Este presente congreso de carácter interdisciplinar nace, por un lado, de la urgente necesidad cotidiana de estudiar un tema que atraviesa profundamente la actualidad: las redes sociales 2.0, y por otro lado, de la patente demora de la filosofía académica en el análisis de la cuestión. Una demora que se ha traducido tanto en una falta de respuestas que ha facilitado la aparición de, entre otros, el ethicwashing del mundo empresarial, como en una marginación de la filosofía en los estudios multidisciplinares en este campo. Mientras que otras ramas del conocimiento, tales como la psicología, la antropología, las ciencias computacionales o la sociología, han comenzado a hacer un estudio acentuado en la implicación de estas nuevas tecnologías; la lechuza de Minerva, de nuevo, ha alzado su vuelto tras romper el crepúsculo. Ciertamente, ha habido algunos antecedentes teóricos del análisis interdisciplinar de las redes sociales. Por ejemplo, a nivel nacional encontramos el número 91 de la revista TELOS, publicado en 2012 y dedicado a la identidad digital en redes sociales y a nivel internacional la obra recopilatoria Facebook and Philosophy, publicada en 2010. Sin embargo, encontramos que hay un cierto vacío en el análisis acerca de este tema en los últimos años, especialmente, tras la pandemia de la COVID-19, con la cual la virtualidad ha ocupado espacios y papeles difícilmente imaginables hace una década. Además, los análisis han sido desde una filosofía desvinculada del resto de ramas del conocimiento, cometiendo el mismo error endémico que las investigaciones del resto de áreas. Frente a esto, querríamos hacer un esfuerzo de coalición con otras ramas del saber, tendiendo la mano desde la filosofía y dignificándola con ese mismo gesto.  

En concreto, queremos retomar cinco líneas de investigación y recuperarlas en el contexto de la actual cotidianidad: (1) el concepto de ‘comunidad digital’ (Castells, La Galaxia Internet, 2001), (2) la identidad y la estética virtual (Barthes, La cámara lúcida, 1990), (3) sostenibilidad de las nuevas comunidades digitales (Dreyfus, Nihilismo en línea, 2002) (Riechmann, ¿Derrotó el smartphone al movimiento ecologista?, 2016), (4) las patologías epistémicas de las redes sociales (Kidd et al., Vice Epistemology, 2020) y (5) la vigilancia cotidiana desde las pantallas (Zuboff, Capitalismo de vigilancia, 2019). En resumen, a nivel teórico queremos retomar algunas reflexiones hechas en las últimas tres décadas y aplicarlas a la actualidad desde un enfoque multidisciplinar; con ello, aspiramos a recuperar la vigencia de la filosofía en un tema tan urgente como actual y ponerla en diálogo con otras ramas del conocimiento.