios de la Revolución Cubana, hasta la arqueología emocional y fragmentada de sus huellas. Las contradicciones exploradas por cineastas como Sara Gómez, Nicolás Guillén Landrián y Miñuca Villaverde —referentes dentro del cine de la isla—, son complejizadas por creadores como Carlos Quintela, Gretel Marín y Fernando Fraguela en el convulso presente de la nación caribeña. Una zona de diálogos y herencias, que se articula alrededor de temas como el racismo, la homofobia, el éxodo, el discurso político y la educación en el ensayo de un proyecto social conjugado en masculino: «el hombre nuevo». Obras cuya empatía hacia el sujeto e irreverencia ante los dogmas las transforma en gestos artísticos de un humanismo visceral.

Las formas de este cine son muy diversas. Van desde lo abiertamente experimental hasta el registro más crudo y directo, pasando por la comedia negra y el absurdo, el trabajo con el material de archivo y el documental-encuesta. Pero un gesto común nos coloca ante la rebeldía: los personajes de estos filmes suelen mirar directamente a cámara. ¿Podrán estas imágenes convertir su rabia en huracán?

Este ciclo ha sido programado por José Luis Aparicio Ferrera y Carla Valdés León.

Colabora: Aracne Digital Cinema

Créditos imagen: Camino de lava, Gretel Marín, Cuba, 2021.