Voltaire, el ilustrado autor del Tratado sobre la tolerancia, el enemigo del dogmatismo y de la ignorancia de su tiempo, puede seguir inspirando hoy, en 2024, nuestras luchas contra el oscurantismo del presente. La tolerancia de Voltaire nos ayudará a reflexionar y debatir sobre los nuevos fanatismos, a combatir la disolución de toda confianza en la razón y la verdad, y a denunciar las nuevas manifestaciones reaccionarias que desacreditan la ciencia, las instituciones y los valores republicanos.

Programa

Lunes 21 de octubre

Conversación entre Juan Manuel Forte y Alicia H. Puleo moderada por Rodrigo Castro Orellana.

Juan Manuel Forte presentará ‘Tolerancia e intolerancia. Querellas modernas y contemporáneas’. Aunque la noción de tolerancia tiene una larga historia, es sabido que adquiere una inusitada relevancia en el mundo moderno. En efecto, la querella iniciada por la denuncia de Castellion de la condena a Servet (1554) fija el rumbo de buena parte de la sensibilidad europea de siglos posteriores. La tolerancia adopta una condición jurídico-política en el célebre Edicto de Nantes (1598) y empieza a tomar forma filosófica en la Carta sobre la tolerancia de Locke (1689) y en el Tratado sobre la tolerancia (1763) de Voltaire. Muchos otros continuarán este legado, sin olvidar que por otro lado la tolerancia no ha dejado nunca de tener detractores, tanto por sus posibles carencias teóricas como por sus posibles efectos negativos en el ámbito práctico. Y aunque el mundo contemporáneo ha propiciado desde hace décadas el desarrollo de políticas de tolerancia y de perspectivas históricas y sosegadas sobre la cuestión, también ha sido un testigo de un pequeño repunte de la vieja querella, como se ejemplifican en diatribas periodísticas como la de Saramago (1992) o en las críticas filosóficas y sociológicas de Zizek (2008). Es obvio que hablar de tolerancia hoy exige situarse en el contexto del capitalismo global, el multiculturalismo, del estado contemporáneo o del nacimiento de tantos nuevos derechos y sensibilidades específicas del siglo XX y XXI. Sin embargo, quizá merece la pena preguntarse si Voltaire y la antigua querella tienen todavía algo que decirnos sobre la cuestión.

A continuación Alicia H. Puleo nos invita a “Cultivar nuestro jardín: Voltaire en el siglo XXI”. En nuestro siglo, algunos estudiosos han excluido a Voltaire de “la Ilustración radical”, designación elogiosa aplicada a filósofos que, con sus ideas de libertad e igualdad, habrían provocado una revolución de la mente que desembocó en las democracias modernas. ¿En qué medida esta exclusión es injusta? ¿Qué nos aporta Voltaire para pensar y actuar en el mundo contemporáneo?

Martes 22 de octubre 

Conversación entre José Luis Villacañas y Nuria Sánchez Madrid moderada por Rodrigo Castro Orellana.

José Luis Villacañas presentará ‘Voltaire y la recepción de la revolución inglesa’. Condorcet lo dijo: “Esta obra fue para nosotros el inicio de la revolución”. Se refería a las Cartas Ingleses, que Voltaire publicó en 1734 y que fue inmediatamente quemada y obligó a su autor a esconderse y exiliarse. Pero a diferencia de otras interpretaciones, que insisten en considerarlas mera expresión de su experiencia inglesa, abordaré una lectura diferente: la obra refleja la aspiración profunda de Voltaire de reconectar con aquella Francia que era firme aliada de la Inglaterra de Isabel y de Cecil, la Francia de Enrique IV, la Francia que todavía podía tener la esperanza de mantener una evolución semejante a la inglesa. Ese programa, que hace de la Revolución Francesa el resultado necesario de la imitación de la Revolución Inglesa, en efecto se inicia con ese libro y Condorcet, que lo vio claro, nos lo recuerda.

A continuación Nuria Sánchez Madrid nos invita a ‘Voltaire, tolerancia hacia un colonialismo presuntamente civilizado’. Voltaire ha pasado a la historia del pensamiento como un adalid de la tolerancia religiosa y un polemista frente al dogmatismo ético. Sin embargo, a pesar de tratarse de un referente indiscutible de la Ilustración francesa, una de sus principales fuentes de financiación durante toda su trayectoria fueron sus inversiones en la Compañía Francesa de las Indias Orientales y sus negocios con los patrones Gilly de barcos negreros asentados en Cádiz. Cuando en plena movilización global del #Black Lives Matter la estatua de Voltaire en Saint-Germain-de-Près apareció cubierta de sangre, quienes fueron acusados de un exceso “woke” aspirante a cancelar su figura, pretendían enfocar las contradicciones de la teoría y la práctica en este autor. Con el fin de ilustrar estas inconsistencias, esta ponencia se ocupará de analizar el racismo resultante del poligenismo defendido por Voltaire, de la misma manera que de su crítica moderada del colonialismo en novelas como “Candide” (1759) y en obras de teatro como “Alzira o Los americanos” (1736), a las que subyace un reconocimiento de la prevalencia de la civilización y creencias europeas sobre las formas de vida indígenas. Con ello se pretende matizar la idealización de una figura intelectual como Voltaire como paradigma de la tolerancia intelectual y religiosa, con el fin de proyectar un panorama más amplio de las claves emancipatorias de su obra.