Billar en el CBA
El CBA siempre ha tenido en sus distintas sedes un espacio reservado para los recreos. Desde sus inicios se conservan datos de gastos referidos al alquiler de mesas de billar, compra de bolas, o arreglos de tapetes.
En el edificio de La Equitativa, en 1914, no solo los socios disponían de las conocidas mesas del Círculo para jugar al billar francés o al chapó, los acompañaban un conjunto de sillas de terciopelo rojo, con lo cual el juego del billar en el Círculo de Bellas Artes no era un recreo de café.
Las reparaciones de las mesas, por parte de Ia casa Peironcely, resultaban un importante desembolso por aquel entonces, en el ejercicio de gastos de 1917 se realizó una reparación de 1.090,25 pesetas. El 27 de octubre de ese año, en Junta Directiva se aprueba la compra de unas bolas de billar de marfil Zanzíbar extra para los profesores. El Círculo además de disponer de un espacio de ocio, ofrecía enseñanza del juego, tipo academia parisina de finales del siglo XIX. La sala de billares era un lugar de reunión de jugadores, espectadores, maestros y aficionados al juego del billar como lo es hoy en día.