discurso
Hay un momento en que el funcionamiento de la máquina se vuelve tan odioso, hiere tanto, que no se puede ya participar, ni tan siquiera de forma pasiva. Poned los cuerpos en ruedas y engranajes, sobre palancas y sobre mecanismos, ¡tenéis que conseguir que se detenga! Hacedles ver a quienes la controlan, hacedles ver a quienes las poseen que, a menos que seáis libres, ¡la máquina no funcionará!sa
�??Bodies upon the gears�?� (discurso) 1964
Lejos de estar ya finalizada, la Revolución invita una vez más a los revolucionarios a “ser ese torrente desbordado que, lanzado adelante de montaña en montaña, vuelca y quiebra, arrastra, precipita”
En materia política, nunca se llama a las cosas por su nombre. […] A lo que es fidelidad a las leyes, los príncipes lo llaman rebelión; revuelta a la resistencia a la opresión; discurso sedicioso a la reclamación de los derechos del hombre; facción al cuerpo de ciudadanos reunidos para defender sus derechos, y a la oposición a la tiranía la llaman crimen de lesa majestad, mientras que llaman cargas del estado a las dilapidaciones de la corte, contribuciones públicas a lo que no son sino exacciones, guerra de conquista al bandidaje realizado por medio del ejército, arte de negociar a la perfidia, las hipocresías y traiciones, golpe de estado a los asesinatos, oficiales del rey a sus satélites, observadores a sus confidentes, su cuerpo de delatores y de espías, medidas de seguridad a los abusos y actuaciones inquisitoriales, súbditos fieles a los partidarios y secuaces que tiene el despotismo, y castigo de los sediciosos a la cruel y bárbara masacre de los que luchan por la libertad
Les Chaînes de l???esclavage
El 14 de julio es un ejército que sin alistamiento, sin jefe y sin paga, se conforma en el seno de un combate y se organiza mediante un triunfo
Discurso del aniversario del 14 de julio, revolución francesa, año VII
No se trata de hacer ningún proceso, dado que ni Luis es acusado ni vosotros tampoco sois jueces, sino hombres políticos, representantes, sí, de la nación. No debéis pronunciar una sentencia a favor o en contra de hombre alguno, sino adoptar una medida necesaria a la salud pública, ejecutando un acto de entera providencia nacional […]. No, Luis no puede ser juzgado; está ya condenado o, de otro modo, no estaría fundada la república. Realizar el proceso de Luis significa volver al despotismo, sea monárquico o constitucional; es una idea contrarevolucionaria, dado que cuestiona y pone en duda la revolución en cuanto tal […]. Pues los pueblos no juzgan a la manera de los tribunales, no promulgan sentencias; realmente fulminan, no condenan al rey, a saber, lo hunden en la nada, y esta justicia es superior a la del tribunal
Discurso a la Convención
Armad al pueblo. Él es quien debe reinar
Discurso a la Convención, contra la protección militar de la Asamblea, 22-10-1792
La anarquía es la última esperanza de un pueblo oprimido; éste tiene derecho a preferirla antes que aceptar la esclavitud; antes se cansa de amos que de libertad, ¡estad seguros!
Discurso a la Convención, contra la protección militar de la Asamblea, 22-10-1792
La fuerza está en la magistratura, pero no en el legislador. Ciertamente la fuerza pertenece, no a vosotros, sino a vuestras leyes
Discurso a la Convención, contra la protección militar de la Asamblea, 22-10-1792
Oponed frente a los tiranos la facción de todos los franceses
Discurso a la Convención, contra la protección militar de la Asamblea, 22-10-1792
¡Buscamos la libertad y nos volvemos esclavos unos de otros! ¡Buscamos la naturaleza y vivimos armados!
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
El rey ha de ser juzgado tal como se juzga a un enemigo. Hemos de combatirlo, no juzgarlo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
De pueblo a rey no conozco relación natural
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Los ciudadanos se obligan por contrato, mientras el soberano no se obliga. […] Si se le juzgara inviolable, no podría haber sido destronado. […] El pacto es un contrato establecido entre los ciudadanos, no con el gobierno. Por lo tanto Luis, que no se había obligado, no puede ser juzgado civilmente. […] Estos motivos conducen a no juzgar a Luis como ciudadano, sino como rebelde. […] No hay término medio, este hombre debe reinar o morir
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Oprimió a una nación libre. Abusó de sus leyes. Se declaró como su enemigo. ¿No le pasó revista a las tropas antes del combate? ¿No huyó, en lugar de impedirles tirar? ¿Qué hizo con objeto de evitar el furor criminal de sus soldados? Debe morir para asegurar el reposo del pueblo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Juzgar consiste en aplicar la ley. Una ley lo es tan sólo cuando es relación de justicia. ¿Qué relación de justicia puede haber entre la humanidad y los reyes?
