Montones de cadáveres han llegado, arrastrados, a las playas de la ciudad, allí donde los ciudadanos toman el sol y se sacan selfies. ¿De quién son esos muertos? No es Polinices, el hermano muerto, el que aquí se sitúa en el centro de esta recomposición, sino innumerables y anónimos cuerpos de extraños y extranjeros. Y, a la vista de sus cuerpos hinchados, el coro se pregunta a quién importan, a quién incumben estos muertos. ¿Tal vez al coro mismo, o a los ciudadanos de la ciudad, o acaso a Creonte, su gobernante? Creonte no quiere saber nada de ellos, no son sus muertos. Pero Antígona se siente responsable de ellos. La discusión sobre qué trato dar a los sin nombre, a los no identificados divide Tebas. Esta recreación de la tragedia clásica de Sófocles, basada en la traducción de Hölderlin, el gran poeta alemán del Romanticismo, desarrolla el conflicto entre Creonte y Antígona, convirtiéndolo en un discurso acerca de los derechos humanos, los valores y la práctica política.

Thomas Köck, nacido en 1986 en Steyr (Austria). Estudió filosofía en Viena y escritura escénica y cinematografía en la Universitat der Kunste (Berlin). Ha trabajado en el Theatercombinat de Viena y ha sido invitado a la Berlinale (Talents) con un proyecto de cine documental sobre Beirut. Ha sido, asimismo, autor residente en el Teatro Nacional de Mannheim y ha desarrollado, junto con Andreas Spechtl, readymades bajo la etiqueta de ghostdance. Ha sido galardonado en múltiples ocasiones por sus obras teatrales, entre las cuales destacan: Isabelle Huppert (2015) (Premio de Dramaturgia Else-Lasker-Schuler) y su trilogía climática que incluye Paradies fluten (Premio Kleist 2016), Paradies hungern (2015) y Paradies fluten (Premio Muhlheim de Dramaturgia 2018), premio que volvió a obtener en 2019 por su obra Atlas. Otras obras teatrales destacadas suyas son: Die zukunft reicht uns nicht (klagt, kinder, klagt!), Jenseits von fukuyama, Dritte republik. Eine vermessung y Abfall der welt.