Theo Angelopoulos
Theo Angelopoulos nace en Atenas en 1935. Tras estudiar en L’IDHEC (la Escuela Francesa de Cine) y codearse con la efervescencia parisina de los años sesenta, regresa a Grecia, donde es contratado como crítico de cine en el diario Allagi, hasta que la Junta Militar fuerza su cierre. En 1970 completa su primer largometraje, Reconstrucción (Anaparastassi), con el que gana un premio en el Festival d’Hyeres y acude también a Berlín, llamando la atención de los críticos de todo el mundo. Sus próximas tres películas forman una trilogía sobre la historia reciente griega donde se aprecia ya un discurso -que teñirá gran parte de su obra-, basado en una lectura del pasado con ribetes brechtianos: Días del 36 (Meres tou ’36, 1972), El viaje de los comediantes (O Thiassos, 1975) y Los cazadores (I Kynighi, 1977). Con la segunda logra el Premio Internacional de la Crítica en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes de 1975 y es, desde entonces, considerada una obra maestra del cine contemporáneo.
El poder es una vez más protagonista en Alejandro Magno (Megalexandros, 1980), film en el que Angelopoulos traslada la figura del militar griego a finales del siglo XIX. En la década de los ochenta, comienza su colaboración con el guionista y poeta Tonino Guerra en lo que se ha definido como “Trilogía del silencio”, conformada por Viaje a Citera (Taxidi sta Kithira, 1984), El apicultor (O Melissokomos, 1986) y Paisaje en la niebla (Topio stin Omichli, 1988), gracias a la cual gana el León de Plata en la Mostra de Venecia. En la siguiente década, el cineasta ateniense se consolida como una de las referencias del séptimo arte europeo gracias a tres títulos emblemáticos: El paso suspendido de la cigüeña (To Meteoro Vima tou Pelargou, 1991), La mirada de Ulises (To Viemma tou Odyssea, 1995) y La eternidad y un día ( Mia aioniotita kai mia mera, 1998), que le hace ganar la Palma de Oro en Cannes. Tras el estreno de Eleni en 2004, Theo Angelopoulos ha rodado a lo largo de 2008 su último trabajo hasta la fecha, The Dust of Time.