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
El proceso de un rey no ha de basarse en los crímenes de su administración, sino en el hecho de haber sido rey. Pues, en efecto, esa usurpación, nada podría jamás legitimarla
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Todo rey es rebelde, todo rey es un usurpador. No es posible reinar con inocencia
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Luis es un extranjero entre nosotros. Ciertamente, antes de su crimen, siendo rey no era ciudadano: no podía votar; no podía empuñar las armas…; mas, después de su crimen, realmente lo es menos todavía. ¿Mediante qué abuso de la misma justicia se le podría hacer un ciudadano para luego pasar a condenarlo? Desde el mismo momento en que un hombre es culpable, sale como tal de la ciudad
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
El espíritu con que el rey será juzgado vendrá a ser el mismo con el cual quedará establecida la República
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
No existían leyes para juzgar a Numa o a Tarquino. Tampoco las había en Inglaterra cuando se juzgó a Carlos I. Pero fueron juzgados aplicando el derecho de gentes. Se rechazó la fuerza, justamente por medio de la fuerza. Se rechazó a un enemigo, un extranjero. Eso legitimó su ejecución
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Luis debe por tanto ser juzgado en tanto enemigo y extranjero. Pero además no es necesario que su condena a muerte cuente con la sanción de todo el pueblo. […] Al no poder el pueblo borrar el crimen de la tiranía, el derecho que al hombre corresponde contra la tiranía es personal. No existe un acto de soberanía que pueda obligar, estrictamente, a perdonarlo a un solo ciudadano
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Apresuraos a juzgar al rey. No existe ni un solo ciudadano que no tenga de hecho sobre él el derecho de Bruto sobre César
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Ha combatido al pueblo y ha sido vencido. Es un extranjero prisionero de guerra. Habéis visto su ejército, habéis visto sus pérfidos propósitos. El traidor no era el rey de los franceses; era el rey de algunos conjurados. Reclutaba tropas en secreto, poseía sus propios magistrados. Veía a los ciudadanos como esclavos. Es el asesino de la Bastilla, de Nancy, del Campo de Marte, de Tournay, de las Tullerías…
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Intentan movernos a piedad, y en seguida comprarán las lágrimas. […] ¡Oye, pueblo, si fuera absuelto el rey […] podrás acusarnos de perfidia!
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
La ruina de los prejuicios quebrantó a la tiranía
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Hoy es la patria la que está acusada por la forma de deliberar
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Esa humanidad de la que os hablan no es más que crueldad hacia el pueblo. El perdón que intentan sugeriros es la muerte de la libertad
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Defensores del rey, ¿qué pedís realmente para él? Si es inocente, es culpable el pueblo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Comparad el ejemplo que debéis a la tierra, el impulso que debéis a la libertad, la justicia que debéis al pueblo con la piedad criminal que ahora reclama el que nunca la tuvo. Decid a Europa: sirve tú a tus reyes contra nosotros, que somos rebeldes. Pronunciad la verdad, sí, sed sinceros
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Oíd, ¿a qué llamáis revolución? ¿A lo que es, meramente, la caída del trono? ¿A los frenos frente a los abusos? El orden moral es como el físico: los abusos se esfuman de repente, como la humedad de la tierra se evapora; los abusos renacen de improviso, como la humedad cae de las nubes…
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
No se levanta el pueblo cuando el príncipe es justo, no se embravece el mar si el aire está calmado
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
La revolución empieza donde el tirano acaba
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Perseguían los reyes la virtud protegiéndose entre las tinieblas, mas nosotros juzgamos a los reyes a la vista de todo el Universo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
La miseria hizo nacer la revolución; la miseria puede destruirla
Discurso a la Convención sobre el abastecimiento, 29-11-1792
Solamente ligados a los principios de la libertad, ¿por qué descuidamos el gobierno?
Discurso a la Convención sobre el abastecimiento, 29-11-1792
Realeza no es gobierno de uno solo. Es la radical independencia del poder que gobierna. Si el poder que gobierna es independiente de vosotros, ahí tenemos una realeza; y esa realeza es peligrosa en las manos de aquellos exentos de leyes, ya que sustituyen dichas leyes por lo que es su propia voluntad
Discurso a la Convención sobre el Ministro de la Guerra, 28-1-1793
Nuestro orden presente es el mismo desorden puesto en leyes. No se salva a la patria con clamores […]. Que acusen algunos como quieran a los que ahora son vuestros ministros, ¡yo los acuso a ellos! Si pretendéis que el orden surja del caos, queréis un imposible
Discurso a la Convención sobre el Ministro de la Guerra, 28-1-1793
El pueblo no tiene interés en hacer la guerra. El ejecutivo encuentra en ella, al contrario, el aumento de su crédito, dado que le ofrece mil diversos medios de practicar la usurpación. Por eso mi intención es proponeros que el ministerio militar, desligado del ejecutivo, no dependa sino de vosotros y os quede sometido de inmediato. Si queréis que vuestra institución sea realmente duradera en un pueblo que ya no tiene órdenes, evitemos que la magistratura se encamine hacia una nueva orden, una especie de nuevo patriarcado, al dirigir las armas y el ejército libremente, según su voluntad. Pues la guerra no tiene ningún freno ni una regla fijada en unas leyes, con lo cual, en sus avatares, siempre se conforman sus acciones como actos de pura voluntad. Es preciso que no haya en el Estado más que una sola voluntad, y que la voluntad que hace las leyes dirija las acciones de la guerra
Discurso a la Convención sobre el Ministro de la Guerra, 28-1-1793
Las revoluciones verdaderas no se hacen a medias. Ya que parecéis predestinados a hacer cambiar de rostro los gobiernos de Europa, no descanséis hasta que sea libre. Su libertad es garante de la vuestra
Discurso a la Convención sobre el ejército, 12-2-1793
En la Tierra hay tres clases de infamia con que la virtud republicana no puede pactar ni transigir: la primera de todas, que haya reyes. La segunda, el obedecerles. Deponer las armas, la tercera, donde aún queden un amo y un esclavo
Discurso a la Convención sobre el ejército, 12-2-1793
Los que hoy hacen la guerra para destruir la libertad, ¿no creen feroz nuestro valor al haber destruido su reinado?
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
Me levantaré contra el pretexto de la ‘violencia natural del hombre’ que aducen siempre los tiranos. Si el hombre fuera tan feroz, ¿habrían conseguido dominarlo?
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
La tiranía arma a muertos contra vivos. Todo en ella es presión y represión
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
Las piedras para alzar el edificio de la libertad ya están talladas. Podéis construir con ellas, por igual, el espacio de un templo o de una tumba
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
La Constitución habrá de ser vuestro manifiesto en esta tierra
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
La voluntad del pueblo soberano no puede equivocarse
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
Ha de haber una forma de gobierno constante que descanse en las leyes
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
Pretendían honores y la República sólo les ofrecía virtudes
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
El crimen marchaba en triunfo entre vosotros y lo arrastraba todo con palabras
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
La revolución había creado todo un patriarcado de famosos. […] no se atendía a lo que estaba bien, sino a quién lo había dicho o lo había hecho
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
La línea que siguen las revoluciones es la de un avance horizontal, mas las desgracias y excesos que comportan la dirigen al punto de partida
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
Quien ve matar sin sentir piedad es más cruel que quien mata
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
¡Haga el destino que hayamos visto las últimas tempestades de la libertad! […] Ya es hora de que el pueblo espere días felices y que la libertad sea algo más que el furor de un partido
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
Siempre he creído deberos la verdad, […] que no podía romper el compromiso con la propia conciencia de atreverme a todo en todo caso a favor de la patria. […] Os hablo, pues, en nombre de la patria. […] Os hablo en nombre de vosotros mismos
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
Al menos, no creáis que haya podido salir jamás de mi corazón la tentación de halagar a un hombre; lo defiendo por creerlo irreprochable, al igual que lo acusaría si se convirtiera en criminal
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
Los poderosos no ganan las batallas, simplemente se aprovechan de ellas. No se honre al gobierno más que a los que forman el ejército. Sólo los que están en las batallas son los que han obtenido la victoria
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
Mejor título ser un héroe muerto que convertirse en un cobarde vivo
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
Todo cuanto no sea amor al pueblo y a la libertad tendrá mi odio
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
No he podido tomar otro partido que el de deciros la verdad
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
El 18 de marzo quizá debimos golpear mejor. La cuestión fue: elecciones o marchar sobre Versalles. La respuesta debió ser: ambas cosas. […] No esperen más de la Comuna que lo que esperen de sí mismos. Publiquemos todos los discursos, comuniquemos nuestra insuficiencia, demos publicidad a cuanto hagamos, porque nada tenemos que temer si no es a nosotros ; La liberación de la Comuna de París es la de todas las de la República. […] La república de la gran revolución del 92 era un soldado, pero la república de la Comuna ha de ser un trabajador; “El Estado es el pueblo que se rige a sí mismo”. “La estatura de un pueblo corresponde a la del último de sus ciudadanos”. “Considerando que la meta de la vida reside en el completo desarrollo de nuestro ser físico, espiritual y moral, la propiedad no ha de ser sino el derecho a que cada uno participe, en la medida de su colaboración, en el producto común y colectivo del trabajo de todos. En talleres y fábricas, se organizará el trabajo colectivo”. [Estos últimos textos de Beslay, entrecomillados, corresponden a su proclama de apertura de la sesión inaugural de la Comuna, el 29 de marzo de 1871]
Los días de la Comuna
Pues ahora esa masa anónima, la de toda esa América de color, esa masa sombría, taciturna, que con igual tristeza e inquietud canta a través de todo el continente, esa masa va ahora a penetrar definitivamente ya en su historia; pues ahora comienza a reescribirla con letras de sangre, sí, ahora que empieza a sufrir y morir; porque ahora en efecto en las montañas y los campos de América, en los flancos de sus cordilleras, en sus bosques como en sus llanuras, en la soledad o animación de sus tantas villas y ciudades, al borde de sus océanos enormes y en las orillas de sus grandes ríos vibra todo ese mundo lleno de corazones que palpitan, con los ardientes puños que se encienden del ardiente deseo de morir por aquello que es suyo, conquistar sus derechos pisoteados por unos y otros a lo largo ya de cinco siglos. La historia ha de contar en adelante con los pobres de América, los explotados y los despreciados que han decidido escribir ya por sí mismos, para siempre, su historia. Ya se han puesto en camino, ya los vemos cómo van avanzando, día tras día, realizando una marcha interminable, una marcha de cientos de kilómetros que los lleva al olimpo del gobierno para obtener con ello sus derechos. ¡Ahí los vemos ahora! Van armados de piedras y de palos, de machetes, y avanzan día a día, surgen de todas partes para ocupar las tierras, adherirse a las tierras que son suyas, a esas tierras que les pertenecen y defienden al precio de sus vidas; ahí los vemos alzando sus pancartas, levantando banderas y consignas para hacerlas que floten en el viento. Esa ola de rabia y de coraje, de justicia exigida y de derechos que le han sido negados y robados, que hoy comienza por fin a levantarse en las tierras de América Latina, esa ola ya no se detendrá. […]. Porque toda esa masa, porque toda esa enorme humanidad que de pronto ha gritado “¡basta ya!” ha iniciado una marcha de gigante
�??Discurso en las Naciones Unidas�?�, diciembre de 1964
Las revoluciones no se exportan, estamos firmemente convencidos. Nacen en el seno de los pueblos. Son engendradas por la explotación que los gobiernos ejercen sobre el pueblo. Sólo entonces se puede dar apoyo a un movimiento de liberación
�??Discurso en las Naciones Unidas�?�, diciembre de 1964
Soy cubano y también argentino […], tan patriota de América Latina, no importa de cuál de sus países, como lo pueda ser el más patriota. Cuando llegue el momento, estoy dispuesto a dar mi vida por la liberación de un país de América Latina, sin pedir nada a nadie ni explotar a ninguno, y sin exigir nada de nada
???Discurso en las Naciones Unidas???, diciembre de 1964
No hay fronteras en esta lucha a muerte. No podemos ser indiferentes ante lo que pasa hoy en el mundo, porque toda victoria de un país sobre las fuerzas del imperialismo es por sí misma ya nuestra victoria, como toda derrota frente a él de una nación, cualquiera que ella sea, se convertirá en nuestra derrota. El internacionalismo proletario no es sólo un deber para los pueblos en su lucha por el porvenir, sino una necesidad incontestable
�??Discurso de Argel�?�, febrero de 1965
El camino está lleno de peligros […]. Hoy la lucha contra el colonialismo ha alcanzado sus últimas etapas, pero el estatuto colonial no es más que una consecuencia de la dominación imperialista. Mientras exista el imperialismo, seguirá ejerciendo su dominio sobre otros países dependientes. Ese nuevo dominio que hoy se llama justamente neocolonialismo
�??Discurso de Argel�?�, febrero de 1965
Sostenemos sin duda que las armas no pueden ser meras mercancías; han de ser entregadas –en las cantidades necesarias– gratuitamente a aquellos pueblos que las piden para utilizarlas contra el enemigo, que es común
�??Discurso de Argel�?�, febrero de 1965
El colonial es un régimen instaurado mediante la violencia. Siempre se ha implantado por la fuerza. Contra la voluntad de algunos pueblos, otros más avanzados en las técnicas de destrucción o más poderosos por su número han logrado imponerse. Un sistema así, establecido mediante la violencia, no puede ya sino ser fiel a sí mismo: su duración en el tiempo está en función del mantenimiento de la violencia. Pero esa violencia nunca es una forma de violencia abstracta, no es solamente una violencia intelectualmente percibida, sino que es también una violencia del comportamiento cotidiano ejercido por el colonizador con respecto al colonizado: apartheid en África del Sur, trabajos forzados en Angola, racismo en Argelia… Desprecio y política del odio, manifestación de una violencia dolorosa y concreta
“Pourquoi nous employons la violence”, discurso de Accra, abril de 1960
El 8 de mayo del 1945, pronto hará quince años, el pueblo argelino desfiló por las principales ciudades de Argelia reclamando la liberación de los presos políticos y la aplicación ejecutiva de los derechos humanos en el territorio nacional. Al llegar la noche, se contaban muertos argelinos
�??Pourquoi nous employons la violence�?�, discurso de Accra, abril de 1960
Lejos de estar ya finalizada, la Revolución invita una vez más a los revolucionarios a “ser ese torrente desbordado que, lanzado adelante de montaña en montaña, vuelca y quiebra, arrastra, precipita”
Comisionado de la Guardia Nacional.- “Vea que la sala es muy pequeña y que el enemigo nos espía.” El anciano.- “Que nos espíe el pueblo es lo importante. Dejen la puerta abierta.” Langevin.-“Publiquemos todos los discursos, comuniquemos nuestra insuficiencia, demos publicidad a cuanto hagamos, porque nada tenemos que temer si no es a nosotros mismos.” Langevin.- “¿También se garantiza la libertad de mentir?”
Los días de la Comuna
Hay un momento en que el funcionamiento de la máquina se vuelve tan odioso, hiere tanto, que no se puede ya participar, ni tan siquiera de forma pasiva. Poned los cuerpos en ruedas y engranajes, sobre palancas y sobre mecanismos, ¡tenéis que conseguir que se detenga! Hacedles ver a quienes la controlan, hacedles ver a quienes las poseen que, a menos que seáis libres, ¡la máquina no funcionará!sa
�??Bodies upon the gears�?� (discurso) 1964
Lejos de estar ya finalizada, la Revolución invita una vez más a los revolucionarios a “ser ese torrente desbordado que, lanzado adelante de montaña en montaña, vuelca y quiebra, arrastra, precipita”
En materia política, nunca se llama a las cosas por su nombre. […] A lo que es fidelidad a las leyes, los príncipes lo llaman rebelión; revuelta a la resistencia a la opresión; discurso sedicioso a la reclamación de los derechos del hombre; facción al cuerpo de ciudadanos reunidos para defender sus derechos, y a la oposición a la tiranía la llaman crimen de lesa majestad, mientras que llaman cargas del estado a las dilapidaciones de la corte, contribuciones públicas a lo que no son sino exacciones, guerra de conquista al bandidaje realizado por medio del ejército, arte de negociar a la perfidia, las hipocresías y traiciones, golpe de estado a los asesinatos, oficiales del rey a sus satélites, observadores a sus confidentes, su cuerpo de delatores y de espías, medidas de seguridad a los abusos y actuaciones inquisitoriales, súbditos fieles a los partidarios y secuaces que tiene el despotismo, y castigo de los sediciosos a la cruel y bárbara masacre de los que luchan por la libertad
Les Chaînes de l???esclavage
El 14 de julio es un ejército que sin alistamiento, sin jefe y sin paga, se conforma en el seno de un combate y se organiza mediante un triunfo
Discurso del aniversario del 14 de julio, revolución francesa, año VII
No se trata de hacer ningún proceso, dado que ni Luis es acusado ni vosotros tampoco sois jueces, sino hombres políticos, representantes, sí, de la nación. No debéis pronunciar una sentencia a favor o en contra de hombre alguno, sino adoptar una medida necesaria a la salud pública, ejecutando un acto de entera providencia nacional […]. No, Luis no puede ser juzgado; está ya condenado o, de otro modo, no estaría fundada la república. Realizar el proceso de Luis significa volver al despotismo, sea monárquico o constitucional; es una idea contrarevolucionaria, dado que cuestiona y pone en duda la revolución en cuanto tal […]. Pues los pueblos no juzgan a la manera de los tribunales, no promulgan sentencias; realmente fulminan, no condenan al rey, a saber, lo hunden en la nada, y esta justicia es superior a la del tribunal
Discurso a la Convención
Armad al pueblo. Él es quien debe reinar
Discurso a la Convención, contra la protección militar de la Asamblea, 22-10-1792
La anarquía es la última esperanza de un pueblo oprimido; éste tiene derecho a preferirla antes que aceptar la esclavitud; antes se cansa de amos que de libertad, ¡estad seguros!
Discurso a la Convención, contra la protección militar de la Asamblea, 22-10-1792
La fuerza está en la magistratura, pero no en el legislador. Ciertamente la fuerza pertenece, no a vosotros, sino a vuestras leyes
Discurso a la Convención, contra la protección militar de la Asamblea, 22-10-1792
Oponed frente a los tiranos la facción de todos los franceses
Discurso a la Convención, contra la protección militar de la Asamblea, 22-10-1792
¡Buscamos la libertad y nos volvemos esclavos unos de otros! ¡Buscamos la naturaleza y vivimos armados!
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
El rey ha de ser juzgado tal como se juzga a un enemigo. Hemos de combatirlo, no juzgarlo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
De pueblo a rey no conozco relación natural
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Los ciudadanos se obligan por contrato, mientras el soberano no se obliga. […] Si se le juzgara inviolable, no podría haber sido destronado. […] El pacto es un contrato establecido entre los ciudadanos, no con el gobierno. Por lo tanto Luis, que no se había obligado, no puede ser juzgado civilmente. […] Estos motivos conducen a no juzgar a Luis como ciudadano, sino como rebelde. […] No hay término medio, este hombre debe reinar o morir
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Oprimió a una nación libre. Abusó de sus leyes. Se declaró como su enemigo. ¿No le pasó revista a las tropas antes del combate? ¿No huyó, en lugar de impedirles tirar? ¿Qué hizo con objeto de evitar el furor criminal de sus soldados? Debe morir para asegurar el reposo del pueblo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Juzgar consiste en aplicar la ley. Una ley lo es tan sólo cuando es relación de justicia. ¿Qué relación de justicia puede haber entre la humanidad y los reyes?
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
El proceso de un rey no ha de basarse en los crímenes de su administración, sino en el hecho de haber sido rey. Pues, en efecto, esa usurpación, nada podría jamás legitimarla
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Todo rey es rebelde, todo rey es un usurpador. No es posible reinar con inocencia
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Luis es un extranjero entre nosotros. Ciertamente, antes de su crimen, siendo rey no era ciudadano: no podía votar; no podía empuñar las armas…; mas, después de su crimen, realmente lo es menos todavía. ¿Mediante qué abuso de la misma justicia se le podría hacer un ciudadano para luego pasar a condenarlo? Desde el mismo momento en que un hombre es culpable, sale como tal de la ciudad
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
El espíritu con que el rey será juzgado vendrá a ser el mismo con el cual quedará establecida la República
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
No existían leyes para juzgar a Numa o a Tarquino. Tampoco las había en Inglaterra cuando se juzgó a Carlos I. Pero fueron juzgados aplicando el derecho de gentes. Se rechazó la fuerza, justamente por medio de la fuerza. Se rechazó a un enemigo, un extranjero. Eso legitimó su ejecución
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Luis debe por tanto ser juzgado en tanto enemigo y extranjero. Pero además no es necesario que su condena a muerte cuente con la sanción de todo el pueblo. […] Al no poder el pueblo borrar el crimen de la tiranía, el derecho que al hombre corresponde contra la tiranía es personal. No existe un acto de soberanía que pueda obligar, estrictamente, a perdonarlo a un solo ciudadano
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Apresuraos a juzgar al rey. No existe ni un solo ciudadano que no tenga de hecho sobre él el derecho de Bruto sobre César
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Ha combatido al pueblo y ha sido vencido. Es un extranjero prisionero de guerra. Habéis visto su ejército, habéis visto sus pérfidos propósitos. El traidor no era el rey de los franceses; era el rey de algunos conjurados. Reclutaba tropas en secreto, poseía sus propios magistrados. Veía a los ciudadanos como esclavos. Es el asesino de la Bastilla, de Nancy, del Campo de Marte, de Tournay, de las Tullerías…
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Intentan movernos a piedad, y en seguida comprarán las lágrimas. […] ¡Oye, pueblo, si fuera absuelto el rey […] podrás acusarnos de perfidia!
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
La ruina de los prejuicios quebrantó a la tiranía
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Hoy es la patria la que está acusada por la forma de deliberar
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Esa humanidad de la que os hablan no es más que crueldad hacia el pueblo. El perdón que intentan sugeriros es la muerte de la libertad
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Defensores del rey, ¿qué pedís realmente para él? Si es inocente, es culpable el pueblo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Comparad el ejemplo que debéis a la tierra, el impulso que debéis a la libertad, la justicia que debéis al pueblo con la piedad criminal que ahora reclama el que nunca la tuvo. Decid a Europa: sirve tú a tus reyes contra nosotros, que somos rebeldes. Pronunciad la verdad, sí, sed sinceros
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Oíd, ¿a qué llamáis revolución? ¿A lo que es, meramente, la caída del trono? ¿A los frenos frente a los abusos? El orden moral es como el físico: los abusos se esfuman de repente, como la humedad de la tierra se evapora; los abusos renacen de improviso, como la humedad cae de las nubes…
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
No se levanta el pueblo cuando el príncipe es justo, no se embravece el mar si el aire está calmado
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
La revolución empieza donde el tirano acaba
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Perseguían los reyes la virtud protegiéndose entre las tinieblas, mas nosotros juzgamos a los reyes a la vista de todo el Universo
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
La miseria hizo nacer la revolución; la miseria puede destruirla
Discurso a la Convención sobre el abastecimiento, 29-11-1792
Solamente ligados a los principios de la libertad, ¿por qué descuidamos el gobierno?
Discurso a la Convención sobre el abastecimiento, 29-11-1792
Realeza no es gobierno de uno solo. Es la radical independencia del poder que gobierna. Si el poder que gobierna es independiente de vosotros, ahí tenemos una realeza; y esa realeza es peligrosa en las manos de aquellos exentos de leyes, ya que sustituyen dichas leyes por lo que es su propia voluntad
Discurso a la Convención sobre el Ministro de la Guerra, 28-1-1793
Nuestro orden presente es el mismo desorden puesto en leyes. No se salva a la patria con clamores […]. Que acusen algunos como quieran a los que ahora son vuestros ministros, ¡yo los acuso a ellos! Si pretendéis que el orden surja del caos, queréis un imposible
Discurso a la Convención sobre el Ministro de la Guerra, 28-1-1793
El pueblo no tiene interés en hacer la guerra. El ejecutivo encuentra en ella, al contrario, el aumento de su crédito, dado que le ofrece mil diversos medios de practicar la usurpación. Por eso mi intención es proponeros que el ministerio militar, desligado del ejecutivo, no dependa sino de vosotros y os quede sometido de inmediato. Si queréis que vuestra institución sea realmente duradera en un pueblo que ya no tiene órdenes, evitemos que la magistratura se encamine hacia una nueva orden, una especie de nuevo patriarcado, al dirigir las armas y el ejército libremente, según su voluntad. Pues la guerra no tiene ningún freno ni una regla fijada en unas leyes, con lo cual, en sus avatares, siempre se conforman sus acciones como actos de pura voluntad. Es preciso que no haya en el Estado más que una sola voluntad, y que la voluntad que hace las leyes dirija las acciones de la guerra
Discurso a la Convención sobre el Ministro de la Guerra, 28-1-1793
Las revoluciones verdaderas no se hacen a medias. Ya que parecéis predestinados a hacer cambiar de rostro los gobiernos de Europa, no descanséis hasta que sea libre. Su libertad es garante de la vuestra
Discurso a la Convención sobre el ejército, 12-2-1793
En la Tierra hay tres clases de infamia con que la virtud republicana no puede pactar ni transigir: la primera de todas, que haya reyes. La segunda, el obedecerles. Deponer las armas, la tercera, donde aún queden un amo y un esclavo
Discurso a la Convención sobre el ejército, 12-2-1793
Los que hoy hacen la guerra para destruir la libertad, ¿no creen feroz nuestro valor al haber destruido su reinado?
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
Me levantaré contra el pretexto de la ‘violencia natural del hombre’ que aducen siempre los tiranos. Si el hombre fuera tan feroz, ¿habrían conseguido dominarlo?
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
La tiranía arma a muertos contra vivos. Todo en ella es presión y represión
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
Las piedras para alzar el edificio de la libertad ya están talladas. Podéis construir con ellas, por igual, el espacio de un templo o de una tumba
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
La Constitución habrá de ser vuestro manifiesto en esta tierra
Discurso a la Convención sobre el proyecto constitucional, 24-4-1793
La voluntad del pueblo soberano no puede equivocarse
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
Ha de haber una forma de gobierno constante que descanse en las leyes
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
Pretendían honores y la República sólo les ofrecía virtudes
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
El crimen marchaba en triunfo entre vosotros y lo arrastraba todo con palabras
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
La revolución había creado todo un patriarcado de famosos. […] no se atendía a lo que estaba bien, sino a quién lo había dicho o lo había hecho
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
La línea que siguen las revoluciones es la de un avance horizontal, mas las desgracias y excesos que comportan la dirigen al punto de partida
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
Quien ve matar sin sentir piedad es más cruel que quien mata
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
¡Haga el destino que hayamos visto las últimas tempestades de la libertad! […] Ya es hora de que el pueblo espere días felices y que la libertad sea algo más que el furor de un partido
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
Siempre he creído deberos la verdad, […] que no podía romper el compromiso con la propia conciencia de atreverme a todo en todo caso a favor de la patria. […] Os hablo, pues, en nombre de la patria. […] Os hablo en nombre de vosotros mismos
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
Al menos, no creáis que haya podido salir jamás de mi corazón la tentación de halagar a un hombre; lo defiendo por creerlo irreprochable, al igual que lo acusaría si se convirtiera en criminal
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
Los poderosos no ganan las batallas, simplemente se aprovechan de ellas. No se honre al gobierno más que a los que forman el ejército. Sólo los que están en las batallas son los que han obtenido la victoria
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
Mejor título ser un héroe muerto que convertirse en un cobarde vivo
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
Todo cuanto no sea amor al pueblo y a la libertad tendrá mi odio
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
No he podido tomar otro partido que el de deciros la verdad
Discurso para la defensa de Robespierre, 27-7-1794
El 18 de marzo quizá debimos golpear mejor. La cuestión fue: elecciones o marchar sobre Versalles. La respuesta debió ser: ambas cosas. […] No esperen más de la Comuna que lo que esperen de sí mismos. Publiquemos todos los discursos, comuniquemos nuestra insuficiencia, demos publicidad a cuanto hagamos, porque nada tenemos que temer si no es a nosotros ; La liberación de la Comuna de París es la de todas las de la República. […] La república de la gran revolución del 92 era un soldado, pero la república de la Comuna ha de ser un trabajador; “El Estado es el pueblo que se rige a sí mismo”. “La estatura de un pueblo corresponde a la del último de sus ciudadanos”. “Considerando que la meta de la vida reside en el completo desarrollo de nuestro ser físico, espiritual y moral, la propiedad no ha de ser sino el derecho a que cada uno participe, en la medida de su colaboración, en el producto común y colectivo del trabajo de todos. En talleres y fábricas, se organizará el trabajo colectivo”. [Estos últimos textos de Beslay, entrecomillados, corresponden a su proclama de apertura de la sesión inaugural de la Comuna, el 29 de marzo de 1871]
Los días de la Comuna
Pues ahora esa masa anónima, la de toda esa América de color, esa masa sombría, taciturna, que con igual tristeza e inquietud canta a través de todo el continente, esa masa va ahora a penetrar definitivamente ya en su historia; pues ahora comienza a reescribirla con letras de sangre, sí, ahora que empieza a sufrir y morir; porque ahora en efecto en las montañas y los campos de América, en los flancos de sus cordilleras, en sus bosques como en sus llanuras, en la soledad o animación de sus tantas villas y ciudades, al borde de sus océanos enormes y en las orillas de sus grandes ríos vibra todo ese mundo lleno de corazones que palpitan, con los ardientes puños que se encienden del ardiente deseo de morir por aquello que es suyo, conquistar sus derechos pisoteados por unos y otros a lo largo ya de cinco siglos. La historia ha de contar en adelante con los pobres de América, los explotados y los despreciados que han decidido escribir ya por sí mismos, para siempre, su historia. Ya se han puesto en camino, ya los vemos cómo van avanzando, día tras día, realizando una marcha interminable, una marcha de cientos de kilómetros que los lleva al olimpo del gobierno para obtener con ello sus derechos. ¡Ahí los vemos ahora! Van armados de piedras y de palos, de machetes, y avanzan día a día, surgen de todas partes para ocupar las tierras, adherirse a las tierras que son suyas, a esas tierras que les pertenecen y defienden al precio de sus vidas; ahí los vemos alzando sus pancartas, levantando banderas y consignas para hacerlas que floten en el viento. Esa ola de rabia y de coraje, de justicia exigida y de derechos que le han sido negados y robados, que hoy comienza por fin a levantarse en las tierras de América Latina, esa ola ya no se detendrá. […]. Porque toda esa masa, porque toda esa enorme humanidad que de pronto ha gritado “¡basta ya!” ha iniciado una marcha de gigante
�??Discurso en las Naciones Unidas�?�, diciembre de 1964
Las revoluciones no se exportan, estamos firmemente convencidos. Nacen en el seno de los pueblos. Son engendradas por la explotación que los gobiernos ejercen sobre el pueblo. Sólo entonces se puede dar apoyo a un movimiento de liberación
�??Discurso en las Naciones Unidas�?�, diciembre de 1964
Soy cubano y también argentino […], tan patriota de América Latina, no importa de cuál de sus países, como lo pueda ser el más patriota. Cuando llegue el momento, estoy dispuesto a dar mi vida por la liberación de un país de América Latina, sin pedir nada a nadie ni explotar a ninguno, y sin exigir nada de nada
???Discurso en las Naciones Unidas???, diciembre de 1964
No hay fronteras en esta lucha a muerte. No podemos ser indiferentes ante lo que pasa hoy en el mundo, porque toda victoria de un país sobre las fuerzas del imperialismo es por sí misma ya nuestra victoria, como toda derrota frente a él de una nación, cualquiera que ella sea, se convertirá en nuestra derrota. El internacionalismo proletario no es sólo un deber para los pueblos en su lucha por el porvenir, sino una necesidad incontestable
�??Discurso de Argel�?�, febrero de 1965
El camino está lleno de peligros […]. Hoy la lucha contra el colonialismo ha alcanzado sus últimas etapas, pero el estatuto colonial no es más que una consecuencia de la dominación imperialista. Mientras exista el imperialismo, seguirá ejerciendo su dominio sobre otros países dependientes. Ese nuevo dominio que hoy se llama justamente neocolonialismo
�??Discurso de Argel�?�, febrero de 1965
Sostenemos sin duda que las armas no pueden ser meras mercancías; han de ser entregadas –en las cantidades necesarias– gratuitamente a aquellos pueblos que las piden para utilizarlas contra el enemigo, que es común
�??Discurso de Argel�?�, febrero de 1965
El colonial es un régimen instaurado mediante la violencia. Siempre se ha implantado por la fuerza. Contra la voluntad de algunos pueblos, otros más avanzados en las técnicas de destrucción o más poderosos por su número han logrado imponerse. Un sistema así, establecido mediante la violencia, no puede ya sino ser fiel a sí mismo: su duración en el tiempo está en función del mantenimiento de la violencia. Pero esa violencia nunca es una forma de violencia abstracta, no es solamente una violencia intelectualmente percibida, sino que es también una violencia del comportamiento cotidiano ejercido por el colonizador con respecto al colonizado: apartheid en África del Sur, trabajos forzados en Angola, racismo en Argelia… Desprecio y política del odio, manifestación de una violencia dolorosa y concreta
“Pourquoi nous employons la violence”, discurso de Accra, abril de 1960
El 8 de mayo del 1945, pronto hará quince años, el pueblo argelino desfiló por las principales ciudades de Argelia reclamando la liberación de los presos políticos y la aplicación ejecutiva de los derechos humanos en el territorio nacional. Al llegar la noche, se contaban muertos argelinos
�??Pourquoi nous employons la violence�?�, discurso de Accra, abril de 1960
Lejos de estar ya finalizada, la Revolución invita una vez más a los revolucionarios a “ser ese torrente desbordado que, lanzado adelante de montaña en montaña, vuelca y quiebra, arrastra, precipita”
Comisionado de la Guardia Nacional.- “Vea que la sala es muy pequeña y que el enemigo nos espía.” El anciano.- “Que nos espíe el pueblo es lo importante. Dejen la puerta abierta.” Langevin.-“Publiquemos todos los discursos, comuniquemos nuestra insuficiencia, demos publicidad a cuanto hagamos, porque nada tenemos que temer si no es a nosotros mismos.” Langevin.- “¿También se garantiza la libertad de mentir?”
Los días de la Comuna
Hay un momento en que el funcionamiento de la máquina se vuelve tan odioso, hiere tanto, que no se puede ya participar, ni tan siquiera de forma pasiva. Poned los cuerpos en ruedas y engranajes, sobre palancas y sobre mecanismos, ¡tenéis que conseguir que se detenga! Hacedles ver a quienes la controlan, hacedles ver a quienes las poseen que, a menos que seáis libres, ¡la máquina no funcionará!sa
�??Bodies upon the gears�?� (discurso) 1